NO FUTURE – Sala La Boite (24/04/2014)

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Si juntas en un mismo grupo a componentes de banas como WATAIN, IN SOLITUDE, INVIDIOUS, REVEAL o GRAVMASKIN, es imposible hacerte una idea de lo que va a salir de tal combinación… Pero si algo puedes tener claro, es que mantendrán intactos los vínculos que unen a todas estas formaciones (tan distintas a nivel musical), como son la honestidad, la emoción y la oscuridad. Eso, entre otras muchas cosas, es lo que nos ofrecen NO FUTURE, formación de Uppsala formada por los hermanos Pelle y Gottfrid Åhman, Erik Danielsson, Olof Stolt y Lukas Häger que tan solo cuenta con una cinta (del pasado 2012 y limitada únicamente a 200 copias, ya agotadas por cierto) «Jämtländska Mord» y que practican un estilo para el cual cualquier posible etiqueta se queda corta.

Ya lo dijimos cuando los entrevistamos hace unos días, a pesar de su formación estelar todavía se trata de un proyecto desconocido en gran medida, quizás por la voluntad del propio grupo, que no se ha interesado en prodigarse demasiado. Por ejemplo, hasta la fecha solo habían dado un concierto en su ciudad natal. Y es que ya nos lo decían, no les ha interesado tocar en directo pero, afortunadamente, tuvimos la suerte de que el segundo concierto de su trayectoria tuviera lugar en nuestras fronteras, más concretamente en la capital madrileña. Así que, como cuando sabemos que vamos a disfrutar de una buena actuación (y en esta caso, lo más probable es que irrepetible) cualquier puñado de kilómetros son pocos, al instante de tener conocimiento de esta velada irrepetible que tendría lugar en la sala Boite, no dudamos en desplazarnos hasta Madrid.

 

Después de escuchar su gran «Jämtländska Mord» solo hay una cosa clara: que NO FUTURE son únicos en su especie y, conociendo el alma creativa de los que se esconden tras este nombre, uno no sabe qué esperar de un directo suyo. Y eso es bueno. Muy bueno. Un halo de misterio envolvió los días previos a la actuación, tejido también por preguntas como: «¿qué van a tocar?», porque está claro que su único material se quedaría corto. Y con preguntas como esta nos plantamos puntuales en la céntrica sala, donde nada más entrar ya lucía en luces de neón, coronando el escenario, el nombre del grupo. Un pequeño escenario que no se habitaría por el grupo hasta pasadas las 22. Y entonces… El éxtasis.

 

El grupo se subió al escenario con un Pelle que, desde el primer instante, acapararía todas las miradas. Desde ese primer instante entendí lo que nos decía Gottfrid respecto a que NO FUTURE es otro estado mental al de cualquiera de sus otros grupos, porque Pelle parecía estar fuera de sí, extasiado, en trance… Si habéis visto alguna vez a IN SOLITUDE el directo, multiplicad su visceral actuación por el triple y os haréis una idea aproximada de lo que es NF sobre las tablas. Un Pelle que parecía estar en otra dimensión, que se subió al escenario para acompañar con la armónica en lo que daba la sensación de ser una improvisación/jam session de esas estilo Jazz. Minutos hipnóticos iniciados por los acordes de guitarra de Gottfrid que, uno a uno, fue dando paso a la guitarra de Lukas, a las líneas de bajo de Olof y el golpeo de E. tras el kit de batería. Una forma calmada de dar comienzo a su actuación, dando protagonismo a cada músico y a cada instrumento, pero también una manera excelente de hacerlo, creando ambiente y transportándonos a su singular mundo. Este comienzo hipnótico dio paso a uno de los temas mejor recibidos de su cinta, «Splendour of my Hometown», que me sorprendió por la energía, rabia y crudeza extra que gana en directo. Sonó atronadora y, una vez más, todas las miradas se centraron en Pelle, que prácticamente interpretó todo el corte (como los que le siguieron) entre el público: arrodillándose en el suelo, mezclándose y abalanzándose entre los asistentes del público… Actuación visceral donde las haya, metido por completo en el papel y en el microcosmo que es NO FUTURE, tal es así que incluso hubo que cambiar el micrófono un par de veces.

Tras «Splendour of my Hometown» siguieron regalándonos pistas conocidas, como la gran «Louise», que cobra una fuerza casi metalera a medida que se disipaba ese ritmo de regusto Post Punk del inicio. Una vez más, con un Pelle dejándose llevar, bailando al incansable ritmo de la música, dejándose la garganta y el alma con los variables registros que requieren las canciones de NO FUTURE y sin soltar también los platillos (sí, no se limitó únicamente a las voces, o a pasar de ahí y convertirse en un frontman que parecía rozar la frontera de la locura). Por otro lado, sublime la atmósfera (sin una actuación demasiado dinámica a nivel visual) que creaba el combo formado por Lukas y Olof a la guitarra y bajo respectivamente. Lo cierto es que, para un concierto como este, una pequeña sala como La Boite es idónea, creando un ambiente cálido e íntimo. Por otro lado, todos sabemos que Erik Danielsson no es solo un gran compositor, vocalista y ocasional guitarrista, sino que toca varios instrumentos más, y aquí pudimos comprobar que en cuanto a aporrear la batería, está tan a la altura como en cualquiera de sus otras facetas. Lo mismo con Gottfrid, que aquí cambiaba las 4 cuerdas por 6, pero sonaba igual de bien, quizás a nivel estético con más soltura que en IN SOLITUDE. Porque NO FUTURE son la oscuridad de WATAIN, la belleza/estética de IN SOLITUDE, la crudeza sin miramientos de REVEAL y la hipnosis de raíz bluesera de GRAVMASKIN.

