PHIL CAMPBELL AND THE BASTARD SONS – We’re the Bastards

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Nuevo disco del amigo Phil y sus Bastards Sons más el cantante adoptado para la banda, que nos presenta un disco con matices de los 80 y 90 con temas como “We’re the Bastards”. Empieza con un groove muy rockero. Contundente. Acompañado de una voz más suavizada pero con un tono chulesco, vacilón, con un estribillo muy bien puesto y unos solos muy Hard con mucho feeling. Otros, como “Son of a Gun”, “Animals” y “Hate Machine” son más acelerados, tirando más al sonido MOTÖRHEAD, con unos riffs rápidos y duros, unos cambios con unas instrumentaciones y solos muy de la época, pero la voz le da toque alternativo demasiado suave para la dureza y pasión de los cortes.

El siguiente es “Promises are Poison”. Aquí la voz adquiere más dureza, parecida a la de Chris Cornell de SOUNDGARDEN, aunque tambiénla suaviza en puentes y cambios a lo largo de la canción. Los riffs son muy clásicos, con un boogie Rock mezclado con ritmos sabbáthicos que le aporta dulzura y dureza a la vez. Lo mejor; los solos, que suenan de muerte. “Born to Roam” y “Desert Song” tienen un inicio de ritmo sureño y adictivo que entra muy bien, con unos riffs a medio tiempo con crudeza y la voz brindándole ese tono alternativo que, para mí, pierde fuerza. Cuando se pone agresiva y la sube un poco no suena del todo mal. Y, de nuevo, unos solos apoteósicos dan la nota más rockera de las pistas. En cambio, “Bit my Tongue” sí tiene un aire de los 90 alternativo total. Eso sí, con unos riffs poderosos y unos punteos muy en la onda Hard Rock, pero esa envoltura vocal tan alternativa le hace perder fuerza, aunque parezca que la tenga por la distorsión que tiene. En “Keep your Jacket on” nos encontramos un Boogie Rock distorsionado con mucha chulería y actitud. Lástima de esas estrofas tan alternativas. Y no hago más que decirlo, pero el cantante, el único que no es hijo, no le da el tono y la fuerza que merece la instrumentación, aunque lo intenta, y a veces suena con la agresividad que debería. Y, eso sí, también me estoy repitiendo, pero los solos son de lo mejor del disco, con actitud y confianza. En cambio, en “Lie to me” el espíritu cavernoso y sabbáthico que le dan los riffs lo hace más duro. Con más actitud. Aunque siempre están esas entonaciones que también lo acercan a formaciones de los 90 como SOUNDGARDEN o KYUSS, pero con esa aura oscura, densa y pesada. Y en “Riding Straight to Hell” nos encontramos con Hard Rock de ritmos repetitivos que recuerda desde AC/DC hasta los primeros tiempos de Phil en PERSIAN RISK. Un tema sin alardes. Bastante estándar. Pero con una efectividad y chulería muy bien puestas. Igual que “Destroyed”, un Punk Rock acelerado con ritmos caóticos y garajeros. Con mucha intensidad. Y acabamos con “Waves”, para mí el mejor corte, con una serie de matices que nada tienen qué ver con el resto, con unos sonidos envolventes, intimistas, con cierta oscuridad y unos sinuosos punteos y riffs suaves, con unos cambios de ritmo y voz, esta vez, bien adaptados a la canción. Sin duda, este corte experimental les ha quedado muy bien, y su punto a medio tiempo suave le da un aire cósmico y místico.

En definitiva, no es mal disco, quizás muchos temas y la voz muy alternativa. Creo que son siete u ocho temas en la onda MOTÖR garajera y Punk de toda la vida hubiera quedado mejor.

Nuclear Blast (2020)

Puntuación: 7/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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