Aunque están formados por componentes de SKALDIC CURSE, su música no tiene nada qué ver. Me refiero al combo británico FEN que, a pesar de haber lanzado ya dos discos que rozan la perfección, siguen yaciendo en el más profundo undeground y prácticamente en el desconocimiento general. Ahora regresan con otra obra maestra titulada «Dustwalker», con la cual esperamos la formación inglesa reciba ese reconocimiento que, desde hace años, tanto merecen.

Con su primer «The Malediction Fields» empezaron a perfilar lo que era su esencia y también marcaron las pautas de lo que sería su segundo redondo, «Epoch» y ahora, con su tercera placa, aprenden de los errores (o de los puntos más débiles) de aquel anterior trabajo para perfeccionar su propia receta. Algo que, por cierto, han hecho con creces. De todas formas, su personalidad sigue ahí. Patente. Intacta. Mantienen ese Black Metal atmosférico que deja de ser música para ser un auténtico arte que mantiene en todo momento un estrecho vínculo con la naturaleza. Un vínculo que realzan con unas atmósferas magníficas, cautivadoras. Con bellos pasajes acústicos que se atreven a plantarla cara a violentos ataques del Black Metal más fiero y raw, de hecho incluso la producción es mucho más cruda y black metalera de lo que acostumbran en este género en particular. También se confunden voces rasgadas, gritos agónicos con voces limpias, incluso habladas, o momentos de tinte Post-Rock, como al inicio de «Spectre».

FEN no se centran en crear el Black Metal más sucio ni los pasajes más etéreos, tampoco en crear algo pegadizo, sino en crear melodías evocadoras creando una perfecta comunión entre distintos instrumentos y la forma de utilizarlos y, de esa forma, creando también una atmósfera muy especial que es el nexo común entre cada una de las pistas de este plástico. Se centran en unas composiciones muy elaboradas, llenas de cambios que realzan las emociones que plasman en este plástico, tales como la soledad y la nostalgia. Y, por si todo esto fuera poco, a pesar de los numeroso giros que habitan en cada una de sus composiciones, todo fluye de una forma asombrosamente natural.

Por otro lado, si en su anterior «Epoch» quizás abusaran un poco de los teclados, dándole un uso más sinfónico que atmosférico, en esta obra los han eliminado por completo, realzando así ese sentimiento melancólico que embriaga toda la obra y, al mismo tiempo, creando algo más furioso, quizás más metalero. De todas formas, algo de lo que más destaca en este plástico me atrevería a decir que es el buen balance entre el Black y lo ambiental. Sin inclinarse especialmente hacia ninguno de los dos géneros en particular, de lo contrario a lo que hacen muchas bandas del estilo.

 

Si para FEN estaba difícil superarse, os lo aseguro que lo han hecho limando las imperfecciones (si se les puede llamar así) que pudimos encontrar en su anterior larga duración. «Dustwalker» es arte lleno de sentimiento.

 

Code666

Puntuación: 8,5/10

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com

 

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