KING DUDE

Poca presentación se puede hacer a estas alturas de KING DUDE, el proyecto Dark Folk del estadounidense TJ Cogwill. Una banda tan oscura como brillante, tan triste como cálida, tan llena de misterio como de amor. Es un contraste único y un sonido apacible a la par que siniestro que solo él sabe crear y que, casi sin quererlo, se ha metido en el bolsillo incluso a los amantes de la música Metal y de otros muchos géneros, tal es así que ha colaborado con artistas tan dispares como URFAUST o CHELSEA WOLFE. Y es que KING DUDE convierte en magia lo que toca, y no hay mejor prueba de ello que su nuevo álbum, «Songs of Flesh and Blood in the Key of Light», que de nuevo le está haciendo cosechar un merecido éxito. Indagamos en el mundo de KING DUDE a través de esta entrevista.

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– Hola y, antes de todo, gracias por tu tiempo. ¿Qué tal va todo ahora mismo con KING DUDE? ¿En qué estás centrado en estos momentos?

Estoy bien, gracias. Ahora mismo estoy sentado en mi sofá con mi perro en Seattle, Washington. Es una tarde de sábado y estoy tomando un poco de té y fumando cigarrillos y respondiendo preguntas para algunas entrevistas.

– Antes de todo me gustaría empezar con el nombre del proyecto. Es un nombre que no da ninguna pista sobre cuál es tu estilo musical que, por cierto, es bastante amplio, casi sin límites pero con raíces en la música Folk. ¿Buscabas un nombre que no limitara tu música?

Cuando empecé KING DUDE, definitivamente, no pensaba que nadie lo fura a escuchar, ni que a alguien le fuera a gustar. Fue un proyecto de grabación de dormitorio y el nombre se eligió un poco al azar. Es un poco una carga, ya que en América la palabra «dude» puede tener connotaciones negativas un poco bobas. Pero no soy completamente una persona seria, así que supongo que encaja.

– Parece que desde que lanzaste «Fear» estás recibiendo un reconocimiento más amplio. Fue un disco más accesible, me atrevería a decir que con muchos elementos Pop. ¿Era hacer un disco más accesible algo que querías hacer de forma consciente?

Sí, al 100%. Quería ver si podía hacer un disco de sonido más pulido en l estudio, y las canciones en sí supongo que tenían un elemento más Pop. Contraté a Bill Rieflin para producirlo y aportó un elemento fantástico a las grabaciones. Aprendí tanto de el y de Don Gunn, el técnico de la grabación de «Fear», que me inspiró de nuevo para grabar mi propia música en mi propio estudio. Fue una experiencia maravillosa.

– Y ahora acabas de sacar tu más reciente redondo, «Songs of Flesh and Blood in the Key of Light». ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Qué sensaciones te merece el resultado final?

Me encanta, en mi opinión es mi mejor trabajo hasta la fecha. También como grabé la mayor parte d el yo mismo es una sensación muy alentadora para seguir trabajando así. Durante el proceso de grabación estuve en un lugar muy oscuro, lo cual se muestra bien en ciertas partes del disco. Simplemente me alegro de haberlo hecho y que a alguna gente le guste.

– Este disco me recuerda a tus primeros lanzamientos, con un sonido general más crudo. ¿Tenías una idea clara de cómo querías que sonara desde los primeros momentos de su creación?

No creo que suene tan crudo como mis primeros trabajos, pero supongo que sé a lo que te refieres. En realidad no tenía ni idea de cómo sonaría, aparte de que estaba muy inspirado por la música Gospel en el momento de componerlo. No creo que se muestre necesariamente en la grabación para nadie excepto para mí.

– De hecho una vez más grabaste el disco tú mismo, no como «Fear». Supongo que tener control total sobre tu trabajo hace que sea más fácil obtener la visión exacta de lo que tenías en mente.

Bueno, Shawn Fleming grabó algunas canciones también, en el sótano de su casa, en Portland, pero sí, mezclé todo el disco, compuse todo, hice todos los arreglos y toqué la mayoría de los instrumentos. Tener todo este control es como un arma de doble filo. Por un lado si el disco es genial te sientes eufórico, y si el disco apesta, solo te puedes culpar a ti mismo.

– Este largo contiene un nuevo elemento, tiene mucho piano. ¿Por qué creíste que encajaba? Y, ¿lo has tocado tú mismo?

Sí, toqué yo mismo todas las partes de piano del disco. Me interesé por componer temas al piano hace algún tiempo, pero no tengo formación musical formal, así que fue difícil empezar. Simplemente seguí tocando hasta que tuve suficiente, y aún sigo siendo una especie de neandertal en lo que se refiere a tocar. Pero lo que encontré fue que el piano es un gran lugar para empezar cuando compones canciones, porque lleva a la música a una dirección completamente distinta a lo que haría una guitarra. Ha sido muy divertido componer así.

