FIREWIND + RAVEN’S GATE + 12/10/2018 (Sala Bóveda)

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El 12 de octubre, con una temperatura todavía estival, me encaminé a la sala Bóveda a ver a una banda que me había impactado cuando les descubrí en el Ripollet Rock del año pasado. Se trata de los germano griegos Firewind, quienes siempre traen con ellos un derroche de profesionalidad y saber hacer.

Pese a ser jueves era un día festivo y al siguiente bastante gente hacía puente y tenía la esperanza de que eso favoreciese la asistencia a tan esperado evento, pero no se cumplieron del todo mis expectativas, ya que debía haber unas 100 personas como máximo disfrutando de los cabezas de cartel. El evento comenzó con puntualidad y acabó a una hora razonable para que los usuarios del transporte público pudiesen regresar a sus hogares. El sonido de la sala dejó bastante que desear en algunos momentos, más adelante entraré en detalle.

 

Hablemos ahora de lo importante, es decir, los directos.

Raven’s gate abrieron la noche de manera intensa ante unas sesenta personas. Se trata de una banda de power melódico que ofrece versatilidad en la composición y en el escenario, gracias a la fluidez de Arturo sobre las tablas. Llevaban el teclado pregrabado y la voz sonaba apagada por el sonido en sala. Presentaron un set nada estático y, en la media hora larga en la que tocaron, buscaron sorprender a un público no demasiado animado.

Los solos y los riffs de Rodrigo nos deleitaron y Dani nos contagió la potencia de su doble bombo. La voz de Arturo era juvenil y agradable. Su tono así como su estética andrógina resultan más propias del movimiento gótico que del power metal, había una fusión entre ambos estilos que provocó opiniones dispares entre los asistentes. Su actitud estuvo a la altura en todo momento y no dejó de entregarse a los asistentes y de bailar de manera sinuosa. Éstos respondieron a su llamado cuando se subió a un pequeño taburete para pedir su complicidad. un momento dijo que la gente comentaba que los directos y el metal estaban muertos, y que podíamos comprobar como no. En la vida había escuchado tal afirmación.

En cuanto a los temas, destacaré varios: “Lionheart Doll” combina voz limpia y guturales y tiene toques de core en los riffs. Es un tema laberíntico y lleno de giros. El inicio de “In love with a shadow” fue movido y refrescante y tuvo su toque tenebroso gracias al humo y las orquestaciones que lanzaron. Hicieron un cover de “Rick Astley”, en concreto “Never gonna leave you up”. Convenció a los asistentes y la voz, más grave, me encajó mejor en el conjunto. Se despidieron de forma enérgica y con una subida de ritmo con “ Last breath air fortress” que acabó de despertar al respetable.

Como conclusión puedo decir que Raven’s tale están respaldados por una buena composición y una ejecución bastante aceptable.

Tras un rápido cambio de unos 15 minutos subió a escena Guadaña. La habitual bandera con su logo adornaba el escenario, así como los paneles de dos chicas atravesadas por una misma espada y uno con la portada de “Karma”. El inicio fue potente, tal vez demasiado, pues la batería empezó a sonar muy alta y se mantuvo así durante el resto de la noche. A estas alturas, el público se había duplicado y no habría de crecer mucho más durante la velada. Era la segunda vez que les veía en directo, la primera fue en el alma de fuego fest. Hace a penas unas veces.

Comenzaron con una intro épica y misteriosa. Pablo estaba en su lugar, Nael y Juanma de espaldas para añadir solemnidad. Después Glory y (Salvaentraron como un torbellino. Derrochan energía, profesionalidad y mucha complicidad entre ellos. Nos mostraron su habitual comodidad y entrega en la escena. Y es que no paran quietos. Glory es un auténtico torbellino. Nael y Juanma demostraron su saber hacer a las cuerdas y Pablo sostenía el conjunto con la potencia de su doble bombo. El público en esta ocasión se mostró menos colaborador, aunque seguían los mandatos de Salva y coreaban los temas cuando lo pedía.

