El black/thrash se encuentra en estos últimos años de enhorabuena, con varias bandas produciendo álbumes de calidad. Desde la capital nipona de Tokyo nos llegan Evil, dignos sucesores del malvado sonido que en su día forjaron grupos tan icónicos como Sabbat de Gezol, Abigail o los primeros Sigh, estos últimos antes de pasarse al avantgarde.

La agrupación fue formada en 2011 por el vocalista y guitarrista Asura, el bajista Enmaten, el asimismo guitarrista Bishamonten y el baterista Mizuki Maeda. A partir de 2016, Maeda fue sustituido por Yaksa (también miembro de Significant Point, banda por la cual han pasado varios de sus integrantes antiguos y actuales, o bien han tocado con ellos). Entre 2017 y 2019 pasó por sus filas otro músico de sus coetáneos amigos: el guitarrista Rasetsuten. Un año más tarde, debutaron con el elepé Rites of Evil, en el cual ya nos dejaron una clara muestra de cual era su propuesta musical: un black/thrash sucio, directo como una bala en la sien sin contemplaciones. En este reciente Possessed by Evil, claramente han mejorado sus prestaciones técnicas, como veremos a continuación.

Con la caótica percusión de Yaksa, que no tarda en ser seguida por las guitarras de Asura y Bishamonten,empieza la introductoria The Cycle of Pain. Esta da paso a Yaksa, que parece un auto homenaje para el baterista, que sigue haciendo de las suyas con el doble bombo, al más puro estilo de D.D. Crazy de Sarcofago. La voz de Asura es seca, como el más afilado de los vientos. Como veréis, todos los títulos aparecen en el tracklist con su denominación en japonés y en inglés.Sin embargo, todas las letras están compuestas en su japonés natal.

Continua esta descarga satánica con Revenge, canción que cuenta con un pegadizo riff guitarrero, que nos recuerda a los mejores años de Aura Noir. Donde más se nota una mejora técnica es, sin lugar a duda, en los solos de guitarra, más diferentes y elaborados que en su primeriza grabación. Una torrencial tormenta nos presenta Raizin, pegadiza composición de estilo Black’n’Roll en la que bajan algo las revoluciones. Resulta interesante ese cambio de ritmo hacia la mitad de la pista, que precede al doble solo de guitarra. De lo mejorcito del disco.

Seguimos con esta sacrílega demostración de black/thrash con Paramount of Evil, tema breve y contundente, con un gritazo de Asura al más puro estilo de Tom Araya en el mítico Hell Awaits. La batería de Yaksa nos presenta la cavernícola Reaper, cuyo solo de guitarra recupera las influencias del Black’n’Roll.

La trilogía de canciones que escucharemos a continuación es un prolongado descenso al Yomi (el inframundo según el sintoísmo japonés). No puedo evitar pensar en la famosa trilogía cinéfila de las Puertas del infierno, del maestro del terror italiano Lucio Fulci. Empezamos nuestra fatídica travesía infernal por The Gate o fHell. Una percusión muy doom parece darnos la bienvenida a la perdición de nuestras almas, como si acabáramos de adentrarnos en una apócrifa madriguera. Después de la breve introducción, nos sacude sin contemplación Hell’s Evils Bells, con un incesante martilleo que trae a nuestra memoria a los primeros Merciless. Finaliza esta secuencia de composiciones con Bottom of Hell, cuyo riff cadavérico se implanta en nuestro subconsciente como un perverso ritual. Telita ese frenético final, coronado por otra muestra de destreza en las seis cuerdas.

Si bien hemos atravesado el infierno y visitado sus más satánicos confines, nos queda enfrentarnos ante el mismísimo guardián del inframundo: Enmaten. Se trata de un trallazo en toda regla, que cuenta con varios solos de guitarra encadenados y finaliza con la abrumadora batería. Continúa nuestro martirio con Possessed by Evil. Tras un aletargado comienzo, de nuevo con regusto a doom, escuchamos al alma de Asura gritando condenada, como si fuera incapaz de escaparse de los designios de Lucifer. Hacia el segundo minuto de duración, deciden recuperar su habitual ritmo vertiginoso para ametrallar de nuevo nuestros oídos. Se trata de la composición más larga del álbum, así como la que presenta mayor variedad.

Llegamos al final de esta matanza sin contemplaciones con Evil Way of Live, canción con un cierto aroma a los primeros Bathory.  De nuevo resulta algo pegadiza y permite, casi por primera vez en el álbum, resaltar al bajo de Enmaten, como si el espíritu del guardián se hubiera adueñado de su voluntad. Gran manera de poner punto final al elepé.

En conclusión, los muchachos de Evil nos han regalado uno de los mejores álbumes de este borrachuzo subgénero musical. Estoy seguro de que el bueno de Gezol debe sentirse orgulloso de estos alumnos aventajados, por lo que no sería descabellado pensar en verlos como teloneros, en algún concierto de Sabbat o Metalucifer. Me he planteado ponerles una nota superior, si bien alguna de las composiciones no ha estado al nivel que el resto y se nota.

Dying Victims Productions (2021)

Puntuación: 7/10

Pere Guiteras

pere@queensofsteel.com

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