ENTREVISTA: MIRANDA AND THE BEAT: Rabia, resiliencia y poder crudo en un mundo loco

En esta entrevista, Miranda and the Beat comparten la historia detrás de su álbum Can’t Take It, un trabajo nacido de luchas personales y de un sentido más amplio de frustración social. Desde canalizar la rabia colectiva—“Hoy todo el mundo está cabreado por alguna mierda loca”—hasta enfrentarse a desafíos personales, la banda reflexiona sobre temas de rebeldía, resiliencia y pura emoción.
También hablan sobre la influencia de su entorno, la calidad cinematográfica de su música y la urgencia de grabar en directo en un lugar lejos de su ambiente habitual. Con historias de amistades falsas, dinámicas de poder y un proceso creativo moldeado tanto por la inmediatez como por la soledad, esta conversación ofrece una mirada más profunda al proceso detrás de Can’t Take It y al espíritu desafiante que lo impulsa.
-Hola, antes que nada gracias por vuestro tiempo. ¿Cómo va todo en la guarida de Miranda and the Beat?
¿Cómo sabías que tenemos una guarida malvada? Nos mudamos a Nueva Orleans hace unos meses y estamos terminando de darle los últimos retoques a la guarida. ¡Ahora mismo estamos pintándola de morado para darle ese toque espeluznante! Nuestro esbirro, Spatz el gato, ya se la está adueñando, encontrando los mejores escondites para saltar y arañarte. ¡Cómo no amar a un gato malvado pero adorable!
-El álbum Can’t Take It parece ser producto de la inmediatez y la intensidad, habiéndose grabado en solo cinco días. ¿Podríais contarnos cómo fue el ambiente emocional en el estudio y cómo el ritmo rápido influyó en el sonido crudo y casi en directo de las canciones? ¿Os hizo esto abordar el material de manera diferente?
Como banda, pasamos por un montón de cosas en los seis meses previos a grabar este disco, así que teníamos un banco de emociones del que sacar y escribir. La experiencia fue súper terapéutica, y estar tan aisladxs en medio de la nada en Alemania nos permitió centrarnos completamente en sacar nuestros pensamientos y terminar este disco. Todas las canciones se grabaron con lxs cuatro tocando en directo, y luego grabé las voces y algunos overdubs de guitarra. Grabar en directo es lo que le da a las canciones esa sensación intensa de urgencia.
-Habéis descrito el single Can’t Take It como un himno que canaliza frustración y rebeldía. ¿Cómo veis que este tema conecta con el público actual, especialmente en el clima social que vivimos? ¿Hubo algún evento o movimiento específico que inspirase esta sensación de resistencia?
Hoy en día todo el mundo está cabreado por alguna mierda loca que básicamente está fuera del control de cualquiera. Es esa sensación de estar hasta los ovarios de cómo la sociedad te dice que vivas, o de lxs que tienen el poder que no les importa una mierda ningunx de nosotrxs. Escuchamos una demo que King Khan nos mostró de una canción vieja de King Khan and BBQ Show, y la frase “I can’t take it, I can’t take anymore” nos resonó mucho por cómo estábamos (y un poco seguimos) en ese momento. Cogimos esa frase y decidimos desarrollarla y centrar el álbum en temas personales y mundiales que parecían pura mierda innecesaria. Ahora que todxs estamos de acuerdo en que no podemos más, tenemos que averiguar qué hacer con eso.
-La música de Miranda and the Beat está impregnada tanto de rock clásico como de influencias punk, pero tiene un toque único y moderno. ¿Cómo equilibráis esos sonidos vintage con una relevancia contemporánea? ¿Hay artistas o géneros específicos de ambas épocas que intentéis conscientemente incorporar?
No intentamos conscientemente sonar como algo o alguien; nuestras influencias simplemente se cuelan donde sea. Más que buscar un género específico o lo que sea, intentamos captar un sentimiento o un estado de ánimo concreto. Queremos que las cosas se sientan cinematográficas, que puedas imaginarte una escena vívida de lo que estamos intentando transmitir. Al final, solo hacemos música que nos emocione escuchar.