El set que presentaron era idéntico al que nos ofrecieron en abril, salvo que por razones de tiempo excluyeron “Heavy Metal”. Alguna variación hubiera sido interesante. En esta ocasión me quedo con la rabiosa “Dios del trueno” que subió el ánimo de la sala e inundó la sala con la ira de Thor. Los acordes se desplomaron sobre la sala con “Nemesis”, con una genial ejecución por parte de Juanma y los guturales que le dan más garra. El momento más lírico nos lo dieron con el interludio de “Karma”. Y los minutos más emocionantes fueron cuando hicieron los solos instrumentales, en ellos pudimos disfrutar de un mayor virtuosismo y una mayor riqueza de matices.

Guadaña son una banda con mucha experiencia, un dinamismo imparable y un set sin mucha variedad ni sorpresas.

 
Aun sigo en pie
Ser uno mismo
Yo soy la ley
Dios del trueno
El bosque
Nemesis
Nuestra revolución
Como hermanos
Karma

 

 

Y llegamos al punto álgido de la noche. Los esperadísimos Firewind. Parecía que hacía una eternidad que no nos visitaban pese haberlo hecho en agosto de 2016. Todos estábamos expectantes y acusamos el largo cambio de bandas, que duró unos 40 minutos.

Su intro fue melancólica y melódica y llevaban consigo una bandera que recordaba al fuego griego que se usaba en las batallas navales. Hicieron arder la sala con “Ode to Leonidas”, tema con el que empezaron a obsequiarnos con su maestría y su determinación. Su plasticidad en escena es remarcable, y también la manera en que se ceden el protagonismo para que nadie destaque sobre los demás. Me sigue llamando mucho la atención la versatilidad de Bob tanto por la fluidez con la que hace las transiciones de guitarra rítmica a teclado como por su capacidad de tocar ambos a la vez. Sin embargo, puedo afirmar que todos se lucieron y el nivel era muy alto. El colorido de la voz de Basse es más que notable, las manos de Gus se pierden a toda velocidad en las cuerdas y el mástil de su guitarra, el bajo de Petros derrocha fuerza y el doble bombo de Jo mantiene el espíritu guerrero siempre alto. No obstante la batería seguía demasiado alta y la voz de Basse quedaba ahogada

 

El público se activó un poco más pero, en mi opinión, estuvo lejos de corresponder al esfuerzo realizado por todos los miembros de la banda, a la calidad del show y a la cercanía demostrada. El set era equilibrado, poco repetitivo, y los temas sinuosos que cambian y evolucionan continuamente. Tuvimos sorpresas como cuando Bob se quedó sólo en el escenario e interpretó “Tocata y fuga” y “El concierto de Aranjuez” para nuestro deleite.

“Back on the Throne” es intensa y ardiente como un río de lava. “Fire and the fury” está ambientada en los 300 y resultó ágil y atrevida y nos inundó de positividad. El momento más emotivo de la actuación vino con “Lady of a thousand sorrows”, que nos puso la piel de gallina e hizo estremecerse nuestros corazones. Y con uno de los bises, “Live and die by the sword” arrancaron nuestros pies del suelo y nos hicieron bailar a su son.

Con Firewind podemos hablar de Talento en mayúsculas y de temas intensamente policromáticos.

 
Leonidas
We defy
Head up High
Few against Many
Between Heaven and hell
Back on the Throne
World on Fire
Hands of Time
Warr of Ages
Lady of a thousand Sorrows
Mercenary Man
I am the Anger
Live and Die by the Sword
Falling to pieces

 

Y hasta aquí la crónica del concierto de Firewinf, Guadaña y Raven’s Gate. Fue una propuesta con un cartel bien planificado y con una organización bastante aceptable en la que el público, pese a faltarle un poco de sangre en las venas, disfrutó de las actuaciones. ¿Puedo pedir un poco más de movimiento al respetable?

Agradezco la habitual amabilidad de Kivents y la buena disposición de las bandas.

Nos vemos en la próxima

 

Noelia Montalbán
Noe@queensofsteel.com

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