HIGH SPIRITS es una banda de Chicago que en 2011 lanzó su primer trabajo, obteniendo muy buenas críticas, y después de un par de discos más, nos encontramos ya con el cuarto álbum de la formación, llamado “Hard to Stop”, una placa metálica elegante y fina, con temas como “Since you’ve been Gone”. Un inicio rápido de riffs cabalgant4es y animosos acompañados de punteos metalizados. En cuestión vocal tiene esa potencia suave y melódica con un buen juego en estrofas y estribillos, más orientados al Power de los 90, al igual que los solos, con mucha variedad y floritura a lo HELLOWEEN.

En cambio, “Restless” tiene una entrada MAIDEN total para desembocar en un ritmo parecido al anterior, otra vez con unos cómodos y buenos riffs, sin tanta cabalgada, con más espacios, orientado al Hard Rock USA. Y, de nuevo, con un sencillo y flamante estribillo que contagia a la primera. Por otro lado, “Face to Face” lleva un ritmo más Hard ‘n’ Heavy, con mucha fuerza en los riffs y mucha melodía en voces, punteos y solos. Al igual que “Hearts will Burn”, que te recordará a Y&T a la primera, con esa fuerza de riffs y solos contrastando el Hard y el Heavy. La fuerza y la melodía, en el aspecto vocal, también tiene ese tono Meniketti hasta que llega el estribillo, donde vuelve a aparecer ese aire Power de los 90, con ese punto épico/melódico. Pero no todo es así siempre, la cosa cambia en cortes como “Voice in the Wind” y “Now I Know”. Estas canciones tienen un sonido de local, de garaje, con un toque Pun metalizado. Una mezcla de THE CLASH y AC/DC. Y una voz que inspira recuerdos, momentos o nostalgia, que se mezcla con otros pasajes más sucios, con más distorsión y solos más eléctricos. Por el contrario, “All Night Long” y “We are Everywhere” son Heavy melódico de riffs constantes, con buenos cambios, buenísimos solos en plan jam session de Rock, de un ápice más de dureza y donde la batería tiene lucimiento, sobre todo en “All Night Long”, dejando para “We are Everywhere” más velocidad en cuanto a riffs, aunque con cambios más lentos y solos más armónicos. Y acabamos con “Midnight Sun”. También una piedra hard rockera con mucha influencia USA, con unos solos más místicos y un sonido más crudo, pero siempre alternado con las fases vocales/melódicas que le brindan ese clasicismo sinfónico épico.

En fin, un disco de agradable escucha, sin muchas florituras ni inventos, y con un puñado de buenos temas.

High Roller Records (2020)

Puntuación: 7/10

Paco Gómez

paco@queensofsteel.com

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