Desde la Gotëborg sueca nos llegan Hot Breath, agrupación constituida por antiguos miembros de las bandas Honeymoon Disease, Hypnos y Grand. Se encuentra formada por la vocalista y guitarrista Jennifer Israelsson, el baterista Jimmy Karlsson, el bajista Anton Frick Kallmin y el guitarrista líder Karl Edfeldt. Su sonido se podría definir como un revival del garage rock popularizado en su día por agrupaciones cercanas a la psicodelia, tales como 13th Floor Elevators o Blues Magoos, mezclado con influencias del psychobilly de The Cramps o The Meteors.

Se estrenaron en 2019 con su EP homónimo y, este viernes, lanzan al mercado su elepé debut, Rubbery Lips. A continuación, os detallaré cuáles son mis impresiones acerca de su primera entrega de larga duración.

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De izquierda a derecha: Jimmy Karlsson, Jennifer Israelsson, Karl Edfeldt y Anton Frick Kallmin.

Empieza la grabación con la energética Right Time, dispuesta a ponernos de buen humor desde los primeros compases, con la carismática voz de Jennifer levantando nuestro ánimo. Seguimos con otra melodía que desborda electricidad como Magnetic, donde el solo de guitarra de Karl Edfeldt es una delicia. Este tema tiene una cierta influencia del pop punk, en particular en los coros.

Recuperan esa actitud cercana al punk con Last Barang. La influencia de la psicodelia en el solo de las seis cuerdas es evidente. De nuevo el apartado coral es sencillamente pegadizo, muy efectivo.Siguen sin levantar el pie del acelerador en What You’re Looking For, I’ve Already Found, introducida por la percusión. Con esta compilación de canciones directas y sencillas, estoy seguro de que lograran hacer directos destacables.

El prominente uso del bajo de Anton Frick Kallmin en Who’s The One es hipnótico. Una de las canciones más interesantes del disco, cuyo ritmo contrasta claramente con las anteriores composiciones. Esta especie de semi balada genera una sensación onírica en el espectador, coronada por otra exhibición guitarrera. Adapted Mind recupera la incesante cadencia a la cual nos tiene acostumbrados la banda, como siempre con la percusión de Jimmy Karlsson marcando el camino a seguir para la base instrumental.

Deciden continuar su primerizo elepé con Turn Your Back, pista que por momentos presenta un ritmo algo más relajado, sin perder en ningún momento potencia su mensaje. En One Hit (To the Body), inesperada versión de una poco conocida canción de los Rolling Stones, las cuatro cuerdas de Anton recuperan el protagonismo. Cuando parecía que habían bajado las revoluciones, telita con el triple solo que nos ofrecen de manera encadenada: dos de las dos guitarras y uno del bajo.

Empieza What To Do con la energética voz de Jennifer preguntándonos qué debemos hacer, en un corte de influencia hard rockera. Resulta interesante el cambio de ritmo breve hacia mitad de la canción, momentos antes de que se desencadena el guitarrero solo, seguido de nuevo por el coro.

La batería de Jimmy nos da la bienvenida a la canción que cierra el disco, la motivadora Bad Feeling, a pesar de lo que pueda darnos a entender su letra. Seguramente será de las favoritas de los seguidores en directo, debido a su innegable magnetismo. Las breves líneas de bajo, antes de otro solazo de Karl, vuelven a sacudir nuestro cuerpo, pidiéndonos más rock and roll.

La pasión por la música demostrada por este cuarteto sueco es innegable. Su positividad es contagiosa para el oyente. El principal problema que le veo al disco es que se les podría pedir algo más de variedad en las composiciones, hecho que le resta algo de nota al resultado global. Por otra parte, en ningún momento sentimos que haya canciones de relleno, lo cual es de agradecer.

The Sign Records (2021)

Puntuación: 7/10

Pere Guiteras

pere@queensofsteel.com

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