ANGEROT
Aunque ANGEROT sea una banda de reciente creación, está formada por veteranos de la escena death metalera de USA, que llevan formando parte de bandas desde principios de los 90. Bajo este nombre sacan ahora su segundo disco, “The Divine Apostate”, que ve la luz tras un debut redondo, y aquí los yanquis vuelven a cumplir siguiendo fieles a un Death Metal de la vieja escuela donde brilla más el aroma americano. Beben de distintas escenas y no se desvían de la tradición, pero saben darle personalidad a su música, sobre todo con unas letras que tienden más a lo oscuro y misterioso, incluso a lo poético. Charlamos sobre ellas, sus influencias, y mucho más con Chad Petit, frontman del combo.
– Hola, antes de nada gracias por tu tiempo. Espero que estéis todos bien por allí. ¿Ha afectado todo el tema de la pandemia a la actividad de la banda y al trabajo que rodea el lanzamiento del nuevo disco de alguna forma?
Gracias por dedicarnos tu tiempo. Definitivamente, la pandemia ha afectado al lanzamiento del nuevo disco, a los conciertos de presentación y a cómo hemos tenido que vender y empujar el lanzamiento. Los conciertos son pocos y distantes… Y lo que está pasando con los bolos deja mucho que desear. Nos hemos estado centrando en dar un empujón a las cosas online… Pero hasta eso ha sido una faena, ya que la mayor parte de América está centrada en propaganda absurda y en una prensa que alimenta el odio. La gente necesita desconectar de la prensa y centrarse en sí misma durante un tiempo, y dejar de darle su alma a los medios.
-¿En qué os estáis centrando ahora mismo?
Ahora estamos trabajando en un par de cosas. Tenemos listas todas las pistas de batería para el nuevo álbum, así como varias pistas de voz. Tenemos terminadas grandes partes del nuevo disco y la mayoría de este ya está planeado. También estamos trabajando en un maxiEP de edición limitada con el que estamos muy emocionados. Contendrá muchas cosas interesantes, un tema inédito del “Splendid”, canciones en directo, un par de versiones y un single nuevo.
-Acabáis de sacar vuestro segundo álbum, “The Divine Apostate”. ¿Qué significa para vosotros? ¿Es un segundo trabajo un paso más hacia vuestra propia personalidad y en aprender de la experiencia de hacer una obra debut?
El progreso que hicimos del primer disco al segundo fue genial… En todos los aspectos. Todos llevamos mucho tiempo tocando y tenemos una gran química entre nosotros, y eso se ve en “Divine”. Creo que todos estamos orgullosos de lo que es “Splendid” y de cómo se recibió, pero en “Divine” no nos dejamos nada en el tintero. Si nos sentíamos cómodos; lo hacíamos. Poder dejarte llevar al componer y al grabar es algo clave para ser tú mismo, y para hacer que gire la rueda de la creatividad. Sinceramente, sentí que conseguíamos eso a mitad del disco y, definitivamente, estamos al máximo con estos dos lanzamientos.
-Ya el título del disco entrevé que os inclináis más hacia lo oscuro y lo misterioso. ¿Cómo transportáis esto a vuestro sonido?
Creo que sale de forma natural. Nuestro tono dicta mucho de lo que sale en los riffs y en las estructuras. Hemos trabajado muy duro para conseguir el tono, potencia y la articulación del tono, y eso trae nuestros nuevos niveles de habilidad al componer. En cuanto a letras, intento dejar que las canciones me digan de qué van antes de empezar a escribir. Para mí, cada corte tiene una historia esperando a ser contada… Solo tienes que escuchar para encontrarla.
-De hecho, algunas de las letras tienen una estética poética. ¿Cómo es el proceso de escribir vuestras letras y cuánto esfuerzo dedicáis en la estética del lenguaje?
Trabajo muy duro para conseguir eso. Siempre he visto las letras como una oportunidad para darle al oyente el poder de controlar e interpretar el tema a su nivel personal… Básicamente, como la poesía. La elegancia y la fluidez son cruciales a la hora de dejar una puerta abierta al oyente. Me encanta dirigir el tema, inculcar un motivo y un concepto, pero dejar una ventana abierta para que derive en lo que queráis. Usando un poco de elocuencia es algo que, personalmente, me resulta interesante.