– En general «Songs of Flesh and Blood in the Key of Light» da la sensación de ser un trabajo más personal. ¿Tomas inspiración de experiencias reales para escribir tus letras?

La mayor parte de este disco va sobre mí, y mi vida amorosa, sobre lo que es especialmente terrorífico escribir. Se sigue ocultando con historias que no son exactamente literales, pero la mayoría de los temas tienen qué ver con mi relación con una chica de la que estaba profundamente enamorado.

– Básicamente hablan de amor, y sus aspectos negativos. Digamos que son canciones tristes llenas de luz y, de alguna forma, un sentimiento cálido. Parece que el contraste es un elemento muy importante en tu música. ¿Cuán importante es?

Creo que cualquier buena canción de amor debe tener algún elemento de algo oscuro. Creo que así es también cómo es la vida real, aunque no queremos que sucedan cosas malas cuando estamos enamorados, no podemos ignorar lo que viene con una gran cantidad de tristeza.

– En cuanto a letras la canción que me llamó mucho la atención fue «Deal with the Devil», es tan cautivadora, tan directa que casi duele. ¿Hay algo tras esta letra que puedas revelar?

Bueno, es un tema sobre un hombre que perdió a la mujer que más amaba y va al cielo para traerla de vuelta y hace un pacto con el Diablo, pero le tima y pierde su propia vida en el proceso de traer la de ella de vuelta. El primer verso es muy personal y trata sobre mi vida real y una relación que tuve con una chica a la que realmente amaba. Sabe qué significa y me encanta lo que significa, pero aparte de eso, tan solo es una bonita historia para una bonita canción.

– Lucifer también es un elemento importante para KING DUDE, quizás es la personificación de ese elemento amor/luz del que hablaba antes. Pero supongo que hoy en día alguna gente pensará en Lucifer como algo malvado o demoníaco. ¿Te importa el hecho de que alguna gente pueda relacionar tu música a algo demoníaco?

No, no me importa en absoluto. Las canciones son un poco demoníacas y toda la gente tiene ese elemento. Simplemente escogen lo que pongo sobre la mesa. Por otro lado Lucifer, en mi opinión, no tiene nada qué ver con el Demonio o Satanás. Para mí Lucifer representa la Luz y la sabiduría espiritual, pero para otros puede significar otra cosa.

– La música puede ser distintas cosas para distintos artistas; una forma de canalizar ciertas emociones, tan solo un entretenimiento o una forma de expandir un mensaje. Personalmente siempre he creído que tu música tiene un mensaje, ¿cuál es? Y, ¿qué es tu música para ti?

Mi música tiene muchos mensajes, pero no hay manera posible de condensar eso en una respuesta aquí. Para mí mi música es mi vida y soy un total esclavo suyo.

– Es curioso el hecho de que estés trabajando con Ván Records, que básicamente es un sello de Metal. ¿Cómo entrasteis en contacto por primera vez? De hecho a muchos metalheads les gusta tu música. ¿Cuál crees que es el principal motivo?

Me puse en contacto con ellos a través de URFAUST cuando hicimos el split 700. No sé por qué a los metalheads les gusta KING DUDE, ni tan solo parecía que les gustaba el grupo de Metal en el que tocaba. Estoy seguro de que estar con Ván en Europa llama la atención de los metalheads y se expande a partir de ahí. Supongo que se lo tengo que agradecer a Sven, y por tomar la oportunidad de sacar mis discos.

– Finalmente, dicho todo esto sobre el disco; ¿cómo describirías «Songs of Flesh and Blood in the Key of Light» con solo 3 palabras?

Bueno, no creo que pueda. El título que elegí par el álbum tiene 10 letras y describe el compacto perfectamente.

– Antes de terminar esta entrevista me gustaría preguntarte algo por lo que he sentido curiosidad durante toda la entrevista, ya que resulta raro hablar de «King Dude» como banda siendo tu proyecto en solitario. ¿Es KING DUDE TJ Cowgill o un álter ego?

A veces se hace un poco confuso. Pero me parece bien, ser un contador de historias para mí es algo importante y, con tal de hacer eso, tengo que vivir mi propia vida y experimentar cosas que pueden ser poco saludables sin convertirse en la historia en sí mismas. Es una delgada línea que siempre estoy cruzando.

– Hace algunos meses tuvimos la suerte de verte en España. Fui a uno de esos conciertos y me dio la sensación de que el concierto era como una especie de, no ritual, sino de celebración religiosa, tanto por el sentimiento íntimo como por la comunión entre tú y el público, así como la música y toda la estética, con el escenario lleno de velas. ¿Qué son para ti tus actuaciones en directo? Y, para poder lograr lo que quieras que sean, ¿cuán importante es el aspecto visual?

Me gusta pensar en los conciertos como si hiciera una pequeña iglesia y trajera alguna resemblanza a una experiencia revelatoria en las vidas de la gente. Raramente tenemos eso hoy en día y es una buena sensación conectar con los demás en una canción. Es una tradición muy antigua de la que intento formar parte.