A diferencia de cómo puedan haber descubierto GIUFFRIA jóvenes de mi edad, yo no lo hice tras conocer su participación en discos de HOUSE OF LORDS, ni siquiera sé cómo lo hice; quizás buscando bandas de AOR cuando me iniciaba (hace alrededor de unos 11 años) y bajando algunos temas. La primera canción que escuché (entre algunas otras del primer y segundo y último disco) fue el enorme hit “Do me Right”, y fue un motivo más que suficiente para hacerme con una copia de este primer larga duración ya descatalogado en una pequeña tienda de discos de la calle Tallers que ya hace años que cerró. Recuerdo lo que me dijo aquel, entonces para mí viejo de la tienda: “Qué gran disco, y es de las pocas copias que podrás encontrar”. Tenía unos 10 años, y me hizo ilusión escuchar aquello (aunque más ilusión me haría encontrar años después este mismo disco en vinilo por cuatro duros como si de cualquier banda olvidada de mala muerte se tratara, pasando desapercibido entre discos de Pop descoloridos por el paso de los años) y, en cierta medida, me hizo estar más segura de aquella adquisición casi por probar. " />

GIUFFRIA – Giuffria (1984)

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A diferencia de cómo puedan haber descubierto GIUFFRIA jóvenes de mi edad, yo no lo hice tras conocer su participación en discos de HOUSE OF LORDS, ni siquiera sé cómo lo hice; quizás buscando bandas de AOR cuando me iniciaba (hace alrededor de unos 11 años) y bajando algunos temas. La primera canción que escuché (entre algunas otras del primer y segundo y último disco) fue el enorme hit “Do me Right”, y fue un motivo más que suficiente para hacerme con una copia de este primer larga duración ya descatalogado en una pequeña tienda de discos de la calle Tallers que ya hace años que cerró. Recuerdo lo que me dijo aquel, entonces para mí viejo de la tienda: “Qué gran disco, y es de las pocas copias que podrás encontrar”. Tenía unos 10 años, y me hizo ilusión escuchar aquello (aunque más ilusión me haría encontrar años después este mismo disco en vinilo por cuatro duros como si de cualquier banda olvidada de mala muerte se tratara, pasando desapercibido entre discos de Pop descoloridos por el paso de los años) y, en cierta medida, me hizo estar más segura de aquella adquisición casi por probar.

A diferencia de cómo puedan haber descubierto GIUFFRIA jóvenes de mi edad, yo no lo hice tras conocer su participación en discos de HOUSE OF LORDS, ni siquiera sé cómo lo hice; quizás buscando bandas de AOR cuando me iniciaba (hace alrededor de unos 11 años) y bajando algunos temas. La primera canción que escuché (entre algunas otras del primer y segundo y último disco) fue el enorme hit “Do Me Right”, y fue un motivo más que suficiente para hacerme con una copia de este primer larga duración ya descatalogado en una pequeña tienda de discos de la calle Tallers que ya hace años que cerró. Recuerdo lo que me dijo aquel, entonces para mí viejo de la tienda: “Qué gran disco, y es de las pocas copias que podrás encontrar”. Tenía unos 10 años, y me hizo ilusión escuchar aquello (aunque más ilusión me haría encontrar años después este mismo disco en vinilo por cuatro duros como si de cualquier banda olvidada de mala muerte se tratara, pasando desapercibido entre discos de Pop descoloridos por el paso de los años) y, en cierta medida, me hizo estar más segura de aquella adquisición casi por probar.

Y no me equivoqué. Desde aquel primer momento al escuchar el inicio del primer tema que abre el disco, la ya mencionada “Do me Right” he considerado a Gregg Giuffria como el rey indiscutible de los teclados y, el homónimo “Giuffria”, uno de los mejores (o quizás no, ahora me pondré a ello) y, sobretodo, más especiales discos de AOR que ha habido en mi vida.

Los teclados siempre han sido, sin ningún tipo de duda, la gran personalidad de la banda (o carrera en solitario de Gregg) además de su principal base, algo que hace tan especial su música y que le aporta tanto sentimiento. No sé si seré yo, pero los teclados siempre han sido un fetiche para mí en bandas de este estilo y, su única melodía, puede hacer evocarme recuerdos y sentimientos que pocas guitarras, o incluso voces, logran. Simplemente, ellos hacen la atmósfera Giuffria.

Lo cierto es que, a pesar de lo edulcorado y sentimentaloide que reina en el redondo, hay lugar para todo; ritmos pegadizos (especialmente en los estribillos), canciones cañeras (dentro de lo que cabe en el AOR) y tópicos rockeros además de, por supuesto, enormes baladas.

Lo cierto es que las baladas son lo mejor del disco, perdiendo mucho más en temas rápidos. “Call to your Heart” o “Lonely in Love” son claros ejemplos de cómo construir una balada monumental y sin caer en la monotonía. Dos temas completamente distintos entre ellos, con distintos matices y atmósferas. Ambas canciones podrían haber salido perfectamente de cualquier trabajo de JOURNEY de los 80, podría recordar bastante al gran “Frontiers”.

Y ésto no se puede tomar de otra forma que no sea enormemente positiva y no, no es en absoluto una copia, Giuffria tiene su propia personalidad y sus propias ideas y éso es algo más que obvio cuando escuchamos su música.

Pero no solo son las teclas el alma y mente de la banda, la guitarra de Craig Coldy también juega un gran papel y sobretodo el brillante David Glenn Eisley, que tiene muchísimo potencial en los registros más variados y con una gran capacidad para transmitir; otro de los mejores factores de este debut.

Este plástico es, simplemente, la definición de AOR americano de los 80. Una pieza realmente IMPRESCINDIBLE (sí, en mayúscula) en la estantería de cualquier seguidor del género. Seguramente no será lo mejor que habéis escuchado, sobretodo en las canciones más rápidas, pero no os dejará, de ninguna forma, indiferentes. Buenas canciones y buenos músicos. Buen disco en todos los aspectos.

Dos años más tarde, en 1986, editarían su segundo y último trabajo “Silk and Steel” también de una gran calidad y, de nuevo, con grandes baladas y un David todavía mejor a la voz. Pero, personalmente, no creo que llegue a la altura de su predecesor de 1984 ni musical o técnicamente (Craig entonces ya no formaba parte del line-up, y éso es algo que se nota, y no precisamente para bien) ni a nivel emocional. Está claro que nunca se repetirá un “Do me Right” tan impactante ni que nunca habrá alguien que utilice los teclados de la misma forma que lo hace el Sr. Gregg.

Sin lugar a dudas, una banda y un disco que no podéis dejar escapar.

Tania Giménez

1 pensamiento sobre “GIUFFRIA – Giuffria (1984)

  1. Vaya no pensé que habian personas que todavia valoraban a bandas como estas,y sí tenés razon yo tambien daria cualquier cosa por ver o tener entre mis dedos por lo menos un casete de esta gran banda o algo de Giuffria para poder escuchar con alguien que comparta mis gustos….pero en fin no creo que Giuffria podia seguir siendo lo mismo sin Goldy

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