Trilogías del slasher moderno: Terrifier de Damien Leone vs X de Ti West

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Recientemente, los amantes del terror hemos podido disfrutar de dos trilogías que han logrado revitalizar el slasher, para aportar algo diferente al subgénero. Tanto Terrifier de Damien Leone como X de Ti West han logrado destacables números en taquilla y comparten elementos en común: ambas sagas nacen del más absoluto underground, con un presupuesto muy ajustado (la última entrega de X, Maxxxine, ya ha contado con más de 20 millones de dólares, gracias al crecimiento de su productora A24), así como con una evidente presencia del gore en sus secuencias.

Como ya mencionamos en este artículo reciente, el giallo italiano fue clave para el nacimiento del slasher. Sin el trabajo de Mario Bava o Dario Argento entre otros, nunca hubieran aparecido personajes icónicos del terror estadounidense, del calibre de Leatherface (The Texas Chain Saw Massacre de 1974, dirigida por Tobe Hooper), Michael Myers (Halloween de 1978, por John Carpenter), Jason Voorhees (Friday the 13th de 1980, por Sean S. Cunningham) o Freddy Krueger (A Nightmare on Elm Street de 1984, por Wes Craven).

Varias décadas después, estas dos trilogías modernas han conseguido hacerse con un sector del público incondicional, que ha agradecido la osadía y originalidad de Damien Leone y Ti West. A continuación, desglosaremos estas seis películas, para que os hagáis una idea de lo que os encontraréis. Aviso que habrán SPOILERS de la trama, aunque intentaré reducirlos al mínimo sin destripar secuencias.

Terrifier: el payaso asesino más visceral

Se conoce como coulrofobia el pánico irracional a los payasos, que algunas personas suelen experimentar de pequeñas. Si bien en la icónica Poltergeist (1982) de Tobe Hooper ya aparecía un muñeco clown poseído, no sería hasta 1987 en Blood Harvest (con la actuación del músico Tiny Tim) y en Funland que un payaso tomaría el papel de asesino. Si bien estas dos primeras no son una maravilla del séptimo arte, cabe destacar poco más tarde Killer Klowns from Outer Space (1988, de Stephen Giodo) y el IT de Tim Curry, de la miniserie de 1990 dirigida por Tommy Lee Wallace. Más adelante, en 2003 vio la luz Gacy, basada en la historia real del asesino en serie pedófilo, que se disfrazaba para cometer sus crímenes, así como el inicio de la trilogía de Rob Zombie protagonizada por Sid Haig, encarnando al temible Captain Spaulding: House of 1000 Corpses (2003), The Devil’s Rejects (2005) y 3 From Hell (2019).

La primera aparición del personaje de Art the Clown fue en el corto de 2008 The 9th Circle, dirigido evidentemente por Damien Leone. Interpretado por Mike Giannelli, aquí ejercía como emisario de Satanás para secuestrar a una joven en una estación de tren, como sacrificio de una especie de culto. Poco más tarde, en el corto de Terrifier (2011) abandona su papel secundario, para asesinar a una mujer en una gasolinera. Parte del metraje de estos cortos se usó más adelante en la antología All Hallow’s Eve de 2013.

Tras la retirada del actor original, se decidió contar con la interpretación de David Howard Thornton, que dotó al asesino de claros elementos de la comedia slapstick que popularizaron en su día Charles Chaplin o Buster Keaton. Buena parte del presupuesto requerido para el primer largometraje de Terrifier (2016) fue conseguido gracias a una campaña de micromecenazgo en Indiegogo, gracias a seguidores.

La trama se centra en la noche de Halloween, donde las amigas Tara (Jenna Kanell) y Dawn (Catherine Corcoran), después de haber consumido alcohol, se preguntan si están en condiciones de conducir. Allí se encuentran un perturbado hombre disfrazado de payaso que, cuando deciden comer algo en una pizzería cercana, para bajar la borrachera, este decide acosarlas. Inesperado el plot twist ya que, si bien la protagonista nos hacen creer que sería la final girl, en realidad otra chica termina asumiendo ese papel, pero debe enfrentarse a su horrible nueva realidad. Aunque sea la más floja de la trilogía, exprime auténtico oro del tan limitado coste de producción. A destacar también el breve pero inquietante personaje de Pooya Mohseni, como la señora de los gatos.