-La canción Earthquake Water tiene un toque inquietante, casi cinematográfico. ¿Cuál fue la inspiración detrás de esta canción y cómo encaja en la narrativa o el ambiente general de Can’t Take It? ¿Creéis que transmite un sentido de agitación más metafórico o literal?
Cuando era niña, mi padre tenía el garaje lleno de suministros de emergencia, incluyendo garrafas de agua, por si había un desastre natural o el apocalipsis. Un día, cuando tenía 13 años, estaba tocando la guitarra en el garaje y probé esa supuesta agua, solo para descubrir que era vodka y que su sobriedad era una farsa. El álbum es como una historia que sigue un orden, y esto encaja con esa sensación de perder el control y dejar que el pasado te consuma, definiendo quién eres ahora para bien o para mal.
-Grabar en el Moon Studio de King Khan, lejos del ajetreo de Nueva York, parece haber sido clave para el sonido del disco. ¿Cómo influyó este entorno en el proceso creativo? ¿Os ayudó a explorar facetas distintas de vuestra identidad artística?
En realidad, no teníamos elección. King Khan nos tomó como rehenes, blandiendo un tomahawk antiguo en cuanto llegamos. Nos dio una semana para terminar el disco y salvar nuestras vidas, y creo que eso nos puso las pilas porque lo terminamos en cinco días en lugar de siete. Incluso estaba cavando nuestras tumbas fuera de la ventana mientras grabábamos, ¡y no queríamos acabar en ellas!
–Can’t Take It combina historias personales con temas sociales más amplios. ¿Cómo enfocáis la escritura de letras que conecten a nivel personal pero que también hablen de las luchas colectivas de quienes os escuchan? ¿Hay alguna canción que resuma esta doble visión para vosotrxs?
Todo el mundo tiene problemas y mierda por la que está pasando o intentando superar. Es algo universal, y si eres humanxs, puedes relacionarte con estar hasta el cuello de alguna manera. Aunque muchas de estas canciones traten de cosas personales, todes hemos sentido estas emociones de una forma u otra. Por ejemplo, New York Video trata sobre el cotilleo, pero para nosotres personalmente habla de un grupo de gente que es falsa a más no poder y que se pasa el día hablando mierda de nosotres a nuestras espaldas, pero que jamás diría nada a la cara.
–Manipulate Me se siente como una confrontación intensa, tanto musical como líricamente. ¿Qué motivó esta canción y qué mensaje esperáis que reciban quienes la escuchen? ¿Apunta a dinámicas de poder específicas que hayáis vivido dentro o fuera de la industria musical?
No vamos a entrar en detalles con esta, pero es una historia real. Para quienes escuchan: aseguraos siempre de defenderos a vosotres mismes y vuestra autonomía, y nunca dejéis que idiotas manipuladores os guíen u os hagan sentir menos de lo que sois.
-Finalmente, como un álbum que combina resistencia y vulnerabilidad, Can’t Take It parece invitar a la reflexión. ¿Qué esperáis que quienes lo escuchen se lleven de él, especialmente quienes puedan sentirse desilusionades o marginades por la realidad actual?
Bueno, primero, cuando algo no te está sentando bien, tienes que tomarte un tiempo para reflexionar y preguntarte: “¿Qué está causando que me sienta tan ansiose o inquiete o lo que sea?”. Puede ser un gigante del rock and roll sosteniendo un tomahawk sobre tu cabeza, o pueden ser las injusticias reales que están ocurriendo en tu vida o en el mundo. Date tiempo para interiorizar las cosas y después de un periodo de reflexión, actúa en el camino que sientas necesario. Escúchate siempre y comprométete con lo que sabes que necesitas.
-Y para terminar, ¿cuáles son vuestros planes más inmediatos?
Creo que Alvin está trabajando en un álbum secreto de country. Cada vez que alguien intenta mirar qué está haciendo, apaga el ordenador rapidísimo y nos echa a gritos. Así que, sí, ¡esperamos tener música nueva pronto!
-Eso es todo por nuestra parte. Muchas gracias de nuevo por responder a estas preguntas. Si queréis añadir algo más, este es vuestro momento.
Gracias por hablar con nosotres y ¡esperamos veros pronto en España! Estoy practicando mi español, así que espero poder hablar en español en el escenario la próxima vez que volvamos.