PROTECTOR – A Shedding of Skin
Nos encontramos ante esta reedición de un clásico del Metal extremo de PROTECTOR. Un disco que salió en 1991 y que hoy tenemos la suerte de reencontrar y volver a disfrutar. El álbum es de una calidad extrema absoluta que, como siempre, empieza con una intro de menos de dos minutos de ritmo sinuoso e hipnótico que avecina la que se va a liar. Y la cosa se lía en cortes como “Death Comes Soon”, “Retribution of the Darkness” o “Mortuary Nightmare”. Una descarga sónica asesina de puro Death Thrash, movimientos y riffs que cabalgan con punteos que suben y bajan el ritmo, pero envuelto en una densidad brutal donde la voz de Martin juega con esos tonos guturales y thrashers, acompañado de coros asesinos cuando se tercia.
Le siguen otros como “Doomed to Failure” o “A Shedding of Skin”, con un tono más Thrash en una instrumentación típica del género antes de empezar la canción con unos riffs poderosos y aplastantes a un medio tiempo Thrash old school para después dar rienda suelta a la velocidad con un Speed/Thrash violento y con una voz mucho más agresiva y sangrante. Intercalando estos momentos salvajes con otros a medio tiempo más Doom y oscuros. Otras, como “Face Fear” o en “Towards Destruction” no se andan con remilgos. Unas pistas arrolladores con unos riffs sin espacios, crudos y sangrantes, esta vez con unos punteos y toques más Death Black, con algún cambio de ritmo dentro de una atmósfera Doom con unos solos lentos y sugestivos para volver de nuevo a dar cera hasta el final. Con “Thy will be Done” o “Unleashed Terror” siguen teniendo esa densidad y brutalidad extrema que venimos escuchando durante el largo. Quizás con un pelín más de agresividad y Speed Metal, pero siempre con esos factores sonoros donde se incluye el Thrash, Black, Death y Speed Metal. Mientras que en “Whom Gods Destroy” la cosa suena más Heavy/Thrash, con unos potentes riffs y unos solos y punteos de más elaboración heavy mtálica, con sus pausas y parones más atmosféricos y oscuros. Por otro lado tenemos “Tantalus”: medio tiempo crudo de riffs a golpes secos y contundentes, con una voz gutural que acompaña de forma narrativa y oscura todo el tema sin acelerarse y mostrando dramatismo con buenos coros. Los solos cambian un poco el ritmo dándoles algo de soltura. Y acabamos con “Necropolis”, un minuto instrumental, al igual que la intro inicial: hipnótico y sugestivo.
En fin, un discazo con un sonido brutal para darse caña de vez en cuando.
High Roller Records (2021)
Puntuación: 8/10