Amanecía con el sonido de los gallos de fondo en el Camping Sombra el tercer día para mi de festival.

Con la táctica del día anterior, aunque habiendo dormido un poquito mejor (ahora ya contaba con una mantita que había ido a buscarme al coche, que casualmente siempre llevo «por lo que pueda pasar» y una sudadera que me compré mientras veía a The Darkness tirada en el suelo cuando noté como me volvía el frio húmedo infernal que me calaba los huesos); despertarme en un charco de sudor por el calor que hacía al salir el sol, desayuno con los alimentos que guardaba en mi tienda de campaña, que gracias a la venta de hielo en la zona de bar del camping pudimos mantener durante los tres dias, recorrido por los baños (que esta vez los habían empezado a limpiar mucho antes y estaban un poco mas usables) y una ducha bien fría y refrescante.  

Ya era el último día y cualquier minuto que pudiera aprovechar para descansar era de vital importancia. 

Este día los conciertos empezaban un poco antes, a las 16h y había que prepararse para un nuevo día de sol y calor, además también había que optimizar de alguna manera el tiempo para poder cubrir mas conciertos entre los escenarios principales y el Mark Reale y no morir en el intento. 

 Así que siguiendo los mismos pasos, sobre las 16h me puse en marcha, pasé nuevamente bajo la ducha con ropa y atravesamos el control de seguridad una vez más y por desgracia, ya la última. 

Una cosa que no había comentado antes y que me causó gran sorpresa fue que el primer día que llegué era ajena a muchas cosas, una muy importante, a la de que se podía entrar comida y bebida (no alcohólica) al recinto. Pocos festivales dejan el acceso de alimentos y bebidas para crear la obligación de consumir dentro, pero Leyendas del Rock cuenta con la gran ventaja de que si lo permiten. Un diez para el festival, de verdad, por que aunque siempre te gastes algunos euros en algo de picar o de beber, el poder contar unas horas con una botella de agua o llevar algo de picoteo para las horas que pasas de pie durante y entre los conciertos es muy de agradecer, y más en agosto. 

 Había una notoria diferencia en la cantidad de gente de los días anteriores así que conseguir primeras filas se iba a convertir en una tarea ardua, cambié el chip y decidí disfrutar al máximo el tiempo quedaba. 

WIG WAM

 

Wig Wam fueron los encargados de poner en marcha al festival y a su público la tarde del sábado, empezando a las 16h y teniendo 50 minutos de actuación. 

Al llegar ya estaban casi acabando así que fue un poco una visita para ver como sonaban. Sorpresa porque esta banda noruega formada en 2001 que hacen Glam y Hard Rock sonaba muy bien. Los temas a los que llegué fueron Do ya wanna taste It, Shadows of Eternity, Gonna get you Someday y In My Dreams para terminar.  

Pese no haberlos escuchado nunca su música recuerda a los buenos tiempos de Bon Jovi y su hard rock clásico ochentero. 

Esta banda se disolvió en el 2014, pero en 2021 volvió a reunirse y sacaron un nuevo sencillo llamado Never Say Die, tema que tocaron para abrir su actuación. 

Pese a que su cantante Åge Sten apenas hablaba en inglés, esto no fue ningún problema para que el público interactuara con la banda y disfrutaran del concierto. 

Tomad nota de ellos si os gusta este estilo musical porque valen mucho la pena. 

JORGE SALAN 

Salí pitando de la zona principal de conciertos para dirigirme al Mark Reale aunque mi viaje y ahorro de tiempo fue truncado por la perdida de una tapa de objetivo (que por más que busqué durante todo el resto de la tarde no conseguí encontrar.. ¿en serio alguien vio una tapa en el suelo y se la llevó?¿Para qué? Fue como un misterio sin resolver que en cuestión de unos minutos se esfumara y no lograra encontrarla… ) 

Cuando conseguí llegar a ver a Jorge Salan también el concierto ya había comenzado, y no recuerdo bien durante cuanto tiempo me quedé haciendo las fotografías, aunque el también tuviera 50 minutos de actuación, se solapaba con Butcher Babies que tenía ganas de verlas en directo. 

Jorge Salan “salió a la luz” tras ser el tercer guitarra de Mägo de Oz durante la gira y los discos de Gaia entre 2004 y 2008, aunque un par de años sacó a la luz su primer disco en solitario The Utopian sea of Clouds (2002). Ahora lleva 7 discos a su espalda y ha tocado para artistas como Jeff Scott Soto o Miguel Rios.  

