ENTREVISTA: DEVIL’S GATEWAY: Al borde de la podredumbre

By Eetu Kolehmainen
Desde Finlandia no sólo llegan bosques y cuentos de hadas. Hay un ruido que viene desde las entrañas, y Devil’s Gateway no está aquí para acariciar a nadie. Su música no se limita a sonar fuerte: arrastra con los dientes a través del colapso ecológico, la dominación total y la mentira disfrazada de civilización. En esta entrevista, el grupo se abre sin filtros para hablar de todo eso: antispecismo, ecofeminismo, el mito de la naturaleza finlandesa y la necesidad de resistir, incluso cuando no hay nada que salvar.
Aquí, la desesperación se da la mano con la rabia, y entre los restos de un mundo en ruinas, algo salvaje aún intenta brotar.
1. ¡Gracias por sacar un rato para charlar con nosotres! Vuestro segundo disco, Shreds of Life, ya lleva un tiempo fuera—¿cómo se siente verlo en la calle, y cómo medís vosotres su impacto personalmente?
¡Gracias a vosotres por invitarnos! Es genial tener el disco fuera. Supongo que todavía está por verse el impacto final, porque siendo una banda bastante nueva aún hay mucha gente que no nos ha descubierto. Pero como hacemos música sin seguir modas ni tendencias, nos vale tanto si se expande lento como si va más rápido.
También estamos contentes porque el concierto de presentación del disco fue lo que nos llevó a completar la formación. Ahora somos una banda completa, con más conciertos a la vista. Los dos discos (más la demo y el EP) los grabamos entre dos (Harri tocando los instrumentos y Hanna a la voz), pero cuando ensayamos para el primer bolo todo encajó tan bien que fue obvio que íbamos a seguir como quinteto. Hay una inspiración nueva con les nueves miembres, así que tenemos muchas ganas de lo que viene.
2. El título Shreds of Life sugiere fragmentación, decadencia, incluso desilusión. ¿Qué significa esa frase para vosotres en el contexto del mundo actual?
Mientras que el título de nuestro debut (Eternal Grind) se centraba más en los procesos de esa máquina de muerte que tritura y consume seres vivos y su libertad, Shreds of Life tiene otra mirada sobre el mismo tema: es el resultado inevitable de ese sistema. Fragmentos aislados de lo que alguna vez fue una diversidad floreciente, los últimos santuarios intentando sobrevivir.
3. Mucho metal extremo finlandés gira en torno a la naturaleza y el aislamiento, pero vuestra música parece más una crítica a los sistemas humanos—antropocentrismo, dominación, poder. ¿Veis vuestro trabajo como ecológico, antihumanista o algo todavía más oscuro?
Has pillado bien la crítica. Hay sin duda una perspectiva antiespecista y ecofeminista en lo que escribimos. Intentamos mostrar la desesperanza y la crudeza de la realidad que vivimos: el colapso y callejón sin salida de una visión del mundo antropocéntrica y dominada por lo masculino, el colapso ecológico y la total dominación, control y colonización.
4. Hay un trasfondo de desesperación en vuestro sonido, pero también de desafío. ¿Creéis que vuestra música ofrece una forma de resistencia, o se trata más bien de mirar de frente el vacío y nombrar la podredumbre sin edulcorarla?
Puede ser, y desde luego defendemos la resistencia, aunque—y precisamente porque—no haya salvación. Aceptar la realidad te deja desilusionade, sí, pero eso no significa que no puedas tener integridad y defender el tipo de mundo en el que querrías vivir. Para nosotres, la música es una forma de lidiar con este mundo podrido y de mostrarle a otres lo que vemos. Pero no damos soluciones fáciles. Cuando te enfrentas al vacío, cada une tiene que encontrar sus propias respuestas.
5. Finlandia suele ser romantizada como tierra de bosques y armonía, pero vuestro sonido crust/doom/death parece el derrumbe de esa ilusión. ¿Cuánto influye ese contraste—entre la imagen idílica y la realidad dura—en vuestras letras y composición?
