Después de cuatro años parece que se retoma el renacer de IT BITES. Años después de la revolución que el grupo sufrió para hacer posible su vuelta al mundo de la música, parece que ve la luz un nuevo álbum titulado “Map of the Past”.

El grupo fichó al vocalista y guitarrista John Mitchell en sustitución del carismático líder de IT BITES en sus comienzos, Francis Dunnery, quien no quiso formar parte del renacer de la banda al igual que otro de sus fundadores, el bajista Dick Nolan. Así pues con Bob Dalton y John Beck como único superviviente del grupo que en los años ochenta sorprendió a la escena progresiva británica con sus increíbles sonidos, IT BITES siguen adelante con su renovado sonido algo más neoprogresivo y moderno.

Su vuelta al mundo de la música se produjo en el año 2008 con nuevo sonido, algo más neoprogresivo y moderno; look renovado, concretamente un Bob Dalton y un John Beck diecisiete años mayores, un nuevo bajista Lee Pomeroy (MIKE OLDFIELD, TAKE THAT, RICK WAKEMAN) y un enorme crack de la escena progresiva que ejerce de líder, guitarra y voz de los IT BITES del siglo XXI, John Mitchell (FROST*, KINO, ARENA). De hecho no fue un experimento ni un azar la confianza que Bob Dalton y John Beck depositaron en Mitchell, ni siquiera el buen sonido que los tres músicos consiguen lo es. Su coincidencia en KINO fue, probablemente, la verdadera clave para el renacer de la legendaria banda inglesa, por lo que el sonido del nuevo conjunto recuerda irremediablemente a KINO, aunque con la suma del exquisito sonido de los IT BITES ochenteros.

Así pues, en este 2012 se publica el quinto álbum de estudio en la historia del grupo y el segundo álbum de esta nueva etapa renovada del conjunto británico. Titulado “Map of the Past”, está llamado a seguir conquistando al público al que se dirigió con su anterior “The Tall Ships”, que aglomera los fans del grupo de los años 80 más los nuevos amantes del progresivo contemporáneo. No obstante, en este nuevo “Map of the Past” hay algunas diferencias con respecto a su antecesor. En primer lugar, no encontramos canciones que duren más de siete minutos, en segundo lugar se nota una decreciente inserción de instrumentos progresivos, menos utilización de sintetizadores que en su “The Tall Ships” y por último, se trata del primer álbum conceptual del combo desde su creación. Por lo demás, la línea es la misma. Buena música, buenos sonidos, enormes melodías, instrumentos tocados con buen gusto y un aderezo vocal de calidad suprema.

Así pues, el disco nos adentra en una aventura melódica de ritmos impensables con su primer tema, “Man in the Photograph”, nombre que recuerda mucho a la portada del propio disco, donde podemos ver una fotografía antigua. En el podemos escuchar como alguien intenta sintonizar una radio antigua a partir de la cual surgen grandes melodías que se envuelven con la voz de Mitchell dando muestra de lo que nos espera. A continuación nos muestra “Wallflower”, un corte ligerito con buenas melodías, al estilo de los IT BITES de los ochenta y un toque progresivo que nos acompaña hasta el siguiente título. Se trata de la canción homónima, “Map of the Past”. En ella encontramos más de lo mismo: melodías con clase y gancho, una letra pegadiza y repetitiva y un sonido tranquilo pero con calidad suficiente para dejarnos con la boca abierta. A continuación la aventura progresiva continúa con “Clocks”. En ella IT BITES nos regalan casi seis minutos de reloj de buen neoprogresivo para enlazar con su siguiente tema, “Flag”. Se trata del quinto tema del nuevo álbum en el que podemos escuchar un sonido más próximo a los IT BITES ochentenros, aunque con el toque característico de su nueva etapa. La siguiente pista, llamada “The Big Machina”, canción algo más progresiva y moderna, hará de enlace con otra canción de un corte parecido a “Flag”, se trata de “Cartoon Graveyard”. A continuación se nos muestra su octavo tema titulado “Send no Flowers”. Se trata de una canción pegadiza y melódica con distintos matices que harán las delicias de los seguidores de este grupo progresivo. Acto seguido la aventura mejora notablemente con un tema muy propio de los renacidos IT BITES. “Meadow and the Stream”” nos acerca a la supremacía del grupo; durante casi siete minutos, por lo que es la canción más extensa del disco, nos acerca a un mundo de matices musicales, de buen progresivo, de buen sonido y de enorme calidad alegrando nuestros oídos. Es por tanto un tema recomendado para cualquier adicto al progresivo, especialmente para quienes gusten de un progresivo desahogado y pegadizo como el que practica el grupo inglés. Y el disco prácticamente termina con “The Last Escape”, corte parecido en cuanto a estilo a su fenomenal antecesor pero algo más corto y con notables diferencias en cuanto a melodía. Finalmente se culmina este álbum con una pista llamada “Exit Song” y que es, ni más ni menos que eso el final del disco, sin más. Escuchamos como se acaba de sintonizar la antigua radio y todo queda como una vieja historia que, por suerte, podremos volver a escuchar una y otra vez. Como toda buena historia y como todo buen disco progresivo; mejora con cada escucha sin cansar y siempre nos deja con ganas de más. Y eso es algo difícil de conseguir pero que para IT BITES parece tarea fácil.

Seguramente es algo innato, pero estos chicos lo han vuelto a conseguir. Disco sublime por donde lo mires, especialmente sabiendo quiénes son, de dónde vienen y por lo que apuestan. No hay sorpresas porque cualquier conocedor de la calidad de estos músicos sabe de qué son capaces, pero sí queda claro que este nuevo álbum sigue los geniales pasos de su antecesor “The Tall Ships”. Esperemos que Dalton, Mitchell y compañía no tarden otros cuatro años en deleitarnos con su tercer trabajo, aunque si eso es necesario para atribuirle la calidad que han demostrado con sus últimos trabajos, cuatro años no son nada.

Inside Out (2012)

Puntuación: 9/10

Alex M. Romero

 

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