ALICE COOPER no necesita presentación alguna. No la necesita para los aficionados al Metal, tampoco para los ás hardockeros ni para los amantes del Rock más clásico así como los del Glam. Y es que, tanto por sus grandes composiciones que han hecho de temas auténticos himnos como por, entre otras cosas, sus tan sonados como polémicos directos, se ha labrado a fuego su propio nombre en la historia del Rock y, si me lo permitís, en la de la música. Un nombre y una parte de la música ya imposible de borrar que empezó a forjar en la década de los 60 y que vio su maor apogeo en la, desenfrenada para el Rock, década de los 70.

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ALICE COOPER – Trash (1989)

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ALICE COOPER no necesita presentación alguna. No la necesita para los aficionados al Metal, tampoco para los ás hardockeros ni para los amantes del Rock más clásico así como los del Glam. Y es que, tanto por sus grandes composiciones que han hecho de temas auténticos himnos como por, entre otras cosas, sus tan sonados como polémicos directos, se ha labrado a fuego su propio nombre en la historia del Rock y, si me lo permitís, en la de la música. Un nombre y una parte de la música ya imposible de borrar que empezó a forjar en la década de los 60 y que vio su maor apogeo en la, desenfrenada para el Rock, década de los 70.

ALICE COOPER no necesita presentación alguna. No la necesita para los aficionados al Metal, tampoco para los ás hardockeros ni para los amantes del Rock más clásico así como los del Glam. Y es que, tanto por sus grandes composiciones que han hecho de temas auténticos himnos como por, entre otras cosas, sus tan sonados como polémicos directos, se ha labrado a fuego su propio nombre en la historia del Rock y, si me lo permitís, en la de la música. Un nombre y una parte de la música ya imposible de borrar que empezó a forjar en la década de los 60 y que vio su mayor apogeo en la, desenfrenada para el Rock, década de los 70.

ALICE COOPER siempre se ha conocido por llevar un paso más allá el Rock de toda la vida aunque pasando por distintas y necesarias evoluciones. Un claro ejemplo es «Brutal Planet», con un sonido contemporáneo más oscuro y pesado.

Pero no voy a ser yo quién repase la historia de este ilustre frontman, como tampoco voy a venerarlo a él ni a su carrera de estos tantísimos años. Porque, para ser sincera, este hombre nunca ha sido santo de mi devoción será que, simplemente, no me gusta el estilo que suele (o solía) practicar o, mejor dicho, no me gusta el estilo en el que mejor se desenvuelve y en el cual se siente más cómodo.

Lo tengo muy claro; si tengo que alabar algo de lo que haya hecho este señor a lo largo y ancho de su carrera, será únicamente su increíble obra de 1989 «Trash». El contenido no tiene absolutamente nada que ver con el título. Paradójico, sin duda.

«Trash» es el álbum que marca la diferencia en la discográfia del americano, y no me refiero a calidad (que es algo que siempre ha tenido y ni yo puedo negarlo), sino al mero estilo. Este redondo contiene una de las cosas que más e gustan de aquella época de finales de los 80 y principios de los 90 y algo nuevo para todos los que habían seguido a Furnier: Hard Rock.

Y Hard Rock del bueno. Quizás «Trash» sea una de las piezas clave tanto para los seguidores del Hard Rock como para los del Rock melódico y AOR. Temas como el mítico «Poison» hacen que este trabajo sea totalmente imprescindible par cualquier persona que disfrute de todo lo que debe de tener una obra del estilo: buenas guitarras melódicas, increíbles melodías y riffs tan pegajosos como los coros y tan inmejorables como los solos de guitarra.

Todos los temas que componen este LP se han ido convirtiendo en himnos con el paso de los años. Aún así me es imposible no hablar del ya mencionado «Poison», lo cierto es que no hay persona que me conozca mínimamente que no sepa de mi amor por él. No sé qué tiene que me enamoró desde la primera escucha. Muchas veces, cuando ligamos una canción a recuerdos y vivencias personales hace que nos enganchemos a él y disfrutemos más del tema en cuestión. Con «Poison» me ha ocurrido todo lo contrario. Se trata de una canción que me gusta, me emociona y crea tantas sesanciones que, todo éso, me ha creado recuerdos y hecho recordas otros tantos así cómo hacer especiales ciertos momentos de mi vida en los que algo tenía que ver este enorme tema. Es curioso cómo sin ser, ni mucho menos, una seguidora, ni siquiera degustadora habitual de ALICE COOPER, «Poison» se convirtió desde el primer momento en mi canción preferida de la historia.

Pero no todo es «Poison» (lo reconozco, este es un buen pretexto para hablar de esta maravilla de corte). Temas como «House of Fire, «Bed of Nails» o «Spark in the Dark» son cortes totalmente hardrockeros, con los imprescindibles coros y estribillos pegadizos y ritmo fácil que hacen levantar a cualquiera de su asiento. Éso sí, las letras son realmente personales y excelentes, poco habituales en el género aunque el concepto sea el mismo. Sin duda, una forma original de expresar algunos tópicos dentro de este estilo. Tantos años de experiencia no pasan en vano y siempre sabe aportar su propio sello a géneros que parecen sobreexplotados. Letras, sin ningún tipo de duda, íntimas.

Pero no todo iba a ser fiesta y diversión, también hay lugar para emocionarse y momentos para la tranquilidad como, por ejemplo, con «Hell is Living Without you». La única pega de esta balada (como otros temas como «This Maniac’s in Love with you») es que puede llegar a hacerse monótonas, ya sea por su falta de feeling o el ritmo lineal. Pero, sin duda, no deja de ser una gran composición con una, igual de grande, demosración vocal aunque el in crescendo sea demasiado disimulado para darle al tema la fuerza y emoción necesaria. Aún así, un tema intenso.

Sí, lo sé, la mayoría de discos sobre los que he escrito para esta sección me parecían prácticamente perfectos y no les ponía ninguna pega. Pero «Trash», tan sólo por algunos temas, ya merece pasar a los anales de la historia. Realmente ésto no sé si es bueno o es malo; creo que es difícil crear 10 temas que rocen la perfección, pero también creo que es una tarea complicada crear unos cuantos temas que hagan historia y eleven un álbum del aprobado al sobresaliente. Aunque, realmente, han hecho historia tanto el Sr. Furnier como el disco del que hablo… ¡Y no sin merecerlo! Ya sea por las grandes composiciones codo con codo con el gran Desmon Child, colaboraciones especiales y una gran publicidad por parte de uno de los mayores medios, la MTV.

Lo cierto es que es curioso como este álbum es uno de los más emblemáticos de «Alicia»  siendo el único que no siente como suyo, del cual no tica ni una canción en sus conciertos. Realmente una lástima, no sabéis lo que daría sólo por escuchar «Poison» (siento ser pesada) en directo. Y no creo que sea la única.

 

Tania Giménez

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