De esta forma, con canciones también como «What we are Doing Here», siguieron hipnotizándonos, cautivándonos y arrastrándonos con ellos a su propio mundo. Si antes mencionaba que todos sus temas me sorprendieron por la forma en que ganaron fuerza y rabia, este «What we are Doing Here» hicieron que sonara casi Doom, todavía más lento, más pesado y contundente, asfixiante, pero la pasional voz de Pelle, con esos ecos y efectos, también tomaba otro cariz, mucho más sombrío, envolvente y hechizante. De hecho, así se podría definir su actuación, «hechizante».

Y, con alguna que otra palabra en español, no dejaron de sonar canciones como «Nármare Gud Till Dig» o «Dead Flags and Flies», siempre manteniendo el ambiente que habían logrado crear y que llevaban construyendo desde el comienzo de su actuación, manteniendo el mismo nivel de intensidad. De hecho todo el concierto fue un clímax eterno que se iba acercando al nirvana y llegó al éxtasis más absoluto en la última canción, donde Pelle no dejó de mirar fijamente al público a los ojos, como si una fuerza extraña habitara dentro de el, de cantar arrodillado, de tirarse y revolcarse por el suelo… Por si esto fuera poco, aparte de algún pequeño percance con la batería y lo mencionado con el micro, el buen sonido de la sala jugó en todo momento a favor de la banda sueca, que dejó a las claras sus dotes musicales de principio a fin. Además sonaron más intensos, más abrasivos que en grabación, posiblemente ayudara que no trajeran nada grabado, nada de intros ni de samples.

Lo cierto es que es una lástima que no les interese dar conciertos, porque los que no los han visto no se hacen una idea de lo que pueden llegar a ser, de lo que se puede llegar a vivir viéndolos en vivo. Esperemos que con el 7» en el que están trabajando cambie mínimamente esta situación.

 

Concierto intenso, y seguramente me quede corta con solo decir «intenso». Pero corto. Muy corto, nos dejaron con ganas de más. Con la sensación no de haber escuchado música, ni de haber presenciado un concierto, sino de haber vivido una experiencia, de haber sentido, de haber estado presenciando algo extradimensional, extrasensorial, una intensidad fuera de este mundo, tan fuerte que parecía hacerse palpable… Un viaje. No sé qué es lo que vimos ni lo que escuchamos, no sé si fue Death Rock, si fue Rock n’ Roll, si fue Punk. Si fue mugre, si fue belleza, si fue música, o poesía, cuánto de oscuridad… Solo sé que fue real, honesto, primitivo y visceral. Solo sé que fue NO FUTURE. Y ahora sé qué es NO FUTURE, todo su universo. Ese estado mental. Porque cuando su música empieza a sonar, es momento de cerrar los ojos y dejarse llevar: por las emociones, por el ritmo… Cerrar los ojos y sentir, seguir la corriente y perder la noción del tiempo y del espacio. Su música resonó en cada uno de nosotros como un mantra, un estado mental, una hipnosis que no terminó ni una vez el grupo se bajó del escenario. No hay futuro.

 

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

 


1 pensamiento sobre “NO FUTURE – Sala La Boite (24/04/2014)

  1. Que gran lujo haber podido presenciar este gran concierto… me parece que dentro de toda tu reseña, No Future figura como una banda excepcional, de eso estamos claros, ya que cuando escuche Jämtländska Mord, no me despegué hasta los días de hoy, sobretodo por la chispa oscura de Pelle, que hoy en día es escasa.
    Pero debo rebatir que \»única en su especie\» no es, hoy en día es una equivocación decir aquello, me parece irresponsable, cuando está todo creado en la música y donde todo es copia de copias, No Future sabe muy bien de eso. Si haz escuchado entrevistas del frontman sabrías que Nick Cave (The Birthday Party sobre todo), aflora en toda la escencia de esta banda, ya que además de la música, la poesía de Pelle está inspirada en gran medida por el trabajo de Cave. Estos tipos saben muy bien lo que hacen, pero no nos olvidemos que saben copiar muy bien lo que les gusta, con gran espíritu y sentimiento… citemos a los ya mencionados The Birthday Party, The Stooges, Samhain, Joy Division, Satan\’s Rats hasta de The Doors, todo eso encontramos en su sonido.

    Sin mencionar varias bandas que comparten este sentimiento con propuestas no iguales, pero de la misma forma \»únicas\» como mencionaste, en nuestros días. Escucha Pen Expers \»Tender Love\», Beastmilk \»Climax\», Holograms \»Forever\», Pig Eyes \»Pig Eyes\», etc. y te darás cuenta que tu connotación de \»única en su especie\» solo es la justificación a lo que desconoces, y que solo deberíamos llamar buenas copias con mucho espíritu. Saludos

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