Guitarra. Batería. Ruido. Eso son BALA. Contundencia. Poder.  Ahora han sacado su primer disco con Century Media, “Maleza”, capturado visualmente por un palo que no se doblega entre la mandíbula de un tiburón, haciendo aún más potente esa sensación de fuerza. De resistencia. De hecho, este disco podría ser eso; un símbolo de resistencia. Y también de esperanza, como la maleza que pone vida en lugares muertos. El dúo lo están petando cada vez más, y no es sin motivo. Así que después de escuchar y enamorarme de su nuevo disco, de sus letras, de su imaginario… No quería dejar pasar la oportunidad de tener esta “charla” por mail con Anxela y Violeta. Hablamos de la maleza, de lo autobiográfico que termina siendo un disco, de los símbolos y arquetipos de la obra, de la importancia de las referentes, de diversidad y, claro, de género, entre otras movidas.

-Hola, muchas gracias por vuestro tiempo. ¿Qué tal estáis? ¿Cómo va la promo de “Maleza”? Salió hace poco.

V: ¡¡Pues de maravilla!! Estamos encantadas con la acogida, está siendo mucho mejor de lo que esperábamos. Después de tanto tiempo sin sacar nada, la verdad es que teníamos un poco de miedo de haber caído en el olvido… Nuestro último trabajo era de 2017, ¡así que se nos ha hecho larga la espera!

-Es vuestro primer trabajo con Century Media, imagino que debe ser un subidón, ¿no? ¿Habéis notado ya los “efectos” de trabajar con un sello tan grande?

V: ¡Es un subidón increíble! La verdad es que si nos lo cuentas hace unos años, no nos lo creeríamos… Sí, se nota la diferencia. Veníamos de un sello pequeño y la estructura es completamente distinta. Ahora hay un equipo mucho más grande detrás y el impacto es mucho mayor.

-En teoría este nuevo disco iba a salir en 2020. Lo tenéis terminado desde 2019. Así que ya ha madurado. ¿Os permite eso ahora verlo con más perspectiva? ¿Quizás desde una forma más crítica?

V: Yo la verdad es que no lo escuché mucho desde que acabamos de grabarlo, preferí dejarlo reposar y retomarlo cuando fuésemos empezar a presentarlo, y la verdad es que no me arrepiento. De hecho, ¡he tenido que aprenderme mis propias canciones para empezar a llevarlas al directo!

A: Yo sí lo escuché mucho y lo ensayé en casa a lo largo de 2020, pero cuando un disco está terminado, es mejor no darle muchas vueltas… Estamos contentas con el resultado y eso es lo importante. ¡Lo volvería a hacer exactamente igual!

-Uno de los primeros singles es “Agitar”, con un montón de colaboraciones. ¿Cómo surgieron las de Najwa Nimri y Bonnie Buitrago?

V: La letra es un poema de Lúa Mosquetera, mujer que admiramos muchísimo y además podemos presumir de contar con su amistad. Es un tema bastante distinto, entre hablado y cantado, y la verdad es que con tremendas colaboraciones sabíamos que iba a ser el primer single que sacásemos. Najwa nos conoció cuando tocamos en Getafe y hablamos de la posibilidad de hacer algo juntas, así que en cuanto empezamos a trabajar en los temas, le pedimos que colaborase en este. Y cómo no, ¡nos ha flipado lo que ha hecho! A Bonnie la conocimos en Australia, ya que tocamos juntas en el mismo festi. Luego, cuando fuimos a California, se vino también a algunos bolos y ahí ya forjamos la amistad que tenemos hoy día, así que le propusimos colaborar en algún tema y al final colaboró en tres. ¡¡Deseando que coincida el día en que se pueda subir a tocarlos con nosotras en un concierto!!

-Y la letra es brutal. Es un poema de Lúa Mosquetera. ¿Cómo fue? ¿De qué manera creéis que encaja con BALA?

V: Anxela te puede contestar mejor, que fue la que leyendo (por segunda vez, creo) el libro de Lúa no dudó y la llamó para pedirle llevar el poema a canción. Nos flipa muchísimo lo que hace y creemos que encaja un montón con nuestro rollo por muchos motivos: estilo, mensaje, actitud. La verdad es que os recomiendo a todos que le echéis un ojo a su obra porque es lo más.

A: cuando estaba leyendo el poema lo visualicé con música, tuve ganas de llevarlo un poco a nuestro terreno… Es una letra muy poderosa por sí sola, y me apetecía darle un punch de ruido más.

– También ha formado parte del disco gente como Josh Tampico y Scott Reeder. Poca cosa. ¿Nos contáis cómo fue todo?

V: Josh se encargó de grabar a Najwa, así que obviamente teníamos que incluirlo. A mí personalmente me gusta mucho lo que hace, ¡así que es un honor poder contar con él! Y ojalá poder repetir en un futuro, ¡pero currando mano a mano! Lo de Scott Reeder es otra de esas cosas que si nos dices hace años nos quedaríamos flipando. Fue cosa de Bonnie, que le pidió que le grabase las colabos, ¡y la verdad es que contar con él ha sido algo que todavía estamos digiriendo!