-¿Hoy en día el Death Metal tiene algo más que contar que historias gore e imágenes retorcidas?
Cada letrista proporciona algo de una forma única. Creo que aquellos que destacan por encima del resto, encuentran manera de aplicar sus dotes sin caer en estereotipos. 1000 letristas pueden hablar de estos temas, y siempre habrá unos pocos que lo pueden hacer con gracia y crear algo único. Y ésos son mis objetivos.
-En el disco habéis logrado construir un ambiente general siniestro y enfermizo. ¿Qué inspira esto? ¿Películas, libros, arte, momentos…?
La vida. Como grupo en realidad no nos centramos ni en películas ni en libros. Todos estamos bastante ocupados con nuestra familia, hijos y carreras. Todos crecimos y pasamos nuestros primeros años en la escena de principios de los 90. Nuestras metas siempre han sido las mismas; crear un disco de Metal lo más cerca posible de la perfección. Para hacer esto, el ambiente y el rollo general tiene que ser consistente y potente. Cuanto más nos aceptamos a nosotros mismos como personas, de mejor manera podemos lograr éso.
-Antes de editar el álbum os separasteis de vuestro batería original. ¿Cómo encontrasteis a Matt? ¿La sangre nueva os ha dado un empujón en términos creativos? Porque a veces puede ser al revés.
Conocí a Matt hace varios años, cuando la anterior banda que teníamos Jason y yo tocamos en varias ocasiones con el grupo que tenía Matt entonces. Siempre me impresionaron sus dotes. Hay muchos grandes baterías ahí fuera, pero no muchos baterías modernos reúnen las características necesarias para embellecer el rollo de los 90. Matt, definitivamente, me llamó la atención por su habilidad a la hora de combinar técnicas modernas con una base old school. Sus dotes, definitivamente, nos han abierto nuevas puertas. Teníamos compuestas algunas canciones para “Divine” antes de que entrara Matt pero, una vez lo tuvimos abordo, nuestra composición cambió en cirto grado. Sin duda, nos volvimos un poco más flexibles.
-Una de las pistas que logra destacar de la placa es “Coalesced with Wickedness”. Tanto por su variedad como por la colaboración de Snowy Shaw. ¿Cómo nació y se creó este corte y por qué Snowy Shaw?
Siempre nos ha encantado trabajar con amigos e iconos que han inspirado nuestra pasión por el Metal. Cuando componemos, estamos hablando todo el tiempo sobre con quién nos gustaría trabajar, con quién sería divertido colaborar, con quién podríamos combinar nuestro sonido de manera potencial. Cuando empezamos a trabajar en “Coalesced”, salió el nombre de Snowy y compusimos para acompañar lo que sabemos que Snowy es capaz de hacer. Snowy es alguien a quien he admirado, en muchos sentidos, desde hace décadas. Es un batería fantástico y también un vocalista sobresaliente. Le mandamos una copia de la pista y debatimos lo que esperábamos conseguir, y le pareció genial. Snowy es un tío cojonudo y lleno de espíritu.
-De todas formas, ya tuvisteis artistas invitados en vuestro debut, como LG Petrov entre otros. ¿Qué aporta a las canciones tener artistas invitados? ¿Son estos artistas amigos o influencias (o ambos)?
Algunos son amigos, otros son influencias que se han convertido en grandes amigos. Para mí, el Metal va de eso, de colaboración y camaradería. Siempre me ha encantado escuchar a invitados en viejos discos de Metal y ver la hermandad que creó la escena Metal y que es lo que nos ha convertido en quienes somos ahora. Ha sido un verdadero honor tener a todos y cada uno de los invitados, ingeniero y productor, y tenemos ganas de trabajar con otros en todos nuestros discos. Simplemente, es parte de lo que hacemos.
-Aunque en vuestra música hay una obvia influencia del Death Metal sueco, también hay US DM entre otros tipos de Metal. ¿Cuán fácil es hacer algo variado sin desviaros de vuestro camino del Death Metal tradicional?
En este momento de nuestra carrera musical, el Death Metal es todo o que conocemos, y no creo que nos podemos desviar de él ni queriendo. Creo que en “Divine” la influencia americana es más clara, ya que estábamos muy relajados, cómodos y seguros con lo que estábamos haciendo y, como resultado, todo brilla más. Lo que escucháis aquí es una absolución de quiénes somos y de lo que amamos.
