AVATARIUM – An Evening With Avatarium

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Disco en directo de esta banda sueca que debía haber empezado la gira por este concierto y no pudo ser por el virus. Así que, aprovechando el parón, lo lanzan al mercado. El álbum es totalmente atmosférico y ambiental, basado en el último trabajo sobre todo y, como aquel redondo, empieza también el show y después de una intro a ritmo de tiovivo macabro aparece “Voices”, del “The Fire I Long For”, de 2019. Un medio tiempo Hard/Doom con la atmósfera mística de unos RAINBOW y la lentitud dramática de unos CANDLEMASS, siempre con la voz femenina sensual y oscura de Jeannie-Ann, unas teclas y solos bien puestos para formar un inicio envolvente.

Le sigue “Rubicon”, del mismo disco del 2019. Riffs eléctricos. Primitivos. Sin espacios. Con la crudeza de SABBATH de Dio. En “Into the Fire/Into the Storm”, del “Hurricane and Halos”, de 2017, se forma una cabalgad rítmica y cavernosa, con unas teclas a lo HEEP y un tono vocal muy psicodélico y ácido. Se te va metiendo como una aguja. La cosa baja de tono en “Lay me Down”, de su último compacto. Balada con sinfonía solemne, con ese toque mágico a lo RAINBOW. Aquí se para el concert con un largo discurso de Ann con el público para adentrarnos en el corte que da nombre a la banda, “Avatarium”, del mismo disco del 2013. Nos lleva a la épica de los ZED YAGO pero con ese groove y distorsión más marcada en vivo, que le da más atmósfera. En cambio luego, con “Shake that Demon”, de su última obra del 2019, metaliza el directo con una pista más rápida pero sin abusar, con una instrumentación y riffs más metálicos y a la vez más Hard Rock, con esas teclas tan de los 60/70 y la voz sinuosa, con un ápice de dureza a lo Lee Aaron o Lita Ford. Continúa el show con “Pearls and Coffins” (“Girl with the Raven Mask”, 2015): más de diez minuto entre balada y Power Ballad, con unos riffs épicos, largos, tan melódicos como Doom y una instrumentación más oscura pero de la era de los 60, y unos solos muy adictivos. En “In my Time of Dying”, un corte del 2015, la cosa baja de minutaje y en tres minutos Ann nos muestra una variedad de tonos a piano que van del Blues al Soul, con un sentimiento muy Joplin. Aunque la cosa vuelve a su cauce terrorífico en “Medusa Child”, un tema del 2017 con mucho desarrollo, cambios de ritmo y mucha ambientación musical, como esas viejas historias que grandes como COOPER o DIAMOND suelen hacer, en un tema lleno de paisajes musicales y atmósferas siempre dentro de los patrones que marca la formación. A continuación, en «The Sky At The Bottom Of The Sea» del mismo disco del 2017, suena el Heavy Metal. Unos riffs más eléctricos y rápidos. La voz también suena más metálica. Y las teclas le dan ese plus Hard tan vacilón. Aunque después vuelve la calma con “The Fire I Long for”, título de su último disco y una canción con un aire sinfónico a lo RAINBOW pero con un ritmo más marcado al Doom y unos solos apoteósicos. Llega el turno de “Girl with the Raven Mask”, del disco homónimo del 2015, y después del descanso con el tema anterior, vuelve una descarga de Proto Metal en estado puro. Aquí el grupo se muestra suelta, con unos ritmos caóticos, unos solos exagerados en un punto de ebullición musical donde solo a mitad ay un pequeño cambio donde el público interactúa, pero enseguida se vuelven a poner las pilas para bajar de nuevo con “Stars they Move”, del 2019. Una pieza a piano y voz con sentimiento, sensibilidad y profundidad. Y acabamos con “Moonhorse”, del “Avatarium”, de 2013. Un tema Doom con una voz estilo épico medieval que le brinda una atmósfera bastante interesante. Un recorrido final a base de riffs salvajes envolventes y un ambiente de oscuridad luctuosa para acabar el show acertadamente.

En definitiva, un buen disco, con temas súper largos. Muy atmosférico. Muy bien grabado. Y con mucha intensidad y densidad.

Nuclear Blast (2020)

Puntuación: 8/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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