-La portada es simple pero potente. Da la sensación de símbolo de resistencia. Un palo que no se dobla ni se rompe a pesar de la presión de la mandíbula. ¿Qué es para vosotras?

V: Fue la conexión que hizo nuestro diseñador, Leo Sousa, cuando le explicamos un poco la idea detrás del nombre del disco, Maleza. La verdad es que siempre hace magia, ¡pero esta vez lo ha clavado muy mucho!

A: Es exactamente eso: un símbolo de resistencia, como la ‘maleza’.

-Maleza también inspira un poco eso. Llamadas malas hierbas que resisten y se abren paso en cualquier situación y rompen hasta el cemento. Nacen en cualquier lado. Donde menos se las espera. Y se adaptan. ¿De qué es un símbolo en el contexto del disco?

V: De la resistencia. De la esperanza. No estamos nada de acuerdo con el sentido peyorativo de llamarles “malas” hierbas porque nos parecen algo alucinante, así que les quisimos hacer nuestro particular homenaje.

-La maleza a veces pone vida en espacios muertos. Es como una alegoría de la esperanza.  De hecho en ese aspecto el álbum tiene más luz que “Lume”. ¿De dónde nace esto? ¿En cada disco se refleja parte de la vida personal?

V: Supongo que es inevitable acabar rozando lo autobiográfico. Al final el arte es una expresión del alma, y sale lo que llevas dentro. Lume era un disco mucho más oscuro. Apocalíptico. De hecho terminaba con “Humo”, un corte que hablaba de una ciudad destruida. Para nosotras tiene todo el sentido del mundo volver ahora con Maleza y ese concepto del resurgir, de renacer después del colapso. Por eso también es un álbum mucho más optimista, con un mensaje más positivo.

A: ‘Maleza’ es eso, la vida después de la destrucción que había dejado el fuego de ‘Lume’. ¡Es una historia de conexión y continuidad que tenía mucho sentido para nosotras incluso antes de saber que se avecinaba una pandemia!

-¿Encaja esta sensación de cierta esperanza con algunos de los temas de las letras? ¿Cuáles son?

V: “Cien obstáculos”, que habla de no rallarse demasiado porque la vida sólo es una y de vivir el momento y disfrutar de las cosas. “Hoy no” va un poco por el mismo camino, “Mi orden” habla de la luz después de la oscuridad y “Una selva” que, sin duda, es el tema más optimista, que repite ese mantra de “no todo está perdido” con el que cerramos el álbum.

-Habladnos de “Rituais”. Tanto de la importancia de cantar en gallego como del arquetipo de la meiga o bruja.

V: De la importancia de cantar en gallego no hay mucho que decir. Es una lengua que va perdiendo adeptos peligrosamente con el paso de los años, muy poco común entre los jóvenes, relegada a entornos rurales, y creemos que tenemos que conservarlo. Cantar en gallego es una forma de ponerlo en valor, de mantenerlo con vida. Como gallegas creemos que es nuestra responsabilidad, así que no lo dudamos mucho. Respecto al arquetipo de las meigas, quisimos hacer nuestro particular homenaje a todas las mujeres que fueron tachadas de brujas por pensar o vivir de manera diferente, a las que torturaron y mataron. Es un poco un himno feminista, ya que desgraciadamente nos siguen asesinando, y es algo en lo que no podemos dejar de pensar. Es necesario cambiar muchas cosas para que el mundo camine hacia la igualdad real. Estamos fuertemente comprometidas con el tema y seguiremos haciendo este tipo de canciones mientras el patriarcado siga reinando.

-¿Y qué hay de “Bessie”?

V: Esta te la puede contestar mejor Anxela, que fue quien la escogió para hacerle un homenaje 🙂

A: Llegué a la figura de Bessie Stringfield porque me apasiona el mundo de las motos. Ella fue una mujer afroamericana que recorrió EEUU en su Harley en contra de todo lo que se esperaba de ella, por ser mujer, por ser afroamericana, por ser motera… Le dio igual, hizo lo que ella quiso hacer en una época especialmente complicada (años 20 y 30). Un auténtico símbolo de libertad que se merecía un pequeño tributo.

-En vuestros anteriores discos tenéis más “homenajes” a mujeres fuertes. ¿Cuáles son vuestras referentes? ¿Y en la música?

V: Buf, la lista es muy larga. Realmente somos lo que somos por la cantidad de mujeres que nos han influenciado y que han abierto camino para que podamos estar ahora donde estamos, así que hacerles homenajes es nuestra manera de traerlas de nuevo a la vida y difundir su obra. Por poner algunos nombres: Alice Kyteler, Agnes Waterhouse, Anna Göldi… Y en música, Joan Jett, PJ Harvey, Mercedes Peón, Brody Dalle, Kastlheen Hanna, Kim Deal, Kim Gordon… ¡La lista es interminable!

