CRÍTICA: HEXENBRETT – Dritte Beschwörung: Dem Teufel eine Tochter

¡Hola, amantes del metal y el cine de culto! Hoy me toca hablar de «Dritte Beschwörung: Dem Teufel eine Tochter», el segundo álbum de HEXENBRETT, que llega cargado de esa locura creativa que nos ha tenido esperando desde su debut en 2020. Si pensabas que ya habías visto todo lo que esta banda podía ofrecer, prepárate para un viaje que desafía las convenciones y te sumerge en un mundo donde el metal y el cine se dan la mano de una manera explosiva.
Desde el primer tema, se nota que este disco es una montaña rusa de emociones. La producción, a cargo de la mística pareja Josto Feratu y Scarlettina Bolétte, ha dado un salto cualitativo y el resultado es un sonido mucho más pulido que en «Zweite Beschwörung: Ein Kind zu töten». Aquí hay riffs que van de lo heroico a lo inquietante, todo aderezado con sintetizadores vintage que parecen sacados directamente de una película de Jess Franco. Es como si cada canción tuviera su propio guion, lleno de giros inesperados y atmósferas cambiantes.
«Dem Teufel eine Tochter» se siente casi como una banda sonora por derecho propio. Temas como «Schatten der Nacht» te atrapan con su aura misteriosa, mientras que «Hexenfeuer» te sacude con su energía incontrolable. La mezcla de guitarras afiladas y melodías etéreas es lo que realmente distingue a HEXENBRETT de otras bandas. Aquí no hay una sola forma de categorizar lo que escuchas; es un festival sonoro que va desde el doom hasta el heavy metal, con una pizca de la locura de Goblin.
Uno de los grandes aciertos del álbum es cómo logra fusionar la dualidad de la vida y la muerte. Las letras, cargadas de simbolismo, te invitan a reflexionar mientras te sumerges en el caos sonoro. Canciones como «Lust und Angst» te hacen sentir esa tensión palpable entre lo bello y lo macabro, un viaje que es a la vez liberador y aterrador.
La portada, creada por Solo Macello, complementa perfectamente el concepto del álbum: una obra de arte que podría adornar cualquier estantería de culto. Es visualmente impactante y refleja esa esencia de horror y belleza que HEXENBRETT quiere transmitir.
En resumen, «Dritte Beschwörung: Dem Teufel eine Tochter» es una explosión de creatividad que empuja los límites de lo que entendemos como metal. Si te gustaron sus trabajos anteriores, este disco te hará vibrar de una manera que no esperabas. Así que, prepárate para dejarte llevar y escapar de la normalidad con HEXENBRETT. ¡Esto es puro metal de culto, amigxs!
Dying Victims Productions (2024)
Puntuación: 8,5/10