DRAGGED INTO THE SUNLIGHT – Widowmaker
A pesar de lo que diga la gente o lo que rece en la omnipotente Encyclopaedia Metallum, es realmente imposible intentar definir con una palabra o con un género el estilo único y personal que descarga el grupo inglés DRAGGED INTO THE SUNLIGHT. Logran combinar a la perfección Black, Doom y Death con pasajes ambientales, grandes dosis de experimentación y un enorme halo atmosférico. Con su álbum debut, «Hatred for Mankind», sorprendieron a propios y ajenos, y con su segundo álbum, que verá la luz el próximo mes de noviembre, «Widowmaker», no se copian a sí miso pero sí perfeccionan su fórmula.
Es imposible comparar esta nueva obra con su antecesora, no se trata en absoluto de una burda copia por intentar mantener el listón, tampoco es una continuación, sino un paso más allá adentrándose aún más en su profundidad y en su propia personalidad. Una personalidad, por cierto, arrolladora, tanto en el sentido de practicar una reconocible amalgama de estilos e influencias como en el más estricto sentido de la palabra, ya que su música parece ser algo muy introspectivo y personal, en primera persona, dejándose llevar por las emociones, plasmándolas en sus composiciones y, de esa forma, transportándola a los oyentes. De hecho, tanto sentimiento esconde este redondo que el recorrido por el no resulta otra cosa para el oyente que una interesantísima experiencia, un intenso viaje a través de distintos estados de ánimo.
Todo esto lo consiguen con unas composiciones tremendamente elaboradas pero muy naturales (al igual que su producción, verdaderamente orgánica), en las cuales conjugan una peculiar brutalidad con melodías que no escapan ni de tu mente ni de tu oído, siempre creando un gran contraste con las densas guitarras, esas que proporcionan un sonido asfixiante y muy potente, que retumba en tus tímpanos casando a la perfección con la estruendosa base rítmica. Tan trabajadas están sus composiciones que tan solo encontramos tres cortes en este álbum, durando cada uno de ellos alrededor de 10 minutos, pero lo cierto es que los británicos son tan grandes compositores que su música no se hace aburrida en ningún instante (más bien lo contrario) y, si prestas la atención necesaria a todos los sutiles detalles que combinan, es una obra que te atrapa, de esas que quieres escuchar una vez tras otra. Quizás tenga mucho qué ver con eso su gran versatilidad, la cual plasman tanto con distintas formas de utilizar cada instrumento, como por los cambios de ritmo (e incluso de registros, a veces optando por unas influencias musicales más que por otras), e incluso con una voz que cubre diferentes registros vocales.
DRAGGED INTO THE SUNLIGHT es una de las bandas más honestas y personales que he escuchado últimamente, sin miedo a nada, tan solo dejando aflorar sus sentimientos e cada canción. Y parece que esta sinceridad musical les ayuda siempre a crear un impecable resultado final. Si os gustó su álbum debut, este incluso lo supera, aunque optando por un enfoque distinto dentro de su propio carácter. Simplemente, es uno de esos redondos que mejora con cada nueva escucha. Merece una enorme atención.
Prosthetic Records (2012)
Puntuación: 9/10
