CRÍTICA: ROTPIT – Long Live the Rot

El disco Long Live The Rot de Rotpit es una auténtica descarga de death metal crudo y directo, de ese que suena como si viniera del mismo subsuelo. La banda, compuesta por miembros de otros proyectos como Wombbath y Paganizer, logra combinar esa atmósfera putrefacta y podrida que esperas de una banda con semejante nombre, pero manteniendo un groove que te hace mover la cabeza sin parar.
Canciones como «Sewer Rot» y «Massive Maggot Swarm» ofrecen una mezcla sólida de riffs aplastantes y una producción lo suficientemente sucia como para satisfacer a quienes disfrutan del death old school, sin caer en lo burdo. Pero la joya del álbum, que le da nombre, «Long Live the Rot», es como un himno a la decadencia, con una estructura que va construyendo capas de podredumbre hasta explotar en una carnicería auditiva.
Otras joyitas del disco como «Eat or Be Eaten» o «Tunnel Rat» destacan por la violencia con la que golpean, pero también por esa habilidad de la banda para mezclar brutalidad y melodía de manera eficiente. El sonido general recuerda a bandas suecas clásicas como Grave o Dismember, pero con un toque más oscuro y viscoso, casi como si te estuvieran arrastrando a las entrañas de una cloaca llena de muerte.
Para quienes disfrutan del death metal en su forma más podrida y agresiva, Long Live The Rot no decepcionará. Es un recordatorio de que a veces, en el metal, lo más podrido es lo más sabroso.
War Anthem Records (2024)
Puntuación: 7/10