-Trabajasteis de nuevo con Jon Zig para la portada. ¿Qué significado tiene el artwork?
Zig es increíble. Trabajamos con el tanto en “Splendid” como en “Divine”. Ha nacido para hacer arte evolucionando. Tenemos un plan bastante intenso de dónde hemos estado y de a dónde vamos.
-Dicho todo esto sobre “The Divine Apostate”; ¿cómo lo describirías con solo 3 palabras?
A su tiempo.
-Todos sois veteranos en la escena, habiendo tocado anteriormente en varios otros grupos. ¿Cómo y de qué necesidad nació ANGEROT?
Cuando se separó nuestra anterior banda, me parecía bien haber terminado. Había pasado más de 25 años tocando en grupos y, si tenía que seguir, quería hacerlo a mi propia forma, haciendo lo que siempre había querido hacer. Por suerte para mí, Jason, Bill y Josh estaban en la misma onda. Ni tan solo estábamos seguros de si íbamos a conseguirlo, pero sabíamos que lo pasaríamos bien intentándolo. Todo ha llegado muy lejos en muy poco tiempo.
-¿Cómo afectan estas otras formaciones a lo que hacéis ahora con ANGEROT? ¿Qué aportáis aquí de esa experiencia? No solo en cuanto a sonido, sino en cuanto a experiencia como músicos y compositores.
La experiencia trae sabiduría. Hemos girado, pasado tiempo en sellos, organizado y desorganizado cada parte de ser músico. Yo, personalmente, nunca he estado más relajado y me he sentido más seguro de lo que estoy haciendo a nivel musical. El mundo ha cambiado muchísimo desde que tenía 20 años y también lo han hecho mis objetivos. Me apasiona a dirección en la que va ANGEROT, lo que hemos conseguido, y tengo ganas de lo que aún tenemos que hacer. Aunque me gusta mucho lo que hemos hecho, creo que aún tenemos que llegar a la cumbre.
-¿Qué ha cambiado desde la escena de los 90 ahora que hay una obvia resurrección de la estética old school incluso entre generaciones más jóvenes?
La lealtad. La dedicación a la escena en general. Tanto cómo como y duermo, respiro Death Metal. Me entristece ver lo rápido que alguna gente desprecia a bandas y músicos. El Metal, y el Death Metal concretamente, nacieron de una rebeldía sincera y del poder de la libertad de expresión. Ahora vivimos en una época de narcisismo social y el deseo de destronar y quemar eso para demostrar cuánto nos importa todo. Está todo del revés y se ha vuelto un poco desconcertante.
–Creo que ya todos sabemos que la «comunidad» metalera suele ser bastante nostálgica. Cuando Simon Reynolds investigó sobre el culto a lo retro en «Retromanía: La adicción del pop a su propio pasado» se preguntaba si «¿La nostalgia obstaculiza la capacidad de avanzar de nuestra cultura? ¿Somos nostálgicos precisamente porque nuestra cultura ha dejado de avanzar y por lo tanto debemos mirar inevitablemente hacia atrás en busca de momentos más potentes y dinámicos?». Aplicado al mundo metalero, ¿cuál es tu opinión? ¿Solemos mirar atrás porque sentimos que le falta algo a la mayoría de música de hoy?
No estoy seguro de si estoy de acuerdo con su opinión. Olvidar tus raíces en el nombre del progreso es por lo que las cosas se desmoronan y se rompen. Reconocer tu historia, respetando tus raíces e influencias, es cómo realmente sigues hacia adelante. Conocer tus éxitos y tus fallos y saber lo que funciona y lo que no, es primordial. Hay demasiada gente que ve el cambio como progreso y la consistencia como estancamiento, y para mí es justamente lo contrario. No hay mayor poder que la consistencia.
-Y, antes de terminar esta entrevista, ¿qué planes tenéis ahora? ¿En qué os estáis centrando como banda?
Los principales focos son el disco tres y el maxiEP.
-Esto es todo por nuestra parte, gracias de nuevo por responder a nuestra entrevista. Si quieres añadir algunas palabras finales, tómate la libertad de hacerlo.
Muchas gracias por la minuciosa entrevista, una de las mejores hasta ahora. ¡Saludos!
C.R. Petit
