Leyendas del Rock – Viernes

0

Sin apenas dormir por la noche porque erradamente pensé que haría calor y resultó que pasé un frio mortal en mi tienda de campaña, además el cansancio hizo mella y no paraban de darme calambres en las piernas, me preparé para una nueva jornada del festival.  

En la zona del camping se respiraba una buena honda y compañerismo genial, la zona estaba muy bien organizada, los baños eran un desastre y ya no sabias si mear dentro o fuera de la taza o mejor irte unos kilómetros campo adentro y hacer tus cosas por allí antes que morir de vete a saber que virus dentro de las cabinas, pero a cambio el sistema de duchas de cañerías bien fresquito se agradecía. 

Con los calores de la muerte, fuimos a tomar algo de post-desayuno a la zona de bar del camping y allí pudimos ver como algunos grupos hacían sus pruebas de sonido. En este caso, nos encontramos sobre el escenario con Adadanza y la graciosa forma con la que todos los ayudantes o amigos se pusieron sobre el escenario a hacer ver que tocaban la guitarra con palos de escoba, o los pies de las guitarras. Nos echamos unas risas ese ratillo y volvimos hacia la tienda.

Al haber dormido apenas hora y media por la noche y mentalizándome de lo largo que sería el día, la mañana-mediodía fue de relax total. Picotear algo de comida en la tienda y echar una siesta. Me perdí los conciertos que ofrecían la zona de camping, pero los podía oír desde donde estaba.  

Hacia las cinco decidimos ponernos en marcha, agarrar los bártulos y antes de salir de la zona del camping, dar un pequeño paseo por la zona de las duchas con ropa incluida.  Hacía mucho calor, pero a diferencia de Barcelona, allí era aguantable con la gorra y bebiendo mucha agua, y se agradecía el airecillo que corría que hacia el calor menos asfixiante.

Una vez pasado el control de seguridad entramos nuevamente en el recinto.  

Hoy más relajados nos dedicamos a mirar a un lado y otro para ver qué cosas tenía el recinto, a parte de la zona que te encontrabas nada más al entrar a la izquierda con la caseta de cambio de euros por tokens (que parecía que ibamos todos a confesarnos porque teniamos que quedarnos casi de rodillas para estar a la altura de la ventanita), seguidos del merchan oficial y de la barra del festival que hasta entonces era lo único que había visto. 

Entrando a la derecha se situaban todas las caravanas de comidas y seguidamente los puestecitos para comprar cositas, camisetas, accesorios, etc. En el centro había una sección con mesas de picnic donde poder parar a sentarte tranquilamente, seguida de otra dokde poder tirar la manta al suelo y picniquear mientras podías ver los conciertos desde una gran pantalla y hasta podías encontrar una zona infantil con una escuela de caballeros para los más peques donde con un hacha, una espada o un escudo jugaban a luchas con los monitores o padres.

BROTHERS OF METAL 

Llegamos a un poco más allá de la mitad de la actuación de Brothers of Metal y menudo festival llevaban estos chicos a cuestas. 

Como había hecho con las bandas del día anterior, con ellos también llevaba los deberes hechos, sabía que andaban tocando en sus actuaciones y me alegré saber que llegaba  a tiempo para escuchar temas como The Other Son of Odin, Concerning Norns o Defenders of Valhalla para acabar. Una pena que su actuación solo fuera de 50 minutos aunque fue una gran banda para iniciar el viernes.  

LUJURIA 

Puntuales como todos los conciertos abrían en el Jesús de la Rosa Stage a las 17.40h la banda segoviana Lujuria.  

Enfundado en un abrigo, chaleco largo y pantalón con todos los carteles de los 15 años de Leyendas del Rock, Oscar Sancho nos hacía disfrutar de su actuación y me traía muchos recuerdos de la primera  vez que los vi allá hacía el 2006.  

En su repertorio no pudieron faltar temas como Mozart y Salieri, Joda a Quién Joda, Corazón de heavy Metal, Jeckyll y Mss Hyde o el magnífico y potente tema Ojos de Presa. 

