CRÍTICA: ANIMALIZE – Verminateur

Nos encontramos ante este trabajo de Animalize, esta banda vecina de Francia con su segundo LP, un disco que recorre muchas facetas clásicas del heavy metal mostrando mucho clasicismo y actitud. La agrupación la componen:
Jessman – guitarra
Coyote – voz y bajo
Rattlegab – guitarra
Hyungminator – batería
El álbum se compone de 10 temas, todos cantados en francés, su idioma natal, lo que le da ese toque underground. Empieza con «Armées de la Nuit», un tema directo de entrada, de instrumentación rápida pero con matices armónicos. Suena muy eléctrico, acompañado de una voz aguda y nasal de tono muy Glam US, penetrante y punzante. Los solos también son clásicos, sin grandes alardes pero efectivos.
Le siguen otras canciones como «Damnée» y «Review», con un sonido hard and heavy melódico ochentero, de riffs melódicos y coros más hard, temas más de pista con ese tono heavy bailable/cantable. Hay algunos cambios de ritmo o puentes con el bajo como protagonista en «Damnée» y toques más distorsionados en «Review», con solos más virtuosos.
En cambio, con «Au Jugement de Soi» y «Cheval Astral» introducen unos riffs muy tradicionales dando paso a la parte vocal, con un tono como decíamos antes también cósmico, con ese punto cantado en francés que lo hace especial. Son temas con momentos puntuales más lentos y narrativos en un estilo muy space/metal.
Lo mismo ocurre en «Bons Baisers d’Outre», también muy cósmica pero a medio tiempo, con algún arranque, pero llena de más sintetizadores que la hacen aún más espacial. Tanto los riffs como los solos son más elaborados, dando un toque de película de ciencia ficción, con mayor atmósfera y ambientación.
«Vénimateur», el tema título, es brutal: rápido, speedico y lleno de adrenalina, con riffs largos aderezados con punteos más místicos. Vocalmente, rápido y agudo, con un tono under-80 fantástico. Un tema que entra de lujo con toques Priest, cambios muy clasicistas y solos enormes.
Llegamos a «Invasion», una intro cósmica, con sonidos y efectos más espaciales y cierto sinfonismo, que nos adentra en «Envahisseurs», con toques más a la NWOBHM, al estilo Tokyo Blade pero con más melodías y una tendencia hard en las voces, con armonías que encajan muy bien. Además, unos solos de virtuosismo neoclásico y sentido, con mucho juego entre las guitarras.
Acabamos con «Prière de Remords», una pequeña suite de piano y voz de 2 minutos muy agradable.
En definitiva, un disco chulo, con influencias marcadas por el ochenterismo metálico, además de ese acento que lo hace más underground.
Dying Victims Productions (2025)
Puntuación: 7/10