Su música va desde Heavy Metal español, cantado por el mismo, hasta puro jazz a base de solos de guitarra. Una mezcla que hace a Jorge algo especial y espectacular. Un prodigio a la guitarra a nivel de los guitarras solistas mas importantes de la escena.  

Este chico es una maquina de hacer discos y el pasado 2021 nos traía El Cielo es Lodo del cual sonaron algunas canciones en su setlist del día. 

Antes de que pudiera acabar tuve que volver a salir corriendo entristecida por tener que abandonar su actuación.  

BUTCHER BABIES

 

Desde Queens of Steel nos encanta ver a las chicas sobre el escenario y las apoyamos tanto como podemos, sea cual sea su rol  así es que dando el repaso las semanas anteriores a las bandas que iban a tocar, ellas eran un punto de interés.  

Era la segunda banda de la tarde de los escenarios principales, ellas abrían el Azucena Stage y comenzaban a las 17h .  

Aunque ya vi un par de canciones en su inicio antes de ir a ver a Jorge Salan y poder disfrutar de una medianamente buena posición, al volver ya estaba la zona llena de gente, así que no pude mas que avanzar hacia el centro del público.  

A ellas las tenía escuchadas por spotify pero no acababan de gustarme, algo que cambió totalmente al verlas en directo.  

Heidi Shepherd y Carla Harvey son pura adrenalina sobre el escenario. El público estaba enloquecido con ellas y su metal y formaron grandes moshpits en cuestión de segundos. 

Al igual que en los shows que están haciendo esta temporada, abrían concierto con They’re Coming to take me Away e Ignite que ahí ya fue cuando se formó el gran circulo en el centro del público. 

50 minutos de verdadera buena música y buen show, donde las chicas conocidas por ser dos conejitas Playboy se hacían un paseo magistral por los sonidos más guturales con temas como Monster Ball.  

Finalizaban su concierto subidas sobre las vallas antivuelco cantando Best friend y Magnolia Blv, todo un recorrido por la historia de la banda californiana que se formó en 2011. 

ENSIFERUM

Ensiferum eran los siguientes en subirse al escenario y cientos de fans esperaban ansiosos con sus camisetas o los maquillajes que a líneas negras cruzaban su cara como ellos.

Ya tuve la gran suerte de poder verlos y disfrutarlos en la Sala Salamandra de Hospitalet hace unos meses, pero es una banda que no me cansaría de verla y disfrutarla en directo.

Presentando su último álbum Thalassic y despojados de ser los teloneros de Dark Tranquility, Ensiferum nos hicieron vibrar durante 60 minutos al ritmo de Run, Women, Victory, Run from the Crushing Tide, Midsummer Magic o la que se está convirtiendo en un tema que ya no puede faltar Andromeda. Tampoco faltaron los clásicos Token of Time o In my Sword I trust. Me encanta cuando cambian roles y su teclista Pekka Montin abandona su posición y los coros para tomar la voz principal y el microfono en Run from the Crashing Tide de este último disco (hola, y esa pedazo de voz?), o cuando todos esperamos expectantes a que Petri deje paso a Markus Toivonen para cantar Lai Lai Hei.

No hace falta decir que solté rápido mis cámaras para meterme en el circle pitt que se había formado desde el segundo numero uno que empezó a tocar la banda, en los moshpits, en los círculos de baile y hasta en una conga que se medio improvisó.

Ensfierum fue de las mejores actuaciones del sábado y repetiría una y mil veces más el poderles ver en directo.

TURILLI /LIONE – RHAPSODY

Después del demoledor concierto de Ensiferum, con sus rigurosos 10 minutos de acabar de ajustar cuatro cosillas empezaban por todo lo alto Rhapsody para no dejar caer el hype de su público.

La intro In Tenebris daba paso a los grandes éxitos de la banda, y es que una vez separados y creado el formato Turilli/Lione, ellos se quedaron con los mejores temas.

Down of Victory y Emerald Sword nos pusieron a saltar y cantar como locos. ¡Menudo inicio de concierto! Y es que los italianos saben como conquistar a su público que se encuentra en el cuarto día de festival y las fuezas empiezan a disminuir.

Un repaso por toda la discografía de los antiguos Rhapsody fue lo que estos dos grandes músicos regalaron nuestros oídos y personalmente me trasportaron a mi adolescencia, donde estos temas sonaban uno tras otro como hilo musical en mi día a día.