La imagen idílica de Finlandia, por desgracia, es un mito. Hay cosas buenas, claro, pero la supuesta conexión finlandesa con la naturaleza es una farsa, basada en la explotación y el control del mundo no humano. Sí, parece que hay muchos bosques, pero casi todos están explotados por la industria forestal. Menos del 5% de los bosques están en estado natural. Un poco más en el norte, pero esa imagen romántica del norte de Finlandia también es otro gancho de marketing: se vende como “paraíso invernal” a turistas mientras el pueblo sámi lucha por sus derechos sobre tierras indígenas, y mientras las mineras internacionales son bienvenidas para hacer destrozos irreversibles. Y ni hablemos de cómo se trata a los animales aquí… No hay sitio para la fauna salvaje a menos que se la pueda cazar. Los grandes carnívoros se matan regularmente hasta casi extinguirlos, y la mayoría de especies están en declive porque sus hábitats están siendo destruidos. Ser animal no humano en Finlandia normalmente significa una vida de granja industrial, con miedo y sufrimiento. Lo de la industria peletera finlandesa es sólo un ejemplo más de esa vergüenza.
Todo eso se refleja claramente en nuestras letras, en distintos niveles: la realidad fea de las consecuencias de esos mitos y creencias centradas en lo humano, las falsas fantasías de salvación y las justificaciones divinas.
6. Vuestro sonido a veces resulta asfixiante, casi opresivo. ¿Es intencionado—como para recrear la sensación de estar atrapades en sistemas imposibles de desmontar—o simplemente es como os sale?
Supongo que un poco de las dos cosas. Este es el tipo de música que nos gusta y escuchamos, así que era cuestión de tiempo que hiciéramos un proyecto así. Pero con los temas que tratamos… la música no podría ser menos asfixiante, ¿no?
7. El metal extremo suele lidiar con la muerte, pero el título de vuestro álbum sugiere que lo que se está desgarrando es la vida misma. ¿Qué creéis que se está haciendo trizas más rápido ahora mismo—la comunidad, la identidad, el planeta, otra cosa?
Es toda la diversidad biológica y cultural de la vida. La destrucción, explotación, asfixia y asimilación han dejado el mundo hecho sólo pedazos de lo que fue, y ese proceso no para, va a más. El totalitarismo humano convierte al mundo no humano en meros recursos para la máquina de muerte definitiva. Y de siglos de represión y asimilación sólo quedan fragmentos de diversidad cultural. La expansión de la ganadería industrial refleja la extinción del mundo natural, y todo eso viene del comercialismo obsesionado con el crecimiento y del chauvinismo monocultural, que generan minería global, guerras imperialistas y genocidios.
8. Alguien podría decir que tocar crust/doom ya es un acto político por sí mismo, porque resiste la comercialización mainstream. ¿Lo veis así, o creéis que la verdadera resistencia exige algo más que sonido?
Depende de contra qué luches o qué defiendas. Hacer arte, sobre todo con ética DIY dentro del underground, tiene ese componente contracultural, claro. Y el enfoque crítico que comentamos también es político en cierta manera. Pero no tenemos una agenda política concreta que pueda trasladarse directamente a un efecto real en el mundo, salvo eso de intentar ofrecer una mirada sin filtros de la realidad.
Dicho eso, muches venimos del punk y sí reconocemos el poder que tiene la cultura underground y el arte para encender acciones reales en el mundo.
9. El álbum está empapado de honestidad cruda, algo que no es fácil de sostener. ¿Cómo evitáis que esa crudeza os devore por dentro—el agotamiento, el nihilismo—o es parte de la catarsis rendirse a ello?
Somos cinco personas, y cada une lo lleva de forma distinta. Algunes son más cíniques o incluso nihilistas, otres se enfocan más en promover el tipo de realidad que quieren ver. Pero el arte no es solo decir hechos u opiniones sin más, también sirve para desafiar la experiencia cotidiana y los propios prejuicios. Así que crear música es tanto el resultado de un conflicto interno con esa oscuridad, como una forma de entregarse a ella y tratar de ir más allá de la experiencia personal.
10. Gracias otra vez por compartir vuestro tiempo y vuestra visión. ¿Hay algo que os gustaría añadir—algo que la gente debería entender sobre Shreds of Life o el mundo del que viene?
¡Gracias a vosotres por las preguntas tan buenas! Quizá lo mejor sea acabar con un trozo de la letra del tema que da nombre al disco:
“En los sitios abandonados
y desiertos
de fragmentos olvidados de vida
brota un solo brote solitario”