El éxito de la primera, con una recaudación de 421.798 dólares, fue clave para la esperada secuela, donde nuevamente el equipo consiguió una exitosa campaña de crowdfunding. Si bien la original no supera la hora y media de duración, esta segunda entrega cuenta con más de dos horas, que pasan volando al tratarse de la mejor de la saga hasta la fecha. Su rodaje se retrasó por la pandemia.

Nuestro payaso asesino favorito, después de ser resucitado por un ente sobrenatural, conoce al perturbado personaje de Little Pale Girl (Amelie McLain), una niña que viste similar a él, en una lavandería. Como si fuera un pequeño homenaje a Freddie Krueger, Art se le aparece en sueños a la nueva protagonista, Sienna Shaw (interpretada por la carismática Lauren LaVera, quien hace sus propias escenas de riesgo al ser también artista marcial), de nuevo en la noche de Halloween.

Terrifier 2 es una orgía de gore y muertes inventivas, aunque también en esta ocasión se desarrolla una trama interesante. Sienna es una auténtica guerrera, con una importancia argumental bien justificada. También debemos hablar de su hermano Jonathan (Elliott Fullam) y, en menor medida, del inesperado cameo del luchador Chris Jericho.

No solo de nuevo resultó muy bien recibida en taquilla (15.7 millones de dólares), sino que en esta ocasión la crítica también fue unánime en su reconocimiento. Motivado y con ideas frescas, Leone decidió lanzar Terrifier 3 el 11 de octubre del año pasado, junto a una grata sorpresa: el videoclip de la canción oficial de la película, A Work of Art, por parte de Nine Inch Nails.

A continuación os develaré un importante SPOILER, ya que me parece necesario para explicar la conexión entre las películas de la saga. La desdichada Victoria Hayes (enorme Samantha Scaffidi, quien tuvo que enfrentar largas horas de maquillaje), fue la única superviviente de la película original, pero su rostro y cuerpo resultó completamente desfigurado e incluso ingerido por Art. Sin dar más detalles, en el final del segundo filme termina siendo poseída por el mismo ente infernal que resucitó a Art (y que toma la forma de la fallecida niña Emily Crane), por lo que en esta tercera producción se convierte en la mayor aliada del payaso en sus sádicas fechorías. Quizás hubiera sido mejor que se quedara en casa estudiando…

La historia nos sitúa cinco años después de los fatídicos eventos, en esta ocasión en Navidades, cuando Sienna es dada de alta de un sanitario mental. Se queda a vivir con sus tíos y su prima Gabbie (Antonella Rose), si bien los fantasmas de su pasado siguen atormentándola. Es algo más breve que la anterior, igualmente sangrienta y de gran calidad, pero con un argumento no tan bien desarrollado. El ritmo es interrumpido por algunas secuencias, por ejemplo en referencias mesiánicas de la figura protagónica. Costó 2 millones de dólares y ha recaudado casi 90, por lo que ha pasado a la historia como la película no clasificada (por contenido violento o sexual) más taquillera. ¡Está confirmada una cuarta entrega de este universo!

X: La polifacética Mia Goth como icono moderno del terror

Como hemos explicado en la introducción, Ti West tiene una edad similar a la de Leone, con quien comparte esa visión de terror independiente (merece la pena recordar su The House of the Devil de 2009) y cierto gore, sin alcanzar esos niveles extremos. Su trilogía X, si bien toma elementos del folk horror y de clásicos del slasher (así como del found footage, como si estuviera grabada por aficionados), resulta original. Inicia en marzo de 2022 con la película homónima: un grupo de jóvenes deciden alquilar una casa rural tejana, para rodar una película para adultos. La vivienda es propiedad de una pareja de ancianos que, como no fueron informados de las intenciones reales del productor, no serán hospitalarios con sus inquilinos.

