Nos encontramos ante el primer trabajo de larga duración de la banda catalana REDSHARK. Después de su excelente EP “Evil Realm” del 2019 y el “Rain of Destruction”, también EP, de 2016, por fin estrenan un disco a lo grande, con una madurez exquisita y con las ideas muy claras.

Ya empezando por la portada, te atrapa sin remedio, y más si eres fan de aquellos lanzamientos de finales de los 80 y los 90, de portadas de grupos como TOXIK, NUCLEAR ASSAULT, EVILDEAD o MEGADETH, por citar algunos, la mayoría hechas por Ed Repka, y que tanto juego dan a la hora de tenerlo en las manos. Pues bien, ya con una portada cojonuda, el contenido no lo es menos.

Y, sin más preámbulos, nos metemos de lleno en el tema inicial, llamado “The Drill State”. Toda una declaración de principios en un arranque demoledor con unos riffs limpios y constantes, con un arrollador Speed Metal clásico estilo EXICTER/RAZOR/IRON ANGEL, acompañado por la voz de Pau; desgarrada, estridente y asesina, respaldada por unos coros cuando cuadra, que le dan más fuerza y vigor al corte. Enormes esos punteos sueltos que aparecen, muy en la onda US Metal. Al igual que los solos, con un juego y armonía sin fisuras y con disciplina. Le sigue “Never too Late”, que tiene ese tono guapo y ritmo de un segundo tema del redondo, como si fuera un “Hell Patrol” de JUDAS. Si el primero acelera, este se mantiene en un tempo muy clásico, con unos riffs cabezones que cabalgan clásicamente de principio a fin. Esta vez la voz es más marcada, si bien tiene sus puntos de griterío, también mantiene un nivel de estrofas muy lírico. Una canción con una base muy ochentera, con los mimbres más clásicos. Como los solos, llenos de fuera, melodía y buen gusto. En cambio, con el tema título, “Digital Race”, nos metemos en un inicio digno de unos SANCTUARY o METAL CHURCH, con ese Power oscuro y teatral. Bajan un poco el pistón. Podría ser un medio tiempo tal y como es el trabajo, pero al estilo de las bandas de la US Metal como las anunciadas antes, con potencia y buenos golpes de riffs en los cambios y con ese punto oscuro, dramático, profético y, por qué no decirlo, con cierta mística, donde la voz de Pau mantiene esa fuera a lo Joe Comeau. Y los solos recrean un paisaje más ambiental. “Arrival” es una breve intro synth que a mí me ha recordado, de primeras, a Jean Michel Jarre. Cosa que me fascina, porque nos metemos de lleno en la exploración del universo con “Mars Recall”. Brutalísimo Power US cósmico-metálico-melódico. Limpios. Con puntillos savatagianos/riffs MAIDEN “Somwhere”. Una pista atmosférica. Con sus detalles y efectos ambientales dentro de un ritmo casi constante cabalgado sobre el universo. Incluso la voz de Pau adopta un aire alienígena con toda su crudeza incluida. Ya en “Kill your Idol” la cosa vuelve al cauce del Speed/Power US. Un tema de riffs asesinos sin espacios, con unos cambios de ritmo muy Power/Thrash, y donde la agónica y dramática voz de Pau maneja la historia a la imagen y semejanza de la música. También destacar esas buenas guitarras en los solos tan elaborados y técnicos. Y la base bajo/batería: arrolladora. Lo mismo ocurre con “The Death Rides”. Otro puñetazo sonoro. Con un sonido demoledor. Con más densidad aural. Sin espacios. Toda a una y sin miramientos. Pau escupe fuego y vomita lava con una agresividad desmesurada, mientras que el resto se encargan de controlar la fuerza bruta del sonido con unos solos locos contrastados por otros con un juego guitarrero con mucha mística. No acaba aquí la cosa. El siguiente tema es otra delicia. “Burning Angels” es una explosión de escuela speedica germana, incluido el Power Metal, con unos riffs más germánicos. Incluso vocalmente se ajusta al término con una estrofas más místicas y festivas. Algo así como SCANNER/HELLOWEEN/MANIA pero sin dejar de lado momentos más crudos. Otra canción, a mi parecer, de corte cósmico-metálico que entra de lujo y te transporta a través del tiempo. En cambio, con “Pallid Hands” llega el tiempo de relajación en una balada con todos los ajustes ochentero para la misma; desde un inicio que recuerda a powerballads de ANNIHILATOR o OVERKILL pero con un sentimiento musical durante el resto que me recuerda a esas baldas tan sentidos de los 80 de SCORPIONS. Sin apenas variaciones. Aquí no se vienen arriba ni brutalizan. Aquí se relajan y se regalan con un tema lleno de sentimiento adornado por unas guitarras aflamencadas de lujo al final de la pista. Y acabamos con “I’m Faling”. Una canción muy American Metal. Y esto viene porque recuerda a LIZZY BORDEN, con esa fuera y melodía y, a la vez, con un Pau que también ajusta la voz al estilo LIZZY, con esa teatralidad y lírica, pero siempre con ese punto crudo y chillón que te taladra con gusto. El estribillo es brutal/pegadizo, con muy buen gusto. Igual que los solos; frescos y adictivos. El tema parece que acaba a los 5 minutos, pero después de un silencio vuelve a sonar, solo con una guitarra y cantando el estribillo suavemente hasta que se apaga y acaba silbándolo, como cuando acabas un trabajo bien hecho y te vas satisfecho.

En definitiva: un discazo. Vale que todo lo que aquí suena está escrito pero, a día de hoy, escuchar algo tan fresco que podría caber en la estantería junto a grandes discos del Power US y tan bien encajado y estructurado, es una delicia y, si encima lo escuchas con una buena portada en las manos… ¡Qué más quieres! Les pondría un diez, pero muchxs diréis que porque son amigos míos. Y las dos cosas son verdad: so amigos míos y les pongo un diez porque se lo han currado y han madurado sin perder la tónica del estilo. ¡¡Enhorabuena!!

Listenabe Records (2022)

Puntuación: 10/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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