Aunque la banda tocaban 60 minutos, quería intentar ver también a Dunedäin que nuevamente las actuaciones del Mark Reale te obligaban a elegir que actuaciones querías ver o fotografiar, así que en Knightrider of Doom tuve que abandonar el concierto, pero en su setlist para finalizar el concierto no faltaron Holy Thunderforce, Lamento Eroico y Unholy Warcry. Mejor, ¡imposible! De verdad, ¡¡que conciertazo!!

DÜNEDAIN

En mi afán de seguir a las pequeñas bandas nacionales y darles apoyo desde otra página que dirigía en mis tiempos mozos, Dünedain se me presentaron hacía principios del 2000, exactamente en el 2004 cuando grabaron su primera maqueta con el mismo nombre de la banda Dünedain, aunque no fue hasta el 2007 que con su primer disco La Luz de mi Oscuridad, se empezaron a distribuir con Avispa por toda España así pudiendo alcanzar a mas público y empezaron a hacerse oír de manera que en 2012 se hicieron eco en los festivales Costa de Fuego y Leyendas del Rock.

A esta banda avilense le caracteriza su heavy metal melódico que durante toda su trayectoria musical han seguido fieles.

Aún no habiendo seguido mucho su trayectoria en los últimos años y haber llegado con el concierto a medias, pude averiguar que la banda tocó en parte canciones componentes de sus discos Memento Mori (2019) y Pandemonium (2016) y la conocida Por los Siglos de los Siglos de aquel primer álbum que antes comentábamos les abrirían las puertas a la expansión por la península, La Luz de Mi Oscuridad.

Acabarían con sus 50 minutos y serían ya la última banda que fotografiaría en este escenario.

OVERKILL

Corriendo para poder coger el concierto antes que empezara, ya que intenté emplear solo 10 minutos en tomarles fotografías a Dünedain para así conseguir una buena posición, llegaba a escasos minutos de dar inicio.

Entre humo y aplausos de su público entraban los componentes de Overkill a ocupar sus posiciones, Derek Tailer a la izquierda del todo, que desde mi posición apenas podía verle entre la multitud, Bobby «Blitz» Ellsworth, también ocupada la posición más hacia la izquierda y D.D Verni y Dave Linsk quedaban a la derecha. Central y superior sobre su doble escenario, Jason Brittner a la batería.

Daban inicio a su concierto con Wrecking Crew, de su álbum Taking Over del 1987 donde su sonido más original y clásico sobrevolaba por encima de un público que ya empezaba a formar espacios en los que poco a poco iría creciendo en tamaño y participación los moshpits con The Electric Rattlesnake.

Trash metal originario de los ochenta que el paso del tiempo no ha afectado en su calidad.

Su elección para la tarde del Sábado en el Leyendas pasaría de los temas mas clásicos y antiguos de la banda que no podían faltar como Elimination hasta su último éxito Welcome to the Garden State de su disco más reciente The wings of War (2019).

Un setlist para todos los públicos, desde los mas mayores hasta los mas pequeños que disfrutaban de estos conciertos a hombros de sus padres.

OPETH

Se acercaba el momento de la noche. Los dos grandes cabezas de cartel salían a escena, el primero, Opeth.

Caída ya la noche empezó a sonar Hjärtat Vet Vad Handen Gör. Con un escenario totalmente lleno de humo que apenas se podía ver el telón de fondo con su nombre, fueron sonando uno a uno los temas elegidos para la noche. Ghost of perdition, Cusp of Eternity, The devil’s Orchad, The drapery Falls, In My Time of Need, Sorceress y Deliverance.

La banda sueca con Mikael Åkerfeldt a la cabeza fue tocando temas de cada disco que compone su discografía desde sus incios en 1995.

Aunque Opeth siempre me ha gustado, reconozco que no se si fue por el subidón que todas las otras bandas nos habían dado hasta entonces, la necesidad de más fiesta o la de descansar, pese a que es una banda prodigiosa de rock progresivo mezclado con guturales y cambios de ritmo, encontré que no me encajaba en el cartel de la noche para un último día de festival, juntamente con lo difícil que se me estaba haciendo tomar alguna foto buena, esto hizo que me retirara a la zona de picnic a estirarme en el suelo y disfrutar de esta banda como se merece, escuchando tranquilamente y relajada sus canciones.

EPICA

Ahora si que era el momento de la noche. Daban las 23h en el reloj y junto con el humo en el escenario los componentes de la banda se colocaban en sus sitios.