-Al hilo de esto, hacen falta muchas más referentes. Aunque solo el hecho de sacar discos y grabar/componer música os convierte en unas y también es una herramienta de empoderamiento, no solo para vosotras mismas, sino también para otras mujeres. ¿Cómo aprovecháis esta herramienta/posición que tenéis?

V: Pues como ya comentaba antes, las aprovechamos para traerlas de nuevo al presente, para difundir su obra e historia, para hacérselas llegar a más mujeres, y para homenajearlas. Como bien dices, los referentes son muy necesarios y tienen un papel vital a la hora de cambiar el mañana.

A: Es un auténtico orgullo para nosotras pensar que también somos referentes para algunas. Cada vez que nos lo dicen sentimos una emoción tremenda.

-Volviendo a algunas de las canciones, también hay sexo. En “X”. Una mujer cantando sobre sexo es incluso hoy en día un acto de rebeldía. ¿Es algún tipo de afirmación, de liberación? Aunque también tiene un fuerte mensaje de respeto y diversidad

V: X es una oda a las relaciones de cama, a esos momentos en los que te sientes invencible y súper vulnerable a la vez, en las que te sientes muy fuerte y a la vez muy débil, cuando las endorfinas enloquecen y sientes mariposas, aunque sean sólo fruto del placer carnal… Teníamos claro que queríamos darle un enfoque de diversidad, no limitarlo a las relaciones cis-hetero, porque eso ya está más que visto y súper trillado. Queríamos mostrar las distintas variantes del amor y del sexo para que todo el mundo se pudiese sentir identificado, y huir un poco de los estereotipos chico/chica que tan trillados están. Al final no importa qué seas ni cómo disfrutes, mientras lo hagas desde el respeto y la responsabilidad afectiva.

-Hasta el vídeo refleja mucha diversidad. ¿Creéis que falta representación en el Rock/Metal? En estos estilos ves pocos vídeos con los que diferentes identidades se puedan identificar.

V: Precisamente por eso decidimos hacerlo de esta manera. ¡Lo de siempre ya está muy visto!

-Dicho todo esto sobre “Maleza”; ¿cómo lo describiríais en tres palabras?

V: Directo, intenso y crudo.

-El otro día en alguna red social me salió una noticia de algún medio con una entrevista vuestra, y el titular era algo así como “la música es machista”. Algo obvio. Me puse a leer los comentarios y tuve que dejarlo porque me cabrearon mucho. Mucha gente del Rock se llena la boca criticando a otros géneros por sus letras machistas y se niegan a ver lo que hay en “casa”. Cualquier producto cultural no deja de ser un reflejo de la sociedad del momento, y el machismo es un problema social pero, ¿creéis que realmente algunas actitudes sexistas están más arraigadas en ciertos géneros musicales?

V: Al final la música es un reflejo de la sociedad, y la sociedad es machista. Por ende, la música también. Se suelen criticar ciertos estilos como el reguetón o el trap por el tema del machismo, pero no es una cosa exclusiva de estos géneros. Es cierto que la sociedad ha cambiado mucho y que si te pones a analizar letras de los 70 o los 80 o los 90, pues te encuentras cosas que ahora mismo serían impensables, pero sigue ocurriendo. Y luego está el tema de ganar clicks por encima de todo, que fue un poco lo que hicieron con ese titular. Encima un medio que ya se ve de qué pie cojea. Aún así es lo que tú dices, te pones a leer comentarios y flipas. Para mí lo más triste es ver a mujeres comentando que somos unas “femilocas”. Está claro que el discurso patriarcal está muy enraizado y parece que a mucha gente le pica que se denuncien las injusticias. Nada nuevo bajo el sol, vaya.

-Siendo mujeres todo es más difícil, pero es que además la mierda que una tiene que aguantar es el doble, y más ahora con las redes sociales. ¿Tenéis algún mecanismo, alguna manera de lidiar con los horrores del sexismo?

V: Pasar de largo. Como diría Taylor Swift: Haters gonna hate. Y a mí particularmente me hacen mucha gracia, muy vacías tienen que tener las vidas para dedicarle tiempo a escupir tanto odio en un ordenador… En fin. Al final es cierto eso de que al fin y al cabo es publi, así que por mí, que se diviertan. Yo también lo hago leyendo esas joyas…

-Y finalmente, ¿qué planes tiene BALA ahora a corto plazo?

V: Tocar, tocar y tocar. Ahora mismo las circunstancias no acompañan demasiado, pero estamos mucho mejor que hace unos meses, así que esperemos que poco a poco vaya abriendo la cosa y poder presentar Maleza como se merece en tantos sitios como podamos. Tenemos bastante claro que el año de las giras grandes será 2022. Pero mientras, lo que vaya saliendo, lo haremos con gusto.

-Esto es todo por nuestra parte, daros las gracias por vuestro tiempo una vez más. Si queréis añadir algunas últimas palabras, es vuestro turno.

V: ¡Gracias a vosotras por vuestro tiempo! ¡Esperamos veros en algún bolo! ¡Traed tapones y larga vida al ruido!

A: ¡Gracias por el apoyo y hasta muy pronto! A poder ser con escenarios de por medio.

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

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