Paseándose por toda su discografía, de principio a fin dieron por finalizado sus 50 minutos de concierto, no sin antes, Oscar, acabar de quitarse su chaleco y dejar a la vista una camiseta de Jinjer que venían a continuación, pidiendo una gran ovación para este grupo y el apoyo contra la guerra. Enlatada sonaba ‘Leyendas del Rock’ compuesta por Lujuría mientras la banda se despedía.  

JINJER 

Tenía los ojos muy puestos en esta banda ucraniana, todo lo que me llegaban a los oídos eran buenas palabras y con la pre escucha que había hecho semanas antes del gran día iba preparada para lo que me encontraría.  

La facilidad que tiene Tatiana Shmaylyuk para cambiar la sonoridad en su voz y pasar de una voz dulce a una voz gutural casi masculina me tenía enganchada. Sus canciones tienen cambios de velocidad y tiempo cosa que hace a esta banda peculiar, también que lo dan todo en el escenario y por muy grande que este sea se les queda pequeño.

Su puesta en escena es bien simple, un enorme telón con el símbolo de la paz en los colores azul y amarillo, la guitarra de Roman  estática a la izquierda del escenario y el bajo de Eugene a la derecha, en la posición central, Vladislav a su batería, y Tatiana defendiendo su papel de front woman con una carga de energía imparable.  

La banda rompía la harmonía rockera que había dejado Lujuria para empezar con metal del bueno, Call me a Symbol, On the Top y  Judgement (&Punishment)  fueron algunas de las elegidas para su repertorio de la cita.

No faltó una de las más antiguas pero siempre presentes Pisces, y estuvieron sobretodo presentes sus últimos dos discos Wallflowers (2021) y Macro (2019). 

Aunque el público estaba un poco frio aún se hicieron algunos pequeños moshpits hacia el centro del gentío. 

Jinjer disponía de 60 minutos que no desaprovecharon, dando fin a su actuación con Vortex y Colossus.

  

GOTTHARD 

Casi no recuerdo cuando fue la última vez que vi a Gotthard, creo que fue en un MetalWay por allá en el 2005, pero recordaba lo mucho que me gustaron aunque el hard rock nunca ha sido uno de mis fuertes.

El concierto empezaba con Every time I die y le siguió Hush, Nic aprovechava su “Na, nara na” del puente para hacer que lo cantara el público mientras le seguía la batería marcando el tempo.  

¿Podemos decir que eligieron todas las canciones mas pegadizas y emblemáticas de la banda para este concierto? También ellos se pasearon por toda la discografía para aprovechar bien sus 60 minutos de concierto.  

Se pusieron las pantallas de sonido por asiento en semicírculo y se acomodaron Nic en el centro, Leo a la izquierda y Scherer a la derecha, con sus respectivas guitarras y nos pusieron los pelos de punta con One Life, One Soul.  

Jugaron también con el público con unos redobles de bombo de batería a la decisión de la cantidad de numero a redoblar por el público, curioso cuando alguien eligió el #13 y hubieron risas sobre el escenario y dedos señalando el telón del fondo; después de esto finalizaron su concierto con Anytime Enywhere y Mighty Queen.  

Maravillosa actuación de Gotthard, y elección musical; además me pareció que el sonido era impecable, pese que no se si fue en esta actuación o en la anterior de Lujuria, uno de los bafles se rompió un poco y hacía que el sonido de los bombos fuera molesto, pero la conexión con el público y el saber mantenerlos activos y partícipes hicieron de esta actuación un diez.

BLIND GUARDIAN 

Esperaba ansiosa la llegada de este concierto. Junto con Jinjer, eran dos de las bandas por las que había decidido trasladarme hasta Villena y disfrutar de este festival en plena ola de calor.  

Blind Guardian han sido mi grupo predilecto desde que me alcanza la memoria, sin embargo, algo no me acabó de convencer.  