A esta escenografía no le faltaba nada. Dos grandes serpientes gobernaban a izquierda y derecha del escenario. A dos alturas, detrás encontrábamos el teclado de Coen Janssen que tenía rotación y podia hacerlo girar mientras iba de un lado a otro tocándolo. En el centro la batería de Ariën Van Weesenbeek y a derecha una plataforma libre en la que en la mayoría de ocasiones la ocupaba su bajista Rob van der Loo.

En la parte baja del escenario a izquierda y derecha sus guitarras, Mark Jansen e Isaac Delahaye y en el centro la gran, increíble y maravillosa Simone Simons.

Unas estructuras giratorias a lado y lado del escenario, detrás de las serpientes, hipnotizaban mientras giraban tres triángulos en su interior. Los pies de micro en forma de arco seguían la linia de todo el decorado del escenario.

Con la intro Alpha – Anteledium iban saliendo todos a ocupar sus posiciones.

Abyss of Time – Contdown to Singularity fue la canción con la que dieron inicio su concierto.

¡Y menudo concierto! Epica hicieron algo Épico. Suena a juego fácil de palabras, pero es que fue algo increíble.

Las serpientes lanzaban fuego y en el borde del escenario habían cuatro cañones más que lanzaban a la vez o por separado también sus llamaradas. La temperatura del público subió de golpe unos grados, no solo por el calor del fuego que llegaba más allá de la mitad del público como a unos 20 metros, sino porque el público se volcó totalmente con la banda.

Todas las caras miraban con ilusión y alegría a lo que estábamos viviendo delante de nuestras narices.

Victims of Contingency, Storm the Sorrow y Unchain Utopia le siguieron a su primer tema.

Predominando los colores azules, verdes o rojos sobre cada tema en el escenario, también cambiaban sus serpientes y llamaradas por chorros de humo y la luz de sus ojos. Coen también en un par de ocasiones cambió su teclado fijo en el suelo por uno con forma abombada que se colgaba a sus hombros y le permitía ponerse junto a sus compañeros a tocar en primera línea de escenario o junto con Simone. En el escenario nadie paraba quieto, todos subían y bajaban e interactuaban unos con otros.

The skeleton Key, Cry fot the Moon, y las mas antiguas y míticas de la banda, Sancta Terra y The Obssessive Devotion fueron la parte central del concierto.

Esta banda relativamente joven juegan en otra liga y así nos lo demostraron en sus 80 minutos de concierto.

Finalizaron la noche con Code of Life, Beyond the Matrix y Consign to Oblivion con miles de personas aplaudiendo y ovacionándolos tras la pasada de show ofrecido.

ANGELUS APATRIDA

Esta vez si que fueron puntuales, sino se vería recortado su tiempo por el final del concierto, salian al escenario a las 00:30h los albaceteños Angelus Apatrida. Ellos estan que no paran de gira alrededor de Europa y los vimos no hace ni un mes en La Jonquera en el Potenzia Fest, que como ya comenté, hasta entonces no había tenido la oportunidad de poder verlos tocar el directo.

El escenario comenzó también a llenarse de humo, tanto mientras salían sus integrantes como durante todas las canciones y las luces tampoco no acompañaban, así que aproveché sus primeros temas, Bleed The Crown y Indoctrinate, para hacer fotos, pero la dificultad que estaba teniendo como me había pasado con Opeth y el que no podía quitarme del rabillo del ojo el moshpit que ya se había formado y del que tenía muchísimas ganas de meterme dentro a hacer el cabra hicieron que dejara todo mi equipo y mochila a mi compañero y cargador oficial en el evento, Marcos.

Se acababa el festival y yo venía a cumplir sueños, el primero, poder ir a este festival que desde ya joven cuando aún no se hacía en Villena, le tenía siempre echado el ojo y lo dejaba pasar con tristeza por las dificultades que tenía en poder ir. El segundo, meterme en un Moshpit, un Circle pitt o un Wall of dead, y el que desgraciadamente me quedó por cumplir, el de hacer Crowd Surfing, que por la dudosa eficacia del público, aunque me lancé a pedirle a los mas grandotes que vi por allí si me podían subir, anteriormente ya vi como alguien se precipitaba al suelo a los pocos segundos de ser levantado.

Me dediqué básicamente a disfrutar del concierto que Angelus Apatrida nos brindó para casi terminar ya la última jornada del sábado noche del Leyendas.

