CRÓNICA: Apocalyptica, el show de luces y cuerdas versionando a Metallica
¿Como explicar un concierto que necesitas verlo para sentirlo?
Esta quizás sea una de las crónicas mas difíciles de escribir, pues Apocalyptica es una banda que tienes que ver en directo y no dejar que te cuenten las impresiones como voy a hacer yo ahora.
La banda finlandesa quería cerrar el circulo de tocar canciones de Metallica que fue como se dieron a conocer ya en 1994, y si realmente lo dejan a un lado, lo han hecho por la puerta grande, aunque seguro que siempre recurren a tocar temazos imprescindibles como «Nothing Else Matters».
Eran las 21h cuando la intro de Ennio Morricone “The Ecstasy of Gold” inundaba la sala Razzmatazz, que dejaba ver únicamente un gran telon blanco cubriendo todo el escenario. En finalizar la intro, se daba inicio a las primeras notas de “Ride the Lightning”, que nos dejaban medio ciegos con luces blancas y parpadeantes, que reflejaban totalmente el telón y nos creaban cada vez más la necesidad de que éste cayera para poder ver ya a los músicos tocando.
Una vez cae ya bien entrada la canción, sw descubre a los pies de la banda una gran tira de focos que recorre lo ancho de todo el escenario, el fondo de pantalla con el nombre de la banda y en el que luego irían proyectando diferentes imagenes y la batería en el centro.
Perttu Kivilaakso ocupaba la posición de la izquierda, Eicca Toppinen la central y Paavo Lötjönen a la derecha como ya vamos viendo en otros shows, y contamos con una nueva incorporación a la batería, residente en Barcelona como nos comenta Eicca en algún momento de la noche, Nico. Solo hay un par de micrófonos a cada lado que servirán más para los comentarios o momentos de discurso y que se anteponían entre ellos y la tira de focos del suelo.
No hay necesidad de más, pues convirtieron la noche en un auténtico festival de luces no apto para epilépticos.
Lo que podría haber sido un karaoke constante de fans de Metallica se convirtió en un placer auditivo, donde solo se escuchaba al público cantar los estribillos de las canciones más famosas, como el caso de “Battery”. Parecía mentira que pudieran sacar riffs con esas cuatro cuerdas y mi pasión fue pasarme casi todo el concierto pendiente de sus dedos mientras tocaban y de intentar averiguar cual era la función de cada uno de ellos en cada parte de la melodía.
La fusión, la complicidad y el dinamismo de los miembros a la hora de moverse por el escenario, los cambios de lugar estratégico o hacer dúos mientras el otro se dedica a pasearse de un lado a otro, o mantener una posición más apartada y dinámica, hizo que durante todo el show el escenario se viera en movimiento y relleno, algo nada fácil teniendo en cuanta las dimensiones de sus instrumentos.
También un apunte personal y algo cómico, es que Paavo debería replantearse ya el dejarse melena para poder hacer molinillos junto con sus dos compañeros. ( jeje )
“St Anger” se me hizo un poco difícil reconocerla por la falta de esa batería tan metalica (o lata) característica de este tema, pero tampoco me hagáis mucho caso, pues no me puedo declarar Fan de Metallica y si estaba aquí, era porque Apocalyptica me apasionan desde aquel día hace ya muchos años, que los descubrí en la primera edición del festival MetalWay, y desde entonces no he querido perdermelos si me ha sido posible.
Tras un poco de discurso de Eicca, sobre como surgió la idea de versionar canciones de Metallica dentro de un grupo de chavales que pensaron, “¿como sonaría esta canción con el chelo?”, y de remarcar que a parte de las versiones, tienen 10 discos con composiciones propias, fue el momento de pedir al público que cantara la siguiente canción, dando paso a la canción mas gozosa de toda la noche, los casi ocho minutos de obra maestra de “Master of Puppets” donde ahora sí, parecía que todo el público se despertaba y se ponía a cantar.
Tras la voràgine de la tormenta, llega la calma y colocan tres taburetes en el escenário y el mismo público empieza a pedir el silencio en la sala ya con los primeros acordes y pizzicatos que sabemos que son el inicio de “Nothing Else Matters”. Personalmente, el tema empieza a estar demasiado sobado, pero no puedo ignorar esa sensación que te da cuando entra el puente central de la canción, que incluso los miembros de la banda empiezan a ponerse uno a uno de pie y le da más enfasi a la pieza, como se me empieza a erizar el bello y se me pone la piel de gallina hasta de la nuca. Si esta canción de por si es maravillosa, a las manos del trio de cuerda es aún más impresionante.
Las ovaciones tardan en disiparse al acabar como a una gran orquesta simfónica se le puede reconocer tras un concierto completo.
Pero no tenemos tiempo de reacción cuando ya está entrando “Seek And Destroy”, que nuevamente con el público bien animado, esta vez por Pertu, que se encarga de presentar a la banda y crear motivación a través del micrófono, cantan a voz en grito, y si miras el reloj sabes que tristemente se acerca el final. Aquí hay que darlo ya todo.
La pantalla con la proyección del videoclip de la propia banda, una voz en Off, que más tarde será el mismo Pertu el que siga narrando y colores blancos y rojizos más tenues, dejan el que será el último tema de la noche “One”.
Si ya de por sí esta canción es bastante dura y profunda, el escucharla a cargo de las cuerdas hace que aún sea mas emotiva, y aunque los “encores” los tenemos como los temás mas animados o los más conocidos de las bandas, ellos lo han convertido en el tema más épico de la noche.
Entre aplausos, los agradecimientos de Eicca y la foto finish, se despiden los fineses, amenzando que volverán a barcelona en su próxima gira, y nosotros gustosos los esperaremos.