CRÍTICA: BLACKEVIL – Praise the Communion Fire for the Unhallowed Sacrament

Praise the Communion Fire for the Unhallowed Sacrament es como una patada en la cara con elegancia. Este tercer disco de los bávaros nos deja claro que ya no estamos ante la típica banda de black thrash que solo quiere sonar rápida y malvada. No, aquí se atreven a jugar con sonidos más melódicos y épicos, llevando su black thrash de manual a terrenos mucho más complejos y oscuros.
Desde la primera escucha, notas que Praise the Communion Fire no se queda en riffs rápidos y letras satánicas predecibles. Temas como «Timeless Throne» y «Towards the Carpathian Winter Battle» tienen un rollo black melódico de los 90 que sorprende, casi como si Dissection y Deströyer 666 se hubieran encontrado en una taberna de mala muerte y decidieran hacer una jam session infernal. Hay estructuras retorcidas, melodías épicas y un aire a NWOBHM que, sinceramente, no te esperas.
¿Lo mejor? Blackevil no pierde esa crudeza que los hace destacar en un panorama saturado. La producción es limpia, sí, pero no al punto de pulir las garras. Aquí hay riffs que cortan, solos que brillan y una atmósfera que mezcla lo sucio y lo heroico en la medida justa.
Y luego está la portada de Paolo Girardi, que solo le añade más puntos. Porque si tu álbum va a sonar apocalíptico, al menos que la portada sea digna de una profecía oscura, ¿no? En resumen, Praise the Communion Fire demuestra que Blackevil no solo quiere incendiarlo todo, sino hacerlo con clase y un plan maestro.
Dying Victims Productions (2024)
Puntuación: 8/10