Age of the Joker Tour – Sala Apolo 15/10/2011

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A las 6 de la tarde ya había una cola que rodeaba la sala barcelonesa Apolo formada por todas aquellas personas que se habían acercado para ver una de las fechas españolas del quinteto teutón EDGUY teloneados por la banda del batería de SCOPRIONS (además de MSG, WARRANT, etc.) James Kottak, KOTTATK. Sin duda, poder ver a Kottak con su propia badna era un aliciente para que muchos se pasaran el sábado 15 de octubre por Apolo, pero era un mucho mayor aliciento el esperadísimo (e inspiradísimo) nuevo trabajo de EDGuy, «Age of the Joker» (además de toda su trayectoria), el cual nos venían a presentar con esta gira.

La tarde comenzó con KOTTAK, una propuesta musical no demasiado notable pero que derrocha energía en el escenario. ¿Y qué decir de James Kottak? Cambiar las baquetas por el micrófono y la guitarra (aunque durante un par de temas volvió a sentarse tras el kit) dio buenos resultados, mostrando ser un gran frotman carismático que lo da todo: energía, simpatía, dinamismo y, sobretodo, mucha conexión con su público, entre «juegos» varios y bromas. Su música alegre, rápida y sencilla, una mezcla entre Pop y Punk con grnades dósis de melodía y Rock, hizo que el ambiente fuera alegre y fresco, algo que animó notablemente al público allí congregado e hizo que respondiera bien a la actuación de este grupo germanoamericano. Dentro de su repertorio pudimos escuchar temas cómo el que lleva por nombre las palabras que tapizan con tinta la espalda de James, «Rock N’ Roll Forever».

Cómo muchos esperaban, cayó una versión de SCORPIONS (mientras vestía una camiseta de su exbanda), concretamente de la balada «Holiday», que parece ser la preferida del propio James pero, éso sí, llevada al terreno (alegre, fresca y up-tempo, digamos que una vez pasada por sus manos dejó de ser esa entrañable balada acústica) de KOTTAK. Tampoco se olvidó de dedicar el tema que cerró su actuación (un bien escogido «Time to Say Goodbye» a todas aquellas personas que han perdido alguna vez a un ser querido y, más concretamente, a su excompañero Jani Lane y a Ronnie James Dio, una presentación ovacioanda por el público y que emocionó a más de uno.

KOTTAK no pasarán a los anales de la historia dentro del Rock, pero sí nos cargaron las pilas y con su interactuación con el público dejaron el ambiente más que caldeado para la actuación de los teutones de EDGUY.

 

Con una música circense el escenario se llenaba de humo y comenzaban a sonar los primeros acordes de «Nobody’s Hero». EDGUY ya se encontraba sobre el escenario y toda la (hasta los topes, por cierto) sala Apolo se fundió en una gran ovación y un fortísimo aplauso. El concierto empezó potente con la mencionada «Nobody’s Hero» pero con la siguiente, «The Arcane Guild», con la que el suelo de la sala tembló literalmente, la audiencia barcelonesa confirmó que ya conoce al dedillo el último trabajo de los alemanes. Con el tercer corte que descargaron dieron un vistazo al pasado, «Tears of a Mandrake», de su gran trabajo del 2001. Una pista que todo el mundo cantó de principio a fin. Entre un sonido excelso, una base rítmica potente y la insuperable voz del alma de la banda, Tobias Sammet, el grupo volvió a regalarnos cortes de su última obra y, en esta ocasión, una de las más peculiares y con la que, curiosamente, nos presentaron por primera vez en EDGUY un teclado (con forma de guitarra) en directo, «Pandora’s Box».

El ambiente ya estaba más que caldeado y su público respondiendo a la perfección a su buena actuación cuando cauó «Rock of Cashel» pero, sin duda, uno de los estribillos más coreados fue el de «Lavatory Love Machine». El grupo, cómo no, seguía demostrando lo que disfrutan haciendo música y el buen rollo que hay entre ellos, algo que contagiaron por completo a su público, tan dinámico y receptivo cómo la propia banda,
también ante los numerosos juegos y bromas de Sammet.

Siguieron con otra canción de su nuevo álbum, «Behind the Gates to Midnight» para después volver a escuchar un vistazo al pasado, pero en esta ocasión a su última época, con «Superheroes». Tras algunas bromas presentaron la pegadiza «Robin Hood», la cual dio paso a un largo solo de batería de la mano de Felix Bohnke. Pasados unos minutos el combo regresó al escenario para interpretar (sin bajar el ritmo ni la calidad, tampoco el ritmo en su dinamismo y honesta puesta en escena con una infecciosa alegría) «Ministry of Saints», la cual sirvió de presentación al último corte antes de que el grupo dejara el escenario para regresar después con los bises, «Vain Glory Opera».

EDGUY volvió al escenario para comenzar los bises, y lo hicieron preguntando al público cuál quería que interpretaran… La escogida fue la emocional «Save Me», que dio paso a «Babylon» para después poner el final definitivo a su actuación con la afamada «King of Fools», durante la cual, tanto el propio grupo cómo todo el público, parecía haber llegado ya al auténtico clímax.

EDGUY dieron una actuación soberbia, tanto a nivel interpretativo cómo en su puesta en escena, con unas buenas vibraciones que todo el mundo pudo recibiar y también llenarse de ellas. Quizás ambas cosas unidas hicieron de este show un excelente concierto en el que nadie dejó de saltar, interactúar con la banda y cantar cada una de las letras.

 

Una noche, sobretodo, que nos cargó a todos las pilas y nos llenó de buen rollo.

Tania Giménez

tania@queensofsteel.com



 

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