PORTRAIT – Crossroads
¿Qué esta ola de bandas suecas con sonido retro son todo imitaciones? ¿Que no hay originalidad? ¿Que la mayoría de estos grupos se estancan en sí mismos? Para ver que no es así solo tenéis que escuchar «Crossroads», el último álbum de la banda de Heavy Metal PORTRAIT. Un disco donde rompen con todas las etiquetas que les han puesto, con todas las comparaciones y con todo lo que cualquiera podría preveer. Pero no os equivoquéis, siguen siendo PORTRAIT… Quizás incluso más que nunca.
El álbum abre con la intro instrumental «Liberation», seguida de «At the Ghost Gate», una pista épica de emoción victoriosa y sonido majestuoso, con un estribillo y melodías muy pegadizas. Más de 5 minutos de canción, pero funcionan bien, en gran parte gracias a la estructura dinámica de la misma. Después encontramos «We were not Alone», con toques de Power Metal americano, pero en general es una canción más Heavy y menos épica que la anterior, con mucha melodía. También cuenta con una sección intermedia instrumental muy interesante y personal. Como siempre, no faltan los buenos solos, como en todos los temas de la obra, con un sonido puramente ochentero.
A estas alturas ya vamos viendo por dónde van los tiros en este compacto y hacia dónde va la evolución de PORTRAIT, aunque mantienen su sello, como el dúo guitarrero tan vital que forman Christian Lindell y ahora David Olofsson y, cómo no, la inconfundible ( aquí más variada que nunca) voz de Per Karlsson. Como prueba, «In Time», el primer single de la obra. Es ese tema veloz y directo que tanto gusta, posiblemente uno de los más directos de todo el plástico, aunque la mezcla le ha dado un sonido mínimamente caótico, especialmente al comienzo, con unas guitarras muy altas que en ocasiones incluso parecen tapar la voz. Tras este corte tenemos «Black Easter», una pista en la que, desde el principio con unas siniestras guitarras, sabes que va a ser muy MERCYFUL FATE (por primera vez en el disco). Y para prueba un botón, porque estas cuerdas van seguidas de una voz (e incluso efectos vocales) al más pur estilo King Diamond, incluso la estructura es muy MERCYFUL, con un cambio de ritmo/pasaje distinto hacia mitad de la pista. Aunque nunca dejan de ser PORTRAIT. Una canción muy oscura a la que le sigue «Ageless Rites», otro tema Heavy con aroma épico al estilo de los dos primeros.
Y llega la que para mí es una de las sorpresas del plástico, «Our Roads must Never Cross»; una canción muy agresiva pero también melódica, de hecho el equilibrio entre ambos elementos es sublime. Además la atmósfera general resulta muy fría, casi reminiscente del Black Metal, y también la voz mezcla agudos con otros registros muy feroces. Un tema que destaca, no tanto por su calidad o ejecución, sino por esa emoción fiera. Y tras ella el cierre con «Lily», un monstruo épico de 9 minutos para poner punto y final a este compacto. Una pista que empieza con voz frágil e instrumentación acústica, a modo de balada, para evolucionar en un medio tiempo épico.
POTRAIT nunca han hecho algo nuevo, al contrario, reviven un género y nos devuelven a décadas pasadas, y eso lo hacen como nadie. Pero en este tercer álbum han hecho algo más y han buscado frescura dentro de su propio sonido, han ampliado sus fronteras incorporando emoción casi BM, pinceladas de Power americano e incluso de Speed Metal. Pero, lo más importante, han dejado de rendir tributo a MERCYFUL FATE para buscar un sonido y sentimiento más épico. Eso sí, la producción a veces resulta algo caótica, pero en general está muy acorde con ese sonido tradicional, muy llena de vida. Y es que su música no deja de ser sincera y enérgica, con mucha pasión.
También destaca enormemente el papel de la guitarra, y es un instrumento que se han encargado de poner muy al frente en la mezcla. Hay buenos solos y los riffs, aunque la mayoría no tengan demasiada individualidad, no dejan de ser interesantes. Pero más interesantes son las variaciones en las estructuras, haciendo que funcionen y fluyan bien, siempre manteniendo la atención del oyente, incluso las canciones más largas. En cambio las canciones sí tienen mucha individualidad y elementos distintivos.
En «Crossroads» tenemos a los PORTRAIT más épicos y majestuosos, refinando su sonido, renovándolo pero sin perder su identidad, siempre siendo oscuros e intensos. Es un disco más lento y con más medios tiempos que sus predecesores, pero eso no hace otra cosa que jugar a favor de la épica ganada. Buenas composiciones y buen sonido (cada vez más propio) que podría haber sido creado durante la década de los 80, ¿qué más se puede pedir?
Metal Blade (2014)
Puntuación: 8,5/10
