Posiblemente la banda de Denver PRIMITIVE MAN sea de las más asfixiantes, rugosas, densas y opresivas que haya escuchado en los últimos años. No se ciñen al Doom, ni al Sludge, sino que conjugan mil elementos para crear la experiencia sónica más extremadamente pesada y con sensación claustrofóbica, para crear una enorme bestia que te pisa y hace tus huesos crujir desde el primer instante en el que empieza andar. Su primer trabajo de larga duración se titula «Scorn» y, ciertamente, no podrían haber elegido un nombre mejor para el ni para la banda, puesto su música no es otra cosa que algo primitivo y despreciable.

El plástico abre con la monumental «Scorn», de más de 11 minutos de duración, y se trata de un buen reflejo de lo que son PRIMTIIVE MAN, incorporando al tema algo de disonancia. Tampoco faltan temas más atmosféricos, como «Black Smoke», o «I can’t Forget», que resulta casi experimental, jugando con el Noise. Por no mencionar que pistas como «Rags» utilizan sonidos repetitivos para sumirnos en un viaje letárgico a través de oscuras aguas (quizás con cierta inspiración del Black Metal). De hecho los ritmos letárgicos son los protagonistas en esta placa, pero a veces PRIMITIVE MAN también aceleran las cosas para descargar toda su furia resultando igual de aplastantes y devastadores, y no hay mejor prueba de ello que «Stretched Thin» o algunos momentos de «Antietam», con regusto Crust.

SIn duda, en este lanzamiento la gran protagonista es la instrumentación, empezando por unas guitarras llenas de desolación y un sonido pastoso que no restan audibilidad audibilidad a la prominente labor de bajo, acompañando a una batería que, sorprendentemente dentro de este género, habitualmente centrado en el sonido de las cuerdas, también logra destacar. Lo cierto es que la base rítmica y su fuerza es un gran elemento y característica de la banda. La voz cavernosa se convierte aquí en un instrumento más, descargando la misma densidad y sonido viscoso que los instrumentos, por no mencionar que realza la emoción general del plástico, que resulta también muy importante en el.

 

PRIMITIVE MAN no son Doom, ni Sludge, ni tan solo Noise, simplemente son una verdadera máquina apisonadora, un sótano sin aire. Una feroz bestia que utiliza los sonidos más extremos en cuanto a pesadez y a emoción oscura, maléfica, en cuanto a sonidos repugnantes y podridos. Sencillamente, son ellos mismos, y el resultado no podría ser mejor.

 

Relapse Records (2013)

Puntuación: 9/10

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

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