La banda pedía espacio y los asistentes en el público se encargaron de crear un gran espacio rectangular que todos respetaron y esperaron al momento adecuado de Give em War para hacer ese wall of dead que tardé solo 5 segundos en pensarme si me metía o no, y que acabé haciendo.

Seguido de Vomitive, empezamos todos a correr y saltar en circulos creando un gran circle pit donde pude vivir como por mucha gente que se cayera el suelo, aquello paraba de golpe, y salian manos de todas partes para recogerte del suelo. (si, como novata, caté el suelo aunque no fui la unica en ese momento, ya que al levantarme vi como dos o tres personas más caían también en ese mismo momento).

Me apartaba en alguna ocasión para coger aire y recuperarme un poco pero Angelus no daban tregua, Of Men and Tyrants y Sharpen the Guillotine fueron los siguientes temas en sonar.

Como ya hicieron en su anterior concierto, y creo que lo van haciendo en todos los de su gira, se toman un receso de cinco minutos para tomarse una fotografía de toda la banda con su público y encaminan ya el bloque final.

Cuando parecía que el concierto estaba apunto de terminar, volaron nuestras cabezas con Serpents on Parade y You Are the Next.

Llena de polvo, sudando pero rebosante de entusiasmo y emoción por el conciertazo y la experiencia vivida, Angelus Apatrida abandonaban el escenario habiendo cumplido sus 70 minutos de concierto que se hicieron los más cortos de todo el festival.

LEO JIMENEZ

Aunque ya casi daba por terminado el festival, aún faltaban un par de bandas para llegar del todo al fin, incluso en el Mark Reale quedaban unos minutos más de fiesta con Motorhits, pero al día siguiente nos esperaba una vuelta dura y el cansancio ya rozaba el agotamiento.

Aún así, con el vacío que se había hecho en la zona de conciertos tras la actuación de Angelus Apatrida, aún quedaban cerca de la mitad de la gente que había para ver el concierto de Leo Jimenez.

Como me pasó con Saratoga, que comentaba en la anterior crónica, dejé de escuchar tanto a Saratoga como a Leo con su salida de la banda. Le seguí en sus proyectos como fue Stravaganzza pero no acababa de cogerle el punto a su proyecto en solitario, aún así disfruté tanto de tomarle fotos como de su música en el festival Rock de Cervantes en Alcalá de Henares en 2010.

Sobre el escenario vi un Leo algo afónico y lejos de lo que en mi recuerdo guardaba, así que algo desilusionada, cuando conseguí hacer alguna que otra foto, aproveché lo que quedaba de festival para tomar algo y comer algo de picar antes de volver hacia la tienda de campaña.

Aún así, una vez que tuve unas patatas fritas y pude sentarme en una mesa, que no hacía tanto frio como en el suelo, acabé de ver el concierto de Leo tras las pantallas y no me desagradó.

Momentos después, daba incio el último concierto de la noche, El Reno Renardo, pero es una banda que me desagrada totalmente, así que a falta de quitarme el sueño por aguantar allí algo más de tiempo, ya decidimos marcharnos del todo.

Con una gran pena, eché la vista atrás para guardar en mi memoria todo lo que había estado viviendo durante tres días, esperando poder volver en el futuro y volver a vivir los grandes momentos que pasé en el festival.

Desde Queens of Steel y personalmente quiero agradecer al festival la oportunidad de poder acudir como prensa y ahora poder relataros todas mis vivencias, como ya sabéis los que me leéis a menudo, de una forma totalmente personal.

También a la web Setlist FM que me ha ayudado en poder relatar casi cada una de mis crónicas, a toda esa gente que ha publicado los setlist de cada concierto.

A todas las bandas que han participado por hacernos vivir momentos irrepetibles, a Runa Llena por revivir esos backstages que hacía tantos años que dejamos atrás y tanto se echaban de menos, y a toda esa gente del público amable que me dejaban hueco para poder tomar mejores fotografías, a Vicenç, si me consigues leer, por agarrarme en el circle pit de Angelus y hacerme disfrutarlo aún más después de pasarnos todo el festival viéndonos de vez en cuando, a Marcos, que cargó con la mochila cuando ya no podía más y me acompañó en esta locura de festival durmiendo en tienda de campaña y dándome coba al volante, y a todos los que me pedisteis una foto o posasteis para mi cuando os lo pedía.

Próxima parada… Ripollet Rock

¡¡GRACIAS!!

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