NORTHWIND es una legendaria banda del underground griego formada en 1981. Sacaron un trabajo, llamado “Northwind”, en el 82, y otro, titulado “Mythology”, (un disco de culto en la escena under) de 1987. Y desde entonces nada más hasta la fecha, con “History”. Y así la historia continúa, porque el álbum sigue la senda que marcaron en los 80, y lo demuestran aquí con temas como “The Wooden Walls”, una marcha constante de riffs limpios con una voz al unísono marcando el tempo, dándole esa épica griega y ese tono de formaciones del género como TALON o SARACEN. Un corte con un buen esquema, donde todo cuadra y gusta con actitud.

Le sigue “King Alexander the Third”. Continúa el mismo tono de una canción Heavy melódica con esas pinceladas épicas que recuerdan a grupos como WARLORD en la instrumentación, punteos más solos limpios, místicos y clásicos, e incluso la magia setentera de unos URIAH HEEP en los tonos vocales. Del mismo modo y estilo es “Marathon March”, pero este quizás con más grandilocuencia en riffs y con unos solos más elaborados, pero con la misma esencia magistral y su épica correspondiente. “Soldier’s Play” decelera el tempo a un medio tiempo con golpes de riffs suaves, al estilo power ballad, con una voz que inspira melancolía y unos punteos claros que me recuerdan mucho a la banda holandesa PICTURE en la manera de hacer esas modulaciones vocales buscando el tono del estribillo. Por lo demás, unos solos así, lentos, con electricidad y chulería, metiéndole un toque Blues que queda de lujo. Casi lo mismo ocurre en “My Dying Day”. Tiene un punto de chulería y de Hard Rock a la americana, al estilo combos como VAN HALEN o Y&T. No es una pista que inspire épica, pero tiene ese ritmo que el disco marca desde un inicio, con un tempo correcto, metalizado, y unos solos realmente rockeros. Con solera. “First Shot” suena diferente también. Tiene su punto épico, pero en un corte con orientación más Stoner. Más SABBATH. Con unos riffs sin espacios dándole esa densidad que lo convierte en un tema Heavy Doom con cambios de ritmo épicos y misteriosos, donde la voz se encarga de la narración, o el aviso de algo que va a ocurrir. Y ocurre un magnífico duelo de solos en plan Hendrix, o más cercano a Uli Jon Roth, donde los instrumentos se vienen arriba. Y, para darle ya el punto diferente: “Pyrrhos the Eagle”. Comparado con lo que llevamos escuchado es Speed Metal, pero en este caso es un pedazo de tema con mucha lírica vocal que recuerda a bandas como STORMWITCH mezclado con una instrumentación más Hard Rock, a lo RINBOW o RIOT. Una canción directa, limpia y que engancha a la primera con sus buenas y adictivas estrofas y estribillos. Por otro lado, en “Aristodemus the Hero” tenemos un tomo más parecido en cuanto a mística y Metal, pero con unos riffs más constantes y crudos, y la voz más subida de tono, con más agudos, también unos solos en un cambio súper acelerado que encaja como un guante antes de los punteos del cambio de ritmo. Y llegamos al final del trabajo con dos temas marcados por el mismo patrón. Uno es “Cy Free – Die Free”. Una canción suave, con un inicio instrumental semi acústico donde se van uniendo instrumentos para formar pasajes hipnóticos llenos de un ambiente musical más denso, oculto y sinfónico, donde la voz, esta vez, con una lírica muy a lo ZEPPELIN, le da ese punto mágico. Y el corte fina es “The Dog”, con una carga más psicodélica que la anterior, pero con esa base ZEPPELIN tan adictiva que aquí proclaman con gusto. En el aspecto vocal, lo mismo; subidas y bajadas a lo Robert Plant, pero con unos riffs muy duros y hard rockeros.

En definitiva, un buen disco marcado por lo que fueron en sus inicios y con esas influencias del underground de los 80.

No Remorse Records (2020)

Puntuación: 7/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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