BURZUM – Sôl austan, Mâni vestan

0

A veces comentar un álbum de BURZUM no es tarea fácil, especialmente cuando se trata de una de esas obras experimentales de Varg. De hecho ahora, con su nuevo «Sôl austan, Mâni vestan» parece que, en cierta medida, de alguna forma, ha querido volver a sus primeros trabajos más ambientales y, por suerte o por fortuna, ofreciéndonos algo similar a su anterior «Umskiptar», que dejó a sus seguidores con un sabor de boca agridulce. De todas formas, el nombre de Vikerness y BURZUM siempre atrae atención, y siempre obtendrá respuestas polarizadas, así que con su nuevo disco no va a haber una excepción.

 

Los últimos 5 años para Varg han sido un verdadero no parar, y tras un aceptable «Umskiptar», no era de extrañar que en algún momento, tras tantas placas seguidas, se le fuera escapando poco a poco la inspiración. Y es que este «Sôl austan, Mâni vestan» es otro disco ambiental basado en teclados, pero muy poco inspirada. Se trata de una placa instrumental que pretende ser un viaje a través del paganismo y la naturaleza noruega, pero no da la sensación de un viaje, sino de un álbum poco consistente, que repite emociones con cada tema. La atmósfera es la misma a lo largo de todo el compacto, y la emoción también, por lo que no crea esa sensación de discos como «Daudi Baldrs», no tiene esa capacidad de atrapar al oyente y hacerlo vagar por su imaginación, por las letras o por los pasajes de BURZUM. Es un disco bien hecho, sin duda, pero con «Sôl austan, Mâni vestan» la inspiración parece haberse marchitado, o al menos el propósito de los discos ambientales, la capacidad de hacer viajar al oyente. Quizás algo tenga que ver el hecho de que Varg, con su capacidad, podría haber jugado y desarrollado mucho mejor las composiciones, o al menos haberle puesto más alma. Las ideas son buenas, las composiciones, las estructuras, es personal, solo suena a BURZUM… Pero le falta emoción. Se echa de menos ese aire hipnótico y sentir cosas distintas con cada canción, que cada tema se mantenga por sí mismo y muestre su propia personalidad. No sieno así, tampoco habría ido mal algo más de variedad entre los cortes. La encontramos sí, con canciones que suenan muy ochenteras, pero demasiado tímidamente.

 

Varg siempre ha tenido calidad, de eso no hay ninguna duda, y vuelve a plasmarlo en este nuevo «Sôl austan, Mâni vestan», pero todo disco ambiental requiere algo más que simple música. Requiere crear imágenes con sus sonidos, con sus texturas, requiere recoger la naturaleza en esos sonidos, y transportar allí al oyente. Requiere emoción, alma, y eso es lo que le falta. Le sobra melodía y le falta consistencia, una atmósfera que case con el concepto del redondo. Le falta conexión con el que oye el álbum. Quizás más de un año sin editar una nueva obra nos mostraría a un Varg con más inspiración, con esa capacidad de atrapar y no dejarte escapar con su música.

 

Byelebog Productions (2013)

Puntuación: 6,5/10

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Highslide for Wordpress Plugin