Tercer trabajo de esta banda alemana amante de los sonidos extremos, crudos y duros, muy en la old school. Y así, empezamos con “The Prophet”, con un aura atmosférica muy Black Metal y una voz amenazante a lo KREATOR. Guitarras endiabladas, bucles caóticos, pausas y puentes old school dentro del Thrash y algo de atmósfera gótica, con un compás lírico enorme. Toda una variedad de elementos extremos en un solo tema.

Le sigue “To Dusk” con la misma diablura que el corte anterior, pero dotándolo de más funciones melódicas y de pasajes más intimistas, pero sin perder esa crudeza y atmósfera terrorífica. La voz sigue la estela a lo KREATOR, y unos coros de ayuda le dan más personalidad y ambiente a la canción. En “Nothingness” tenemos una duración de casi siete minutos que, si bien empieza con lentitud y algo de efectos, la pista crece desde el Doom al Black/Thrash, con una secuencia de sonidos asesinos y una entrada de bajo realmente diabólica, para pasar de la velocidad al medio tiempo sin perder un ápice de fuerza y épica en este caso, y acabar con unpasaje dramático e intenso. En cambio, “Hosanna in the Highest”, teniendo la misma fuerza y esas fases rápidas, es un título con más elaboración en los ritmos, con unas guitarras muy heavies, pero con una base caótica cercana al Death y una voz del mismo estilo, que amenaza y cambia de registros. También destacar una parte intermedia donde juegan con el progresivo, que encajan de lujo. “Epitome” es un interludio de poco más de dos minutos que nos introduce en “The Reverence”, con los mismos argumentos del inicio del disco; un sonido tenebroso dentro de un ambiente frío, crudo, con unas buenas estrofas y tonos vocales agresivos que encajan perfectamente en la historia, que también tiene sus partes más lentas pegadas a otras de extrema velocidad Black, con unos solos luctuosos y un final agónico y dramático que parece encajar con el principio de “The Valley of the Blind”. Convirtiéndola en una amalgama de sonidos fúnebres con riffs muy heavies y clásicos. Pero, al igual que la anterior, la violencia y la velocidad son la nota predominante, siempre con algún pasaje más lento lleno de melancolía y drama para, como siempre, culminar en una explosión Death/Thrash con un sonido brutal y arrollador. En cambio, con “Den of Inquity” baja un poco el pistón, que no la fuerza, en un tema a medio tiempo extremo con partes llenas de dureza y otras más dramáticas, donde la voz va cambiando según el ritmo y otras veces donde los coros acompañan de manera oscura. Un corte extraño, pero con el ambiente bien creado. Y, llegando al final, nos encontramos dos canciones. Una es “Gaia”, con un inicio envolvente y místico. Con paso firme riff a riff. Con más épica. Parecido a los BATHORY más vikingos. Con unas estrofas y estribillos brutalmente logrados. Y acabamos con “Into Disarray”. Una pista en la onda de todo lo escuchado, pero más directo. Sin grandes efectos ni alardes. Unos buenos riffs muy old school con un sentimiento vocal crudo y desgarrado, dando notas melódicas dentro de esa agresividad y cambiando de ritmo con velocidad, con unos solos abiertos y limpios en un espacio instrumental al final del tema.

En definitiva,, un disco bueno, sobre todo por esa atmósfera y ambiente que recrean con esos sonidos tan clásicos del género.

Listenable Records (2021)

Puntuación: 8/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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