Después de su primer trabajo aparecido en 2017 llamado “Now or Never”, la banda barcelonesa STREAMER nos presenta su segundo álbum, titulado “Light of Death”. Una obra que, si bien sigue el patrón del primero, es notoria la madurez y unos temas más controlados, sin perder ese rumbo tan underground que maneja el grupo. Y, sin más preámbulos, entramos con “Thanatos Rise”. Una intro de principio a fin donde los instrumentos se van acoplando y formando una intro/instrumental de más de dos minutos con muy bunas estructuras que da paso a “Northern Rider”. Un buen inicio de riffs metalizados, con notas y punteos sueltos. La voz se encarga de dirigir la canción con un semi desgarro muy característico y apoyada por unos coros contundentes y tajantes, más unos cambios de ritmo y solos muy heavies y clasicistas. Me recuerda a una mezcla de FAITHFUL BREATH más vikingos con los RISK más Power. O sea, la misma banda en dos etapas.

Le sigue “Light of Death”, que tiene un punto más de velocidad sin llegar al Speed, y quizás con un tono más británico, a la NW. Tiene un punto más de agresividad vocal. Un tono más fuerte sonoramente, con unos solos muy clásicos que en pasajes te recordarán a IRON MAIDEN. Y un estribillo con sus coros bien puestos que entra a la primera. “Call it Rock” no es tan agresiva, pero sus riffs son más crudos, aunque a la vez contrasta con punteos y melodías que van embelleciendo la canción. En el aspecto vocal tiene un aire más Hard Rock a la americana, sobre todo en estrofas, y con los coros donde se nota esa esencia más macarra, sucia, parecida a formaciones como VARDIS o MOTÖRHEAD. Casi del mismo modo sería la siguiente, llamada “No, Doctor!”. Ésta con más influencia británica, como se aprecia en el inicio y en las melodías características de la NW pero, al igual que el corte anterior, también tiene ese punto chulesco y rockero, aunque de vez en cuando se desbocan en alguna cabalgada sónica. Y, de nuevo, con unos solos muy metalizados. “Whiskey, Beers & Flames”, pese al título, del que esperas algo fiestero, no tiene nada qué ver. Es una pista muy primitiva, rozando el US Epic, con unas tesituras y formas que recuerdan a CIRITH UNGOL. Un tema rocoso, rápido pero sin velocidad, controlando el tempo, aunque la voz, de nuevo, nos retrocede a esas voces del Metal alemán de los 80 en grupos como TYRANT, RISK o STREETFIGHTER. Llegando casi al final del redondo nos encontramos con “The Passion”, el tema más melódico del compacto que, sin dejar de tener ese aire de crudeza y dureza en los riffs, la instrumentación que lo envuelve es mucho más cuidada y melódica, con unos solos con gustos, con sus bucles y sus dobles guitarras a lo PRIEST, al igual que la voz, que baja un tono para darle aún más dulzura a ese desgarro, brindándole más melodía que queda de lujo en estrofas y estribillos. En cambio, en “Bloody Eyes” vuelve la esencia de toda la vida con ese sonido ya tan STREAMER poderoso y metálico. Tiene unos riffs y unos solos que envuelven emotivamente y, como siempre, esa voz agresiva pero no molesta, mandando el tema y bien escudada por los coristas del Metal. Y acabamos con “City’s on Fire”. Oro vendaval. Más speedica que la anterior, pero con más fases o pausas que van desde el Speed al medio tiempo, alternando cambios acelerados y desacelerando solos de una forma brutal, dando una energía asombrosa. Aunque lo mejor es la parte de la estrofa y el estribillo. Les ha quedado de lujo. La voz y los coros suenan underground que te cagas.

En conclusión, un buen disco. Si el primero fue bueno, éste es mejor. Un álbum perfecto para aquellos que amamos el sonido clásico pero con ese tono underground. Y es que ésta es una banda que, si hubiera estado en los 80 en Alemania, sería un fijo de Noise, Gamma o los Mausoleum Belgas.

Puntuación: 8/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Highslide for Wordpress Plugin