Aquí Mia Goth encarna tanto a la sexy y joven actriz protagonista (Maxine Minx), como a la decrépita vieja (Pearl Douglas), gracias a la ayuda del equipo de maquillaje y prótesis, que tuvieron que dedicar unas 10 horas por sesión. Destacan también las actuaciones de Jenna Ortega, como la no tan inocente pareja del director, además de Stephen Ure como Howard Douglas. Su lanzamiento fue bien recibido tanto por el público (15,1 millones de dólares en ingresos), como por la crítica especializada.

El bueno de Ti West no esperó con los brazos cruzados a conocer si su idea era bien recibida, ya que en septiembre de ese mismo año vería la luz Pearl, que funcionaría como la precuela de X. Nos retrotraemos en el tiempo hasta 1918, por lo que un joven Howard es enviado al ejército americano, durante la Gran Guerra. Su mujer Pearl es una chica que sueña en convertirse en cantante o actriz, objetivo que choca con su castrense ambiente familiar: vive en la Texas rural junto a su inválido padre (interpretado por Matthew Sunderland) y una estricta madre (Tandi Wright), quien le impide abandonar el hogar, con el pretexto de que debe cuidar de su padre y resguardarse de la incipiente fiebre española.

Destaca el contraste entre el papel protagónico de Goth y el de Mitsy (Emma Jenkins-Purro), la joven y acomodada hermana de su marido Howard. Esta última se muestra comprensiva, pero es totalmente ajena al sufrimiento y el rencor de Pearl, que la visualiza como aquello que ambiciona. Por otra parte es evidente que, tener un aligátor como mascota, no puede traer nada bueno. La ambientación está muy bien lograda, tanto en los decorados como el vestuario. Esto es reforzado por la fotografía, que recuerda al clásico Tecnicolor, técnica que empezaba a emplearse en las producciones contemporáneas.

Si bien la segunda película de la saga fue obtuvo unos ingresos en taquilla ligeramente menores (10,1 millones de dólares), fue un rotundo éxito de crítica: entre otros obtuvo premios a la mejor dirección y mejor actriz en el festival de Sitges, a la mejor película independiente en los Saturn Awards y a la mejor cinematografía por la Boston Society of Film Critics.

No sería hasta julio del año pasado, que vería la luz el final de esta trilogía: Maxxxine. Continuación de X, ya que narra los hechos posteriores a esos asesinatos, de los que Maxine fue la única superviviente. La joven quiere dejar atrás el cine X y debutar como actriz para todos los públicos, cuando consigue el papel protagónico en una secuela de terror. Se ambienta en Los Ángeles de 1985, en un ambiente de histeria general debido a los crímenes del Acosador Nocturno (asesino real). Pronto empezará a ser chantajeada con una cinta de video (se homenajea a los videoclubes como Blockbuster), que contiene los asesinatos de aquella casa de campo que vimos en la cinta original.

Quizás me gusta más X, por ese aroma evidente a La Matanza de Texas, pero Pearl me parece la mejor peli de esta saga. La original seguramente cuente con muertes más impactantes, mientras que su precuela goza del tiempo suficiente para desarrollar su historia y, de manera insana, permite al espectador llegar a sentir algo similar a la empatía hacia su protagonista. Maxxxine, aunque tiene sus momentos, no llega a la altura de estas dos. Esperábamos algo más de su conclusión (no me convence ese culto satánico, ni las consecuencias de la resolución). Como siempre la banda sonora está a la altura, con canciones como Prisoner of your Eyes de Judas Priest. Además de Elizabeth Debicki, quien interpreta a la directora de la ficticia La Puritana II, me gusta el papel de Kevin Bacon, muy histriónico.

Creo que tiene mucho mérito el haber logrado que, un género tan poco accesible como el gore, haya alcanzado mayor popularidad y visibilidad. Quizás, gracias a ambas trilogías, ahora por fin cierto público le da la oportunidad que merecen películas como las del pionero del splatter Herschell Gordon Lewis, Lucio Fulci (autor también de grandes gialli), Stuart Gordon, Takashi Miike o el movimiento New french extremity.

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