La banda empezaba como casi todas con algún problema de sonido en pantallas o en micrófono, pero apenas perceptible, quizás simplemente es que no se escuchaban entre ellos, pero las miradas de a los técnicos laterales y las señas para quien se fija en los detalles se notaban. 

Into the Storm era la canción que escogió la banda para dar inicio a su concierto. 

El público aún un poco frio pero con muchas ganas ya se vino arriba cuando sonó la segunda, Welcome to dying y Time What is time. 

Quizás lo que menos me convenció de este concierto fue que se dedicaron a tocar íntegramente una a una las canciones de su disco Somewhere far Beyond con motivo de su 30º aniversario de la salida a la luz y lo que marcó un antes y un después para la banda alemana, pero para mi gusto personal, puede que no fuera una elección correcta para un festival al que te gusta ir a escuchar las canciones más típicas o unos cuantos singles de unos cuantos discos de toda la etapa de la banda en cuestión.  

Destacar eso sí, que como en todas las actuaciones no faltó The Bard’s Song, y mi momento de alucinación y puesta de pelitos de punta con Lord of the Rings. Desfase total y disfrute de Mirror Mirror y para terminal la mitaca e inolvidable Valhalla.  

Los componentes de Blind Guardian parecía que estaban clavados al suelo en sus posiciones, puede que algo más de movimiento en el escenario y bastante menos humo hubiera lucido más esta actuación , que desgraciadamente me dejó con un sabor algo agridulce después de todo el tiempo que llevaba ansiando volver a verlos.  

SUFFOCATION  

En cuanto sonó la última nota de Blind Guardian, me recompuse el equipo y salí corriendo hacia el escenario Mark Reale, que por motivos evidentes de solapación de bandas y la necesidad de coger buenas posiciones para poder fotografiar a las demás bandas se me había hecho por ahora imposible irme hasta allí, de hecho, aún no sabía ni donde estaba. 

A Suffocation le quedaba menos de 10 minutos para acabar la actuación pero por poco que fuera, tenía la necesidad imperiosa de verles. Al estar en Villena ya me estaba perdiendo el concierto que justamente coincidiría ese mismo fin de semana, darían en Barcelona, y es que la banda neoyorquina hace un death metal clásico de la vieja escuela que no se puede dejar escapar.  

Media pista de la zona del concierto era un moshpit que no paraba ni un solo segundo y la banda tocaba su último par de temas de la actuación.  

 Fue una pena no poder disfrutarlos más y no poder contaros más que esto, pero por la cantidad de gente que había y la cara de los asistentes seguro que fue un gran concierto. 

ALESTORM 

Con Alestorm me pasó un poquito como Suffocation. Aunque estos tocarían 80 minutos, entre que salimos de la zona del Mark Reale, pasamos por la sección de hidratación cervecil (muy importante hidratarse) y llegamos al Jesús de la Rosa, ya llevaban mas de medio concierto. 

Esta banda es nueva para mi, he visto muchas fotos y videos de su actuación en el Resurrection pero no los había escuchado hasta entonces. 

El característico patito de goma inflable que ocupaba un 90% del escenario se alzaba orgullosamente en el centro. En el fondo y a los lados del patito, sobre unas plataformas, el teclado de Elliot a la izquierda y la batería de Peter Alarcon a la derecha que casi ni se les veía con el pato pobres, y abajo en primera línea, a la izquierda Mate Bodor a la guitarra en la derecha Gareth Murdock al bajo y en el centro Christopher Bowes y su keytar.

La fiesta que llevaba el público se contagiaba y aunque no conseguí una buena posición en esta actuación, decidí paliar el cansancio saltando y bailando. 

Esta banda escocesa relativamente joven (2004) hacen folk metal, muy metal, y explota la temática pirata hasta el punto de que el público se pusiera a remar al son de sus canciones entre bailoteos y moshpits. También ellos se pasearon por toda su discografía ondeando su bandera de “Pirate metal drink Crew”  

Sobre el escenario la actividad no cesaba, incluso en alguna canción, si mal no recuerdo, creo que fue en Hangover y seguro en Zombies Ate my Pirate Ship,  aparecía un tipo con una cabeza de tiburón cantando empeñado totalmente en comerse la cabeza de Christopher. 

Un concierto lleno de diversión y fiesta cien por cien asegurada, ya tengo muchísimas ganas de poder volver a verles y disfrutarlos de verdad. 

THE DARKNESS

Se relajó totalmente el ambiente cuando empezaron a tocar The Darkness, o esa fue la impresión que me dio. 

Aunque conseguimos ocupar las primeras filas durante parte del concierto, el cansancio empezaba a ser notorio y ya casi ni me tenía en pie.  

Después de Alestorm encontré que este concierto me quedaba un poco desubicado ya que habían mezclado ya demasiado el Hard Rock con el Metal. Aun así era uno de los cabezas de cartel y el recinto estaba a reventar de gente. Solo puedo recordar que estaba deseando que tocaran I Believe in a Thing Called Love (que la tocarían la última) ya que era la única que realmente me conocía. A pesar de no saber su setlist, seguro también hicieron un repaso por su discografía, donde sobretodo aparecieron canciones de su álbum Permission to land. 

Su aspecto setentero, Justin con un traje maravillosamente blanco y el moviemiento continuo de los componentes sobre el escenario, rellenaba todo el espacio sin que se les viera pequeños. En un par de temas su cantante ya se descamisaba mientras que Frankie Poullain aguantaba más el calor enfundado en sus ropas.  

Destacar cuando un niño le entregó un dibujo muy mono donde se veía plasmado el escenario y sus componentes, en los que su guitarra Dan Hawkins aparecía con una guitarra de modelo Flying V. Esto hizo que Justin, entrara en bucle durante todo el concierto demandando que su hermano tocara esa guitarra, haciendo que el público gritara al unísono “¡Flying V, Flying V!” y haciendo aspavientos cual gallina con los brazos, ya fuera al acavar cada canción o en los puentes y estribillos de estas.

Aunque yo me fui hacia atrás para acabar de ver el show tumbada en la zona de “cesped”, por las pantallas se podía ver la cantidad de gente que disfrutaba de los 80 minutos del concierto de la noche.

Al llegar al final del grupo se hizo un vacío considerable reconociendo así que la gente sin duda había asistido esa tarde al Leyendas del Rock para verles a ellos.

  

SARATOGA 

Saratoga daba inicio a su concierto de una forma apoteósica. 

Desde la salida de Leo Jimenez había perdido totalmente el interés sobre la banda, pero también tenía muchas ganas de saber que es lo que hace Tete Novoa sobre el escenario. 

Sorpresa cuando ya de buenas a primeras se lanzan con Tras las Rejas y A Morir.  

Miradas de felicidad entre el público por las canciones escogidas y todos a cantar y a saltar, me daba igual estar muerta de cansancio y dolor de espalda, el estribillo me hacía saltar quisiera o no. Maldito corazón, Mi ciudad Sangre y fuego me fueron trayendo todos los recuerdos de mi adolescencia de ultra fan de Saratoga y me hicieron vivirlo a tope. Rechazando todos mis argumentos sobre el cambio de cantante, Tete Novoa me llegó a calar y sin duda daré de nuevo la oportunidad de tenerlos en mi lista de reproducción. 

No pude disfrutar mas de 20 minutos de la actuación porque quería ir a cubrir el siguiente concierto con el que se solapaba, pero ahora viendo el setlist de la noche, me arrepiento un poquito ya que después de irme todas las canciones que seguieron tocando fueron todos los grandes éxitos de la banda; Si Amaneciera, Vientos de Guerra o Perro Traidor, ya que por el 30 Aniversario de la banda, que se dice pronto, estaban interpretando las canciones que concentraron en su disco XXX salido a la luz en el 2021. Sin duda un acierto por la banda para una noche de festival. 

KTULU  

Corriendo nuevamente para poder aprovechar el máximo de tiempo volví al Mark Reale donde estaba por empezar Ktulu.  

Me costó un buen rato llegar hasta el foso, buena señal para la banda catalana que tenían llena toda la zona de su concierto. 

Concentradísima en sacar las mejores fotos posibles ya que la cercanía con algún miembro de la banda te hace sentir más presión, apenas pude saber que canciones fueron las que tocaron, pero no faltaron los temas que hicieron saltar a la banda al estrellato como son Pura Vida, Apocalipsis 25D, Kontradicción o Biocontaminación. 

La banda con más de 30 años a la espalda nos da una magnífica demostración de que su sonido entre thrash, groove e industrial metal sigue siendo su marca y seña peculiar a diferenciarse entre muchas otras.  

Aprovecharon sus 50 minutos de concierto y no defraudaron a su público que disfrutaba agitando sus greñas y levantando sus cuernos. 

ANKOR 

Aprovechando que ya estábamos en la zona del Mark Reale, esperamos el ratito de rigor mientras que Ankor preparaba su escenario, como ya vimos en Can Mercader, ellos llevan un telón de fondo y unas barras de luces leds. 

Esta vez tenían 50 minutos para satisfacer a sus fans que se arremolinaban en las primeras filas y cantaban todas sus canciones. 

La banda salió a escena unos minutos mas tarde por lo que imagino, se les recortaría el tiempo de actuación. Como se solapaban con Lepoka solo pude disfrutar de los primeros temas. 

Los tarraconenses se lanzaron al escenario con la actitud y la energía que les caracteriza tocando Holy Wolf, a la que siguieron The Monster I Am y New Kingdom. Su show fue un paseo por sus discos White Dragon, sacado en 2019 y Beyond the Silence of these Years del 2017. 

Aunque tuve que irme en seguida por bastidores pude ver a Isra de Ramos por lo que seguro cantaría a duo con Jessi Williams el tema Fences como nos estaban regalando en conciertos anteriores. 

Con un recinto medio lleno aguantando estoicamente hasta 4h me retiré para poder disfrutar un poco más del último  grupo de la noche. 

LÉPOKA 

Lépoka empezaban a las 2.50h de la madrugada y cuando llegué apenas les quedaba media hora de sus 70 minutos. 

Aunque se había hecho un buen vacío después de The Darkness aún quedaba muchísima gente en el recinto y se notaba que tenían ganas de fiesta. Y fiesta es lo que lleva esta banda encima. 

Era la primera vez que podía ver a Lépoka y sin quererlo me puse a saltar y cantar. Sus melodías son pegadizas y no puedes evitar bailar por muy cansada que estés. Nos hicieron agachar, nos hicieron levantar, nos hicieron saltar y disfrutar.  

Con flautas, violines, guitarras, bajo, batería y Dani Nogués a la cabeza del grupo, a Lépoka no le faltaba de nada. No les hacían falta ni sus “antiguos” trajes de franciscanos; La banda nos llevaba unos conciertos presentando su nueva imagen más cómoda, más feliz y casi por qué no decir, ¡más guapos! Y es que como dice el refrán, “el hábito no hace al monje” 

Bailes, cantos, pelotas y colchonetas hinchables y mucha cerveza hacía de la noche la mejor forma de concluir la gran jornada del viernes igual que con los temazos Beersekers,  Seguimos en Pie o Yo Controlo.  

La banda llevan ya 10 años de trayectoría y así lo anunciaba su telón de fondo “ 10 años controlando”. 

Entre pirotecnia y chorros de humo se despedían y se daba por finalizada la noche.   

Con el subidón y todo mi equipo a cuestas, hacia las 4 de la madrugada me dirigí a mi  tienda de campaña para recuperar fuerzas y prepararme para un nuevo día.  

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Highslide